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La nota de Alfredo Moreno para Motor de Ideas

Conocimiento, el único recurso que se multiplica al utilizarlo

Esta nota fuer realizada por Alfredo Moreno, computador científico especialmente para la Revista Digital Motor de Ideas 5 que se editó en el año 2017. Hoy la compartimos con ustedes e invitamos, a quienes no lo hayan hecho aún, a suscribirse a Motor Económico por 400$ anuales.

(Por Alfredo Moreno (Especial para Motor de Ideas)) En 1992, el estado argentino crea Nahuelsat S.A.1para operar satélites geoestacionarios y comercializar sus servicios en el mercado de las telecomunicaciones. A partir de 1993 comienza un proceso de privatización que orienta la empresa a los intereses de capitales extranjeros.

La nueva conformación societaria (UTE Unión Transitoria de Empresas) formada principalmente por Daimler-Benz Aerospace (Alemania), Aerospatiale (Francia) y AleniaSpazio (Italia), orbita el 31 de enero de 1997 el satélite geoestacionario Nahuel 1A. Este satélite, privado, es ubicado en la posición orbital geoestacionaria (POG) de 72 grados de longitud oeste,patrimonio del Estado Argentino.

Las posiciones orbitales geoestacionarias son recursos patrimoniales transitorios de los países que se comprometen mediante un acuerdo internacional con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) a cumplir con servicios y tecnologías satelitales enunciados en dicho acuerdo.

La falta de inversión y el fracaso comercial de la UTE Nahuelsat S.A. pusieron en riesgo la POG asignada a la Argentina. Al incumplir la UTE en poner en el espacio el satélite Nahuel II,se activabala quita de la misma, dejando al país sin ninguna posición satelital.

A poco de asumir la presidencia,Néstor Kirchner solicitó a la UIT una prórroga y la consiguió. La UTE Nahuelsat se declaró en quiebra, entró en proceso de convocatoria y liquidó sus bienes. Como alternativa, en 2004, el gobierno solicitó una tercera prórroga para constituir una empresa reemplazante, una sociedad anónima con mayoría estatal: la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales S.A. (ARSAT).

ARSAT, creada por Ley 26.092 en el año 2006, fue concebida para proteger y explotar las Posiciones Orbitales Geoestacionarias (POG) asignadas a la Argentina.

El estatuto incluido en la ley de creación, establece que los satélites de la empresa deben ser construidos en la Argentina, configurando así un ciclo vital para el desarrollo satelital argentino. El estado nacional integra empresas, ciencia y técnica, universidades y mercado, para producir satélites que puedan asegurar el servicio en telecomunicaciones, nacional e internacional.

Inspirados por Sábato, Varsavsky y Herrera2

La empresa rionegrina INVAP tenía como antecedentes los primeros tres satélites de la serie SAC3de la Agencia Espacial Argentina CONAE. El salto tecnológico de envergadura que dio el INVAP al ser el contratista principal para el desarrollo y arbitraje de ARSAT-1 y ARSAT-2-, permitió cumplir el cometido de la Ley 26.092, e incubar el desarrollo de PyMES de alto valor agregado, que posibilitaron con su conocimiento y trabajo posicionar a la Argentina en el selecto grupo de 8 países que producen satélites geoestacionarios.

Durante ocho años, con USD 600 millones de inversión y atravesando tres períodos presidenciales, ARSAT e INVAP, junto a una multiplicidad de empresas y organismos del sistema científico tecnológico argentino, llevaron adelante la exitosa recuperación de la soberanía satelital argentina.

ARSAT-1 fue lanzado el 16 de octubre de 2014, ARSAT-2 el 30 de septiembre de 2015.Ambos satélites se encuentran dando servicio de telecomunicaciones y son operados y comercializados por ARSAT desde Benavidez, Provincia de Buenos Aires.

ARSAT-1, con pisada en Banda Ku4sobre Argentina y los países limítrofes, se ubicó en la POG de 72° Oeste.Al entrar en operación ARSAT-1, los clientes de ARSAT que estaban en el AMC-6,satélite alquilado a la empresa privada SES5,fueron migrados al satélite de bandera y se finalizó el contrato con SES, permitiendo al ARSAT-1 iniciar sus operaciones con el 70 % de su capacidad comercializada.

Con ARSAT-2 se inició la esperada explotación comercial de una nueva posición orbital, laPOG de 81° Oeste, con ampliación de servicios a toda Sudamérica;esta pisada satelital, ofrecela posibilidad de entrar en el mercado norteamericano y la inclusión de servicios en Banda C6. Se constituían nuevas alternativas de negocios con decisiones autónomas en función de la sustentabilidad de la empresa de bandera ARSAT.

Los ingresos generados por la comercialización de la totalidad de la capacidad del ARSAT-1, más el 30% del ARSAT-2 a fines de 2015,permitieron desarrollar un plan de continuidad satelital. El mismo, se encuentra explicitado en el Plan Satelital Geoestacionario Argentino 2015-2035 que se convirtió en la Ley 27.208 en noviembre de 20157.

La Ley 27.208 dice en su ARTÍCULO 1° — Declárase de interés nacional el desarrollo de la industria satelital como política de Estado y de prioridad nacional, en lo que respecta a satélites geoestacionarios de telecomunicaciones.

Las decisiones políticas tomadas a partir del año 2004, permitieron construir una política pública para el sector de las telecomunicaciones que luego de 10 años posicionan a nuestro país como posible exportador de tecnología satelital.

Argentina ha logrado de la mano de la CONAE (Comisión Nacional Aéreo Espacial), ARSAT e INVAP, importantes avances en la acumulación de conocimientoy de activos propia de los países desarrollados. Además, como iniciativa novedosa, FOETRA (Sindicato de las Telecomunicaciones) participa desde el inicio del Plan Argentina Conectada, e integra el directorio de ARSAT.

Al asumir a fines de 2015, el gobierno de Cambiemos recibió una plataforma científico-tecnológica aplicada al sector de las telecomunicaciones, conformada por una industria satelital creciente con definidos hitos tecnológicos, un plan de crecimiento y financiamiento a 20 años, una ley de cuidado del sector satelital argentino, un conjunto de empresas de ingeniería con producción de alto valor agregado en la industria satelital y ARSAT, empresa pública que opera y comercializa diversos servicios de base tecnológica:las telecomunicaciones satelitales, el Centro Nacional de Datos (CND), la Televisión Digital Abierta (TDA) y la Red Federal de Fibra Óptica (REFEFO).

“Que no se preocupen los muchachos……”

El Cronista Comercial en su edición del 18 de Julio: El Presidente descartó rumores de una privatización y explicó que se trata de una "alianza estratégica con la empresa estadounidense Hughes para subsanar problemas de comercialización de los desarrollos tecnológicos".

Las consecuencia de las decisiones políticas del gobierno de Cambiemos, nos encuentra hoy en una preocupante pérdida de soberanía satelital argentina.

Cambiemos autorizó mediante ENACOM a 14 satélites extranjeros a dar cobertura en el país, compitiendo con los satélites ARSAT.

En solo 20 meses de gestión, el gobierno de Macri transformó la empresa estatal, supeditando los objetivos estratégicos de ARSAT al interés de las grandes corporaciones y de los capitales trasnacionales, posibilitando la privatización de los servicios satelitales en banda Ka8. Esta banda de frecuencias permite brindar servicios de internet satelital con alta transferencia de datos, utilizando antenas receptoras de menor tamaño.

El nuevo Estado Argentino comenzó a desfinanciar el desarrollo satelital y no cumplir con lo establecido en la Ley 27.208.

El desarrollo del ARSAT-3, diseñado para dar servicio enbanda Ka aún no comenzó (Noviembre de 2017) y las acciones iniciadas se apartan del modelo de desarrollo tecnológico satelital que permitió al país integrar el selecto grupo.

En diciembre de 2016 el presidente de ARSAT, Rodrigo de Loredo, insinuó algo clave sobre el tema: “Nos hemos autoimpuesto lanzar ese tercer satélite sin aportes del tesoro nacional y sin usar créditos blandos que le quiten cupo crediticio a obras de infraestructura básica.”

Las opciones entonces serían un crédito a riesgo de la propia empresa, la cesión del satélite llave en mano a un privado, o la venta anticipada de su capacidad.

En agosto de 2016, tomó estado público la carta de intención firmada por el presidente de ARSAT, Rodrigo De Loredo, con los representantes de la empresa estadounidense Hughes Network Systems, para crear juntos una nueva empresa, cuyo capital accionario se repartirá entre Hughes, con al menos el 51% y ARSAT como mucho el 49%. Este acuerdo establece que el accionista mayoritario tendrá el control ejecutivo de la nueva empresa llamada “Newco”.

Con este acuerdo, Hughes tendrá acceso gratis a dos posiciones orbitales: la 71,8º O y la 81º O.

Los usos y costumbres de la industria y lo que fija la ley internacional,establecen que las posiciones son propiedad transitoria de los estados-nación que las hayan pedido a la Unión Internacional de Telecomunicaciones y las usufructúen. Por ende, si toleráramos un satélite de Hughes en alguna POG Argentina, debería ser alquilándola.

Esta concesión de la Argentina es especialmente grave en el caso de la 81º O, la POG que permite iluminar las Tres Américas, desde la tundra canadiense a la

Península Antártica. La firma del acuerdo ARSAT- Hughes es, como mínimo, una enajenación dolosa y anticonstitucional del patrimonio satelital nacional.

Hughes se queda con el uso discrecional y por pago de un satélite cuya banda, la Ka, estaba planificada por la dirección fundacional de ARSAT para dar internet satelital en todo el país; particularmente a las 13.000 escuelas rurales aisladas del país a las que es imposible conectar por fibra óptica por razones de topografía y distancia. Esto es uno de los muchos agravantes de la cesión del ARSAT-3 a Hughes sin que la firma norteamericana realice la inversión que significa el desarrollo del ARSAT-3.

Efectos colaterales

Se perdió la posibilidad de que Argentina ocupara una nueva POG por demorarse en construir el ARSAT-3. La posición que perderá la Argentina será la 81 y la que le regalará a Estados Unidos es la 91.6. En el segundo caso, la cesión será porque Hughes manejará el 51% de la operación del ARSAT-3.

Lo que pasará con la posición 81 es que en 2019 el país perderá la potestad de explotarla. La ley 27.208 y el plan de negocios presentado por ARSAT en 2015, pusieron como fecha de lanzamiento el 2019. “El riesgo de no colocar un satélite en servicio antes de la fecha indicada, es de perder la prioridad de uso y por lo tanto la referida posición orbital” señala una carta de la Subsecretaría de Planeamiento del Ministerio de Comunicaciones (355202081-ARSAT-Argentina-perdio-una-nueva-posicion-orbital.pdf) que dirigía el radical Oscar Aguad. La misma, fue escrita en marzo de 2017 y los funcionarios, que se encontraban en plena búsqueda de un inversor para el ARSAT-3 perdieron la posibilidad de iniciar a tiempo la construcción de un satélite para la posición 81. Como no se puede otorgar ese espacio a Hughes, se le dará la 91.6, que Argentina también podía usar.

La carta de intención (acuerdo) entre ARSAT y Hughes tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2017 y fija como fecha final para suscribir el acuerdo el pasado 31 de agosto, aunque si las partes así lo deciden, ese hito temporal podrá prorrogarse.

El acuerdo final deberá contener un plan de negocios a 15 años con el detalle del capital que cada parte deberá aportar y las cuestiones técnicas del ARSAT-3, aunque previamente Hughes se ha reservado, a través de la futura Newco, el poder de decisión exclusiva sobre los procedimientos de gestión de la carga útil del satélite.

Todo el acuerdo queda sometido a las leyes y los tribunales de Nueva York, un

hecho sumamente gravoso teniendo en cuenta que el objeto principal de aquel discurre prácticamente en su totalidad bajo jurisdicción argentina.

“cuando los satélites no alcancen…..”

La fabricación de artefactos espaciales demanda grandes esfuerzos tecnológicos pero desde el punto de vista financiero no es el negocio más jugoso. Airbus Defence and Space, el mayor fabricante de satélites del mundo, en 2016 tuvo ingresos por 13.707 millones de dólares. DirecTV, el más grande operador de televisión satelital del planeta, que no fabricó ninguno de los 13 satélites que posee, en 2014 facturó 33.214 millones de dólares gracias a los negocios de televisión e Internet satelital.

Los servicios de telecomunicaciones que se pueden ofrecer a partir de plataformas satelitales son más variados. Este parecería ser el “gambito de dama” en la jugada de Hughes, que en Estados Unidos es el primer proveedor residencial de Internet, con más de un millón de clientes, servicio que también brinda en Brasil, además de sus negocios en la venta de conectividad vía satélite para gobiernos, defensa y empresas privadas.

El doctor en Ingeniería y especialista en mecánica computacional, Eduardo Dvorkin, que trabajó en los proyectos satelitales advierte que el giro dado por el gobierno de Cambiemos en materia de ciencia y tecnología impactará en forma negativa en la producción de conocimiento científico.

“Sin el Estado, la innovación va a volver a detenerse”, asegura el experto tras advertir que, “lamentablemente, en la Argentina comienza a haber nuevamente ingenieros desocupados”. Sostiene que “la falta de impulso del Estado, que es la principal fuente de investigación científica, implica un retroceso en la evolución del paquete tecnológico en la producción industrial, que es lo que realmente importa.”

Reconoce que los satélites Arsat-1 y 2 no eran los más económicos ni los de última tecnología a los que podía acceder el país, pero asegura que “más allá de eso, el impulso al proyecto fue una apuesta fuerte al surgimiento de una industria satelital argentina.Los países desarrollados que decididamente apoyan a su sistema científico tecnológico tienen en claro que para incubar una industria hay que protegerla.En la Argentina, sin embargo, la propuesta del cambio trajo aparejado un paulatino desacople de los institutos de investigación de las empresas del Estado y del sector privado que trabajan en el campo de la tecnología. Insistir con las políticas de ajuste y con la decisión de desfinanciar el trabajo de los investigadores es desconocer lo que sucede en el mundo, donde no hay país desarrollado que ajuste, sin más, el gasto de su sector científico”.

En suma, es evidente que la consecuencia de las decisiones del gobierno de Cambiemos en políticas satelital y de telecomunicaciones es el alejamiento del Estado como motor para el desarrollo. Como también es evidente, que Hughes no viene simplemente a ganar plata gratis, sino a sacar a ARSAT del mercado satelital, más o menos del mismo modo que durante el menemismo la Lockheed Martin se quedó con la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba.

En ambos casos, ayer el aeronáutico,hoy el satelital, el objetivo no era eliminar a un competidor de la industria aeroespacial estadounidense, sino cortar de raíz la posibilidad de que éste pudiera surgir. Ayer Lockheed y hoy Hughes, vienen a garantizar que EE. UU.continúe teniendo el monopolio regional de los cielos y del espacio.

Fuentes:

Agencia TSS Carlos Vega

Tiempo Argentino Javier Borelli

Pagina12 Juan Gabriel Tokatlian

La Nación José Cretazz

Latam Satelital Guillermo Rus

Plan satelital argentino 2015-2035 ARSAT

El sector espacial argentino INVAP ARSAT CONAE

Ley 27.208 en noviembre de 2015.

Notas

1 Nahuelsat S.A., empresa argentina creada a principios de 1990 para operar satélites artificiales como parte de un proyecto argentino para poner algunos satélites de comunicaciones geoestacionarios en el espacio, así como Embratel en Brasil en la década de 1980. El primer y único satélite lanzado bajo contrato de la empresa fue el Nahuel 1A en la posición orbital de 72 grados Oeste en 1997.

2 Jorge Alberto Sábato (1924 – 1983) Propuesta de política y organización en ciencia y tecnología (1983). Oscar Varsavsky (1920 – 1976) Estilos Tecnológicos edición 2013 PLACTED. Amílcar Óscar Herrera (1920 – 1995) Ciencia y política para América Latina edición 2015 PLACTED.

3 Satélites de Aplicaciones Científicas SAC. La historia de los Satélites de la Argentina comienza en 1990 con el Lusat I, el primer satélite argentino, que fue un proyecto de radioaficionados. Después de 20 años en órbita, con la batería ya agotada, continuó funcionando. En 1996 siguieron los satélites profesionales, en agosto el MU-SAT, conocido también como «Víctor I», empleó parte de técnicos del misil argentino Cóndor II; y en noviembre la comisión estatal CONAE inició, con el SAC B, su serie de satélites científicos como parte de un Plan Espacial Nacional, Argentina en el Espacio, implementado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).

4 Banda Ku es una porción del espectro electromagnético en el rango de las microondas que va de los 12 a los 18 GHz. Se usa principalmente en las comunicaciones satelitales, siendo la transferencia de contenido televisivo uno de sus principales usos.

5 Operador internacional en el mercado de las telecomunicaciones https://www.ses.com/.

6 Banda C es un rango del espectro electromagnético de las microondas que comprende frecuencias de entre 3,7 y 4,2 GHz y desde 5,9 hasta 6,4 GHz. Fue el primer rango de frecuencia utilizado en operación transmisiones satelitales. Comparada con Banda Ku, Banda C es más confiable bajo condiciones adversas, principalmente lluvia fuerte y granizo. Al mismo tiempo, las frecuencias de Banda C están más congestionadas y son más vulnerables hacia interferencia terrestre.

7 Ley de desarrollo de la industria satelital http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/250000-4999/254823/norma.htm

8 Banda Ka es un rango de frecuencias que opera las comprendidas entre los 26,5 GHz y 40 GHz. Dispone de un amplio espectro de ubicaciones y sus longitudes de onda transportan grandes cantidades de datos, pero son necesarios transmisores muy potentes y es sensible a interferencias ambientales. En las comunicaciones por satélite, la banda Ka permite una mayor comunicación de ancho de banda. La banda Ka es más susceptible a la atenuación de la lluvia que la banda Ku, que a su vez es mmás susceptible que la banda C.

  • Computador Científico. Delegado FOETRA ARSAT. Profesor TICs UNM

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