#MotorDomingo Por Alejandro Malowicki. Director de cine. Docente
LA BATALLA CULTURAL POR LA SOBERANÍA EN LOS TERRITORIOS AUDIOVISUALES INFANTILES
“La utopía está en el horizonte, Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos,y el horizonte se corre diez pasos más allá.¿Entonces para qué sirve la utopía?Para eso, sirve para caminar”. Fernando Birri
"El capitalismo ha convertido en normal lo inaceptable". Ken Loach
Del b. lat. Superanus, der. De super 'sobre, encima'. Soberanía: Poder político supremo que corresponde a un Estado independiente.
¿Qué se entiende por soberanía? Se refiere al ejercicio de la autoridad en un cierto territorio. Esta autoridad recae en el pueblo, aunque la gente no realiza un ejercicio directo de la misma sino que delega dicho poder en sus representantes. La Soberanía significa independencia, es decir, un poder con competencia total. Poder político supremo que corresponde a un Estado independiente.
Se sabe que nuestros niños, niñas y adolescentes muy lejos están de gozar los derechos que garantiza la soberanía desde el momento que los territorios transitados por las producciones audiovisuales o sea las pantallas de cine, los canales de televisión de aire y de cable y las plataformas están invadidos por las producciones de origen norteamericano. En los mencionados territorios y ante la ausencia de regulaciones por parte del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) el neoliberalismo impone sus políticas que y como desde hace muchos años el filmar una película o una serie dirigida a las audiencias infantiles y juveniles es abismarse a dar un salto en el vacío.
Es imprescindible que nuestros niñes
y adolescentes “jueguen” con obras
audiovisualesnacionales.
En relación a esto último me permito contarles una anécdota personal que viví en el 2015 unos días después del estreno de “Las aventuras de Nahuel” una de mis películas para el público infantil. Resulta que invito a un amigo mío a verla con su nieto. Días después me llama para decirme que les había gustado la película pero además me comenta que cuando invitó a su nieto de 7 años a ver la película mencionándole que era argentina le dijo: “Yo creía que los norteamericanos eran los únicos que hacían películas para chicos”.
Este panorama genera ganadores y perdedores. Entre los primeros están los que desarrollan sus acciones comerciales en el “libre mercado” que de libre no tiene nada, y entre los segundos están les espectadores; les profesionales que adolecen de la falta de trabajo; las empresas pymes que producen obras audiovisuales con contenidos locales y que al momento de enfrentar la distribución y exhibición de sus producciones deben soportar todas las injustas desventajas de un mercado de productos audiovisuales dominado por las grandes empresas multinacionales y sus prácticas monopólicas sin los límites jurídicos que les deberían imponer las autoridades responsables.
Pero no todo es negro y oscurantismo porque hoy en nuestra Argentina y en otros países de Latinoamérica como Bolivia, Venezuela, México y Perú somos testigos, parafraseando a Alvaro Linera, “…de una nueva oleada de gobiernos progresistas dónde la gente se articula, se unifica, crea sentido común, tiene ideas fuerza, se convierte en ser universal, es decir, ser que pelea por todos. Logra derechos, acuerdos, Estado, política” y la pregunta que ahora dicta el sentido común es, ¿no es el momento en que las autoridades responsables de incrementar la producción y circulación de las obras audiovisuales para las infancias (y por supuesto para les adultes) en los países antes mencionados se reúnan para conjugar todas las capacidades y herramientas destinadas agenerar y aplicar las necesarias reglamentaciones para una justa circulación de las obras audiovisuales? ¿Es difícil? ¡Claro que es difícil! pero las infancias latinoamericanas esperan que de una vez por todas les adultes se hagan cargo y dejen de mirarse el ombligo y al levantar tan solo un poquito sus miradas se encuentren con las de millones de niñas, niños y adolescentes que necesitan ser rescatados de las “cavernas” de las que son cautivos.
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