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La ley del mercado atenta contra el niño, Graciela Montes

INCAA, INFANCIAS Y CINE /Por Alejandro Malowicki. Director-Productor de cine. Docente.

SALAS DE CINE TRASFORMADAS EN “CAVERNAS” (según la metáfora de Platón). Me ha tocado ser testigo de un dialogo entre un padre y su hijo en el cual el padre al invitarlo a ir al cine a ver una película infantil argentina recibe como respuesta del hijo que él creía que eran los norteamericanos los únicos que hacían películas para les niñes. Cambiar ésta idea no es fácil y sobre todo cuando muchas veces son les adultes los que también así lo piensan, pochoclo por medio. Y lo que también es muy grave y atenta fuertemente contra los ánimos de los cineastas que querrían hacer una película para les niñes, es que las producciones norteamericanas “bajan” paradigmas de producción que nada tienen que ver con las reales posibilidades de nuestra industria. ¡Y lo que es más grave aún es que una de las causas por las cuales les niñes solo pueden ver películas norteamericanas es por la ausencia de películas infantiles argentinas!

SIN CINE INFANTIL Y SIN DIVERSIDAD.

En un lapso de 36 años (1983 al 2019) se estrenaron aproximadamente 40 películas infantiles argentinas. Pero ésta estadística no estaría completa si no destacáramos que en los años 1985, 1990, 1991, 1992, 1993, 1995, 2003, 2015 y 2016 no se estrenaron películas argentinas infantiles y que en el mismo lapso de tiempo y a un promedio de 4 películas por año (durante todos los años) el público infantil y adulto tuvieron la posibilidad de elegir entre 144 películas norteamericanas infantiles.

DIÁLOGOS CON EL INCAA

El que escribe alberga la esperanza que las actuales autoridades del INCAA incluyan, entre las políticas que decidan instrumentar, a las producciones infantiles, y que en ése camino, propongan abrir mesas de diálogo con productores, directores, distribuidores, exhibidores y representantes del INCAA, y en las cuales se evalúen propuestas, que sin dejar de tomar en cuenta la difícil situación económica del país, se enuncien los puntos básicos para generar las acciones que tiendan a incentivar la producción y la difusión de películas infantiles. Este podría ser un camino a recorrer para que nuestras infancias se encuentren con películas que hablen su idioma y cuenten historias vinculadas a la rica diversidad cultural de nuestro país.

EDUCACIÓN Y PRODUCCIÓN

La creación y producción de una película infantil no solo necesita de apoyos económicos privados y públicos sino de profesionales con los conocimientos específicos para abordar una producción infantil. Y son las escuelas de cine las que deberían introducir en sus programas de estudio una materia que enseñe las características de éste género y que instruya acerca de la creación de guiones.

A PROPÓSITO DE LAS ESCUELAS DE CINE

En el año 2001 le comenté a Silvio Fischbein, Director de la Carrera de Diseño Imagen y Sonido en la FADU/UBA, la posibilidad de incluir en el Programa de Estudios una materia que instruyera los conocimientos necesarios para emprender la realización y la producción de películas y programas de televisión para niñes y adolescentes y al año siguiente comencé a dictar la Cátedra como Titular de la misma. Pocos años después y a mí solicitud, las autoridades de la ENERC, que es la escuela de cine dependiente del INCAA, incluiría la materia en sus programas de estudio. En el resto de las más de 20 instituciones educativas de cine y televisión del país y hasta el momento que escribo éste artículo ninguna demostró interés en la inclusión de la materia, ni siquiera incluyéndola en formato de Taller o Seminario; aunque no ignoran el importante rol que han cumplido para que nuestro cine se haya enriquecido con la participación de los profesionales egresados de sus instituciones.

EL VALOR DEL TICKET NO ES VIABLE

Las películas infantiles que se exhiben en las pantallas de cines, sobre todo durante las vacaciones de invierno y verano, solo pueden ser gozadas por aquellos cuyos padres logran pagar el precio del ticket quedando afuera les niñes de familias de bajos recursos. Esta realidad debería cambiar reduciéndose considerablemente el precio de las entradas para todes les niñes e incluyendo a los tickets del cine en todas las ayudas económicas que el Estado otorga a las familias de bajos recursos.

PROPUESTA

Educación, Producción y regulación del mercado son los tres pilares en las que se deberían asentar las bases para generar películas infantiles para el goce de nuestro público infantil y adulto y para que la industria del cine (y el país) obtenga mayores beneficios culturales y económicos.

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