Alejandro Malowicki Director de cine-Docente
EN NUESTRO PAÍS EL “MERCADO” AUDIOVISUAL INFANTIL NO ES NUESTRO
Hoy no tuve un sueño, tuve una pesadilla. Una pesadilla de la cual me escapé gritando ¡Es injusto, es injusto! La reacción fue una respuesta a las imágenes de muchas de las más de ocho señales infantiles de nuestra televisión, todas ellas norteamericanas, okupandomi pesadilla.
¿Cómo es posible que en nuestro país el “mercado” no sea nuestro y el Estado, incumpliendo los mandatos constitucionales que defienden nuestra soberanía cultural esté totalmente ausente? ¿Acaso no es suficiente la presencia de la Convención sobre Los Derechos del Niño en nuestra Constitución para que las autoridades públicas ¿responsables? regulen un mercado libre que de libre no tiene nada y lo regule restringiendo a todos los operadores norteamericanos el lugar que okupan con sus producciones audiovisuales en todas las pantallas y pantallitas en favor de los espacios imprescindibles que deberían estar ocupados pornuestras propias producciones dirigidas a las infancias?
La ausencia de soberanía cultural en el espectro audiovisual dirigido a las infancias descubre también la ausencia e interés real por las mismas. Descubre que la feliz existencia de PAKAPAKA, la señal televisiva pensada para nuestras infancias debe fortalecerse con otras señales y programas infantiles en todos los canales nacionales, provinciales, públicos y privados. Su solitaria presenciaes la demostración que su existencia no es suficiente para que nuestros niños, niñas y adolescentes se sientan realmente contenidos, atendidos y respetados.
Son ocho las señales norteamericanas y siguen anunciando su aparición otras ¡y solo una es argentina!
Si hace 10 años el entonces Ministerio de Educación pudo crear PAKAPAKA y acompañarla en sus duros primeros años para que pueda ocupar el espacio que el “mercado” le negaba, hoy esa actitud es un ejemplomás que elocuente para que el Estado lo recuerde y continúe con la tarea de generar nuevos espacios y de imponer soberanía en todo el espectro audiovisual teniendo una fundamental presencia en el financiamiento y protección para todas las producciones audiovisuales nacionales dirigidas a las infancias.
La pandemia del COVID19 ha generado y continúa generando muchos dolores a las infancias. Pero también hubo y hay un espacio para que las autoridades nacionales y provinciales responsables de la salud de los niños, niñas y adolescentes reflexionen en los imprescindibles cambios que deben motorizar para que no hayan sido en vano todos los sufrimientos y que el fin de ésta pandemia pueda ser el comienzo de mejores tiempos para todes.
La salud y el bienestar social y económico no serán suficiente si no están profundamente conjugados con la necesidad de que les niñes gocen de narraciones propias que expresen las diversidades culturales de su país, de Latinoamérica y de El Caribe.
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