Por Patricia Chaina
Motor Cine: Las grietas de Jara
Crímenes sin castigo y ambiciones desmedidas. Las actuaciones y el clima de suspenso sostienen la nueva película de Nicolás Gil Lavedra basada en otro best seller de Claudia Piñeiro.
(Por Patricia Chaina (Especial para Motor Económico)) Escribir una novela es lo más parecido a construir un edificio solía decir el mexicano Carlos Monsivais. La comparación hace evidente el arte de la composición donde una buena historia comienza con un planteo de estructura y se corona con un rito final. En ese paradigma Claudia Piñeiro es una experta. Las grietas de Jara (2009) es su cuarta novela llevada al cine (tal como Tuya, Las viudas de los jueves y Betibú). Y aquí utiliza la construcción de un edificio para hablar de lo que puede esconderse en lo trivial, de los secretos y del temor que acecha a la moral resquebrajada de una sociedad indolente, cuando éstos pueden quedar al descubierto. Sin embargo, en la trasposición al cine, y aun cuando durante gran parte del filme la tensión crece y el suspenso se mantiene, las últimas escenas no logran el impacto que el guion le permite y le restan brillo al resultado final.
Nicolás Gil Lavedra (Historias verdaderas: La vida de Estela) dirige un elenco sólido y permeable a las afecciones que impone el guion: Joaquín Furriel, Soledad Villamil y el español Santiago Segura serán los arquitectos encargados de diseñar una deformidad que les permita seguir con sus vidas a pesar de las oscuridades por las que trajinan. Pero, siempre alguien puede ir más allá. Y Oscar Martínez, como Nelson Jara, será el responsable de forzar ese límite.
En una sociedad sometida a la manipulación y los encubrimientos, la trama no pasa desapercibida. Habla de un crimen sin castigo y del peso del remordimiento. En ese esquema, Furriel se lleva la mejor parte, logra consistencia real para su personaje, el opaco Pablo Simó, atrapado entre la falta de escrúpulos de su entorno profesional y la inercia de un matrimonio con 20 años a cuesta. Laura Novoa como su esposa está entre lo mejor de la película. Y solo la inocencia de una hija adolescente aporta el humor necesario para hacer llevadera su rutina.
Así, aunque el buen giro final que aporta la novela no logra aquí el impacto clásico del género, trama y actores se confabulan para ubicar a la película entre los títulos fuertes de la temporada. Aunque, hay que decirlo, además de perderse la fuerza final del thriller, Gil Lavedra desperdicia las dotes de Adonis de un actor como Furriel, ya que tampoco se permite jugar la emoción cuando las escenas piden la apasionada desmesura del sexo, y teniendo a Furriel como protagonista, eso es casi, un desperdicio…
FICHA: Las Grietas de Jara (Argentina/ España, 2018) / Dirección: Nicolás Gil Lavedra / Guión: Nicolás Gil Lavedra y Emiliano Torres/ Elenco: Joaquín Furriel, Oscar Martínez, Soledad Villamil, Sara Sálamo, Laura Novoa, Zoe Hochbaum, Santiago Segura/Duración: 100 minutos
- Periodista. Colaboradora de Motor Económico
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