Por Alejandro Malowicki. Director-Productor de cine. Docente.
LAS INFANCIAS NECESITAN DEL CINE Y EL CINE DE LAS INFANCIAS
Malowicki dirigiendo durante el rodaje de su largometraje infantil “TERRIBLE”
Yo no escribo para chicos. Yo escribo. Y alguien más dice: “Esto es para chicos”. Maurice Sendak [1]
Fue en el 2002 que dicté mi primera clase como profesor titular de la materia “Producción y Realización de Cine y Televisión para Niños y Adolescentes” en la carrera de cine de la FADU/UBA[2] y como era una materia de carácter “optativa” me dirigía hacia el aula-taller pensando que seguramente serían muy pocos los estudiantes que iban a estar esperándome. Pero cuando llegué y vi a más de 80 le pregunté a mi ayudanta si todos ellos estaban allí para cursar la materia. Sí ―me respondió― pero todavía faltan llegar 10 más. Escribo ésta referencia personal porque esa fue la primera vez que podía constatar el interés que despertaba entre les estudiantes el deseo de estudiar acerca de la creación de películas infantiles[3] puesto que ésta materia era la que congregaba más estudiantes de entre todas las “optativas” y con una matriculación creciente durante los siguientes años.
La siguiente sorpresa sucedió en el 2009 cuando el INCAA[4] a instancias de APCI
y con la conducción de Liliana Masure lanza por primera vez un concurso nacional de guiones para cortos y largometrajes infantiles denominado “Infancias”. Recuerdo que existía cierta incredulidad acerca del resultado de la convocatoria pero la respuesta fue exitosa al recibir más de 100 proyectos provenientes de diferentes provincias. Nuevamente la realidad (o la necesidad) demostraba el interés que existía en acercarse a la creación de películas infantiles.
Y se acabaron las sorpresas porque al día de hoy no se incluyó la materia en ninguna otra escuela de cine[5] y las siguientes administraciones del INCAA[6] suspendieron el concurso “Infancias”.
Lo escribí en otras notas: me refiero a la significancia que asumen las escuelas de cine y televisión ante las cuasi inexistentes producciones infantiles. Y lo afirmo con certeza pues así como fueron y son las escuelas de cine y televisión las instituciones que más profesionales han educado para que la producción nacional audiovisual para adultos se caracterice por tener calidad, cantidad y diversidad; la carencia de la enseñanza del género infantil en casi todas estas instituciones educativas ocasiona que los estudiantes ―y futuros profesionales― desconozcan los conocimientos para encarar películas, ignoren el placer de hacerlas y tampoco sean informados, por ejemplo, acerca de la demanda que existe para adquirir películas de éste género por parte de las plataformas y señales del universo streaming. Una importante demanda que se les hace muy evidente a los representantes de la industria nacional cuando viajan a los mercados internacionales y se encuentran con importantes stands de empresas e instituciones públicas extranjeras buscando adquirir producciones infantiles. Por supuesto que no se puede dejar de mencionar que éste vacío también genera menos demanda laboral y que no se fortalezca la producción, comercialización y exhibición de contenidos para todas las pantallas y pantallitas.
¿Pero será ésta la causa principal por la cual no se producen películas para las infancias? ¿No será que además existe otra causa que desalienta la creación y producción de películas dirigidas a les niñes? Por supuesto que existe otra causal muy importante y es la falaz y engañosa existencia de un “libre mercado” en el que participa un solo actor conformado por corporaciones norteamericanas que utilizan sus enormes recursos políticos y económicos para monopolizar con sus “tanques”[7] las 850 pantallas de cine existentes en todo el país y obstaculizar la exhibición y comercialización de las esporádicas películas infantiles.
Ante éste panorama el INCAA tiene una primordial y sensible importancia por cuanto al ser una institución de fomento a las artes audiovisuales convendría que convocara a las instituciones educativas y a los diferentes representantes de la producción cinematográfica para que en conjunto analicen, diseñen y definan las normativas que ―una vez superada la pandemia―se concreten en una política estable y duradera que incluya las ayudas para incrementar las producciones infantiles, el relanzamiento del concurso “Infancias”, subsidios para la etapa de promoción y publicidad y la protección de las producciones infantiles cuando éstas se exhiban en las pantallas de cine de todo el territorio nacional.
1 Maurice Bernard Sendak (Brooklyn, Nueva York, 10 de junio de 1928 - Danbury, Connecticut, 8 de mayo de 2012) fue un ilustrador y escritor de literatura infantil estadounidense.
2 Diseño, Imagen y Sonido en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.
3 El arquitecto y cineasta Silvio Fischbein era el Director de la Carrera y fue el que aceptó mi propuesta de la creación de la materia.
4 INCAA. Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales.
5 APCI. Asociación de Productores de Cine para la Infancia
6 La Carrera de Diseño e Imagen y Sonido (FADU/UBA) y la Escuela de Cine del INCAA (ENERC) son las únicas instituciones que tienen en sus programas la materia de guión para cine infantil.
7 Tanques: así se denominan en la jerga del cine a las películas norteamericanas.
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