Por Ariel Prat
Luna de Pilar
"El Sanatario 1030",es el programa que conduce Ariel Prat "El Juglar" por Radio Del Plata los lunes a medianoche . Como para que sus editoriales o crónicas lunáticas no solo queden vibrando en el éter, el autor y colaborador de Motor Económico, en un orden aleatorio, las acerca a lxs lectorxs del portal para compartir sensaciones. Como dice la presentación radial: Desde el arte a lo cotidiano. Desde lo académico a lo callejero. Desde el fútbol hasta el sofá. Desde la cama al living o desde la bóveda al pozo, estallan los prejuicios y las ignorancias bien aprendidas en años de zonceras repetidas"
(Por Ariel Prat) Allá por junio del 93, fue el mes de mi primer desembarco en España Juan. Invitado por la compañía de juglares “El Silbo Vulnerado” a una serie de recitales en Zaragoza representando a la juglaría porteña. Que honor Juan…
No puedo olvidar los nervios ni los apuros de ese viaje Juan. Como la de un pibe a la hora de entrar a jugar en primera en el club de sus amores. Yo me debatía entre dejar de ser también un pibe con algunos vicios callejeros, fútbol tribunero y del otro lado de la grieta ese cantor que afloraba entre las telarañas peligrosas de unos rincones peligrosos de esta vida trashumante Juan, ya me conocés…Luego se sucederían varios viajes más con epicentro en Zaragoza, hasta que luego del desastre del 2001, recalé allí trasplantado, y sin perder tiempo, aún con el corazón sangrante, me fui conectando más con artistas de allí, de la mano de mi mentor, el rapsoda Luis Felipe Alegre, agitador sabio de la juglaría andante aragonesamente universal. Mancó la amistad y la música de un gran Mauricio Aznar cuando se despidiera del mundo temprano físicamente, leyenda en el cierzo, viento local que lleva locura Juan. Gabriel Sopeña, otro de esa banda de amor armado musical. El inquieto y pensante Grasa Toro, escritores inmensos como el ascendente Mario Moros, Javier Barreiro, Adolfo Ayuso, Antón Castro y aquel bautizado por mi como “el centro místico de Zaragoza”, el entrañable mesón La Topera, al cual visitaste Juan un par de veces ¿te acordás?, allí la magia sacudía desencantos y la cocina en manos de unas manos de ese artista genial que es Germán Díez, degusté en ese sitio, apagando llantos y sed; acaso las mejores horas de mi vida.
Luego en esa tierra, de callejas de seda, veredas estrechas y soledad antigua, hasta me casé -…donde haya lumbre y vino tengo mi hogar y para no olvidarme de lo que fui…- y más tarde en una ciudad cercana, Huesca, nacería mi tambor de leche, Vera, el sonido de mi vida Juan…Pero ahora quiero semblantear a Zaragoza, en donde nacieran tantas canciones dispersas que junté luego en un disco al que da nombre esta canción. Todas estas canciones son un espejo en el cual me miro cuando me acuerdo de mí, este morocho trashumante. El alma que se esconde y perfuma el camino Juan, se escapa de esta canción “Luna del Pilar” también…
Besos de esquina y abrazos de cancha.
- Poeta, murguero. Colaborador de Motor Económico
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