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Por Marta Vasallo

Acto a un año de la creación del Foro por la Democracia y la Libertad de lxs presxs políticxs

(Por Marta Vasallo) El acto organizado por el Foro por la democracia y la libertad de lxs presxs políticxs al cumplirse un año de su creación, hizo eje en la política judicial del neoliberalismo como herramienta de su actual proyecto de recolonización latinoamericana, que precisa deslegitimar a sus opositores y borrar la memoria de las luchas por la emancipación.

“Al exigir la libertad de los presos políticos, defendemos el derecho del pueblo argentino a concluir su proyecto político de liberación”, la frase de José Schulman, secretario de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH), que culminó el acto organizado por el Foro por la democracia y la libertad de lxs presxs políticxs al cumplirse un año de su creación.

El acto se desarrolló el pasado 27 de noviembre en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, cuya decana Carolina Mera dio la bienvenida al público. De las paredes laterales y del fondo del escenario del auditorio colgaban las fotos de las presas y presos políticos con sus nombres.

Al comienzo Mara Brawer, coordinadora del Comité por la Libertad de Milagro Sala, leyó el documento consensuado para la ocasión, que denuncia las detenciones arbitrarias y las prisiones preventivas sin causa, los asesinatos de manifestantes, como formas de persecución política disfrazadas de lucha contra la corrupción y el delito, y reseña las actividades del Foro en su primer año de vida.

“Vivimos en situación de anomia”, afirmó Eduardo Barcesat, el primer orador, que evocó el origen aristocrático del poder judicial concebido por el constitucionalismo de Estados Unidos y copiado por el nuestro. Aun así, fundamentó cómo tampoco está vigente el régimen jurídico argentino, a partir del Decreto de emergencia en seguridad pública que fue uno de los primeros actos del gobierno de Cambiemos. La percepción de los jueces, sintetizó, ha suplantado el principio de inocencia.

La segunda oradora fue la abogada Sonia Ivanoff, defensora de Facundo Jones Huala, cuya extradición ilegal enmarcó en el conflicto existente entre el pueblo tehuelche mapuche y el empresario Luciano Benetton, quien compró a bajo precio 900 mil hectáreas de la Patagonia, y de cuyos intereses son cómplices los poderes ejecutivo y judicial. Acompañó la exposición con un video sobre un allanamiento a una comunidad indígena en 2016. Señaló cómo, a pesar del Artículo 75 inciso 17, que data de la reforma constitucional de 1994, y que reconoce la preexistencia de los pueblos indígenas respecto de la instauración de los estados nacionales en el siglo XIX, no existen políticas públicas para con los pueblos indígenas y sus líderes, entre ellos Facundo Jones Huala, líder del derecho territorial y cultural del pueblo mapuche.

El médico sanitarista Jorge Rachid contextualizó la situación de los presos políticos en una coyuntura internacional en que Estados Unidos, habiendo perdido batallas frente a China, Rusia y Europa, vuelve a concentrarse en un proyecto de recolonización y ocupación de América Latina, que tiene un aspecto económico, con la financiación, y un aspecto cultural que persigue borrar la memoria histórica, “como en el 55 y como en el 76”.

Rodrigo Kirchner hijo del Arq. Carlos Kirchner detenido en Ezeiza, se refirió al funcionamiento y actividades del Foro, y a la formación de foros en Quilmes, La Plata, Ensenada , Beriso, Avellaneda, San Martín, Bragado, y próximamente en Hurlingham y La Matanza; anunció la próxima Campaña por una Navidad sin presxs políticxs, y la celebración de un acto interreligioso el 22 de diciembre. Y compartió con el auditorio las cartas enviadas por Gerardo Ferreyra y Fernando Esteche para este encuentro.

El dirigente social Luis D’Elía, encarcelado y liberado este año, y en riesgo de volver a la cárcel, se refirió a la persecución de que es objeto, y rindió homenaje a la Liga Argentina por los derechos del hombre por su “extraordinaria tarea” en las cárceles.

Cerró el acto la exposición de José Schulman, quien en consonancia con lo expuesto por Jorge Rachid, enmarcó la situación de los presos políticos en lo que considera la cuarta operación de dominio continental, después de la conquista española, su culminación en la guerra de la Triple Alianza y la Campaña del desierto, y el Plan Cóndor en los años 70. Para llevar a cabo esta cuarta operación de reorganización colonial, es preciso deslegitimar las luchas populares convirtiendo a sus participantes y líderes en delincuentes, despojarlos de ética y heroísmo. Así es como el discurso neoliberal no reconoce a sus opositores políticos como tales, sino como culpables de delitos de corrupción: “Los presos políticos condensan el proyecto político de dominación y reorganización que necesita deslegitimar los proyectos políticos populares, castigar la política entendida como herramienta de transformación de la vida de las mayorías…”

Entre una exposición y otra se proyectaron videos con testimonios de familiares de presos políticos: Florencia Prego, compañera de Fernando Esteche, y Mónica García de la Fuente, compañera de Amado Boudou; Julio de Vido en una intervención en el Congreso de la Nación y de Diego Barreto, de Tierra y Hábitat MILES, preso en Salta hace casi tres años.

El acto restituyó la centralidad de los presos políticos para comprender la actual coyuntura en que el neoliberalismo disputa con los proyectos populares la hegemonía del sentido común.

(*) Fuente: El Subamarino Jujuy

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