Por Gonzalo Magliano
Motor cine: Los 120. La Brigada del café
(Por Gonzalo Magliano) Se estrenó Los 120. La Brigada del café, una película de María Laura Vázquez, que narra el regreso a Nicaragua, después de 36 años, de cuatro ex integrantes de la brigada Libertador San Martín, conformada por militantes de la Federación Juvenil Comunista para participar de la revolución sandinista.
Año 1985. En una Argentina que intentaba consolidar su democracia y juzgar a sus dictadores, 120 jóvenes militantes de la Federación Juvenil Comunista se organizaron en la brigada Libertador San Martín para ayudar a la revolución sandinista. La misión no era sencilla. Debían cosechar granos de café en la selva nicaragüense acosada por Los Contras, grupos armados apoyados por los Estados Unidos. No se detuvieron. Querían poner el cuerpo para defender un proceso de transformación que creían justo. Aquel viaje les cambió la vida.
Esta historia es rescatada en Los 120. La Brigada del café, la nueva película de María Laura Vázquez. Se trata de un documental que relata el regreso de cuatro integrantes de la Libertador San Martín (Chicho Chávez, Claudia Cesaroni, Pitu Sposato y Marta Rosín) a Matagalpa, una de las localidades nicaragüenses donde estuvieron. Querían volver a la tierra castigada de Augusto Sandino y reencontrarse con las personas que conocieron y los lugares que habían transitado. Sin embargo, han pasado tres décadas y antes de tomar el avión fueron inevitables las dudas y los miedos. ¿Se acordarán de la Brigada? ¿Habrá tenido el mismo efecto en los y las nicaragüenses que conocieron? ¿Estarán vivos?
La potencia de esta historia atrapó a Vásquez desde el mismo momento en que Chicho Chávez y Patricio Zárate, ambos brigadistas, se la contaron. Fue en una reunión hace cuatro años. Ella no dio rodeos: les dijo a ambos que debían filmar un documental sobre el regreso y de inmediato se pusieron a trabajar. Luego de un tiempo de investigación, producción y escritura del guión, pudieron concretar el viaje a Nicaragua en julio de 2016 y estrenar la película en noviembre de este año. El éxito de público y las buenas críticas la están acompañando y han logrado la continuidad de la exhibición en el cine Gaumont hasta el 19 de diciembre. Quién quiera podrá verla todos los días a las 15.15 hs.
Ambos proyectos, el regreso y la película, se entrelazaron para hacer posible completar una historia que habla de las marcas profundas que dejan los actos de amor por un ideal, pero, sobre todo, lo que implica ayudar a hermanos y hermanas latinoamericanas que dejaron de ser una imagen abstracta para materializarse en nicaragüenses que sufrían la amenaza concreta de una guerra.
Los 120… trae un aire fresco en las formas de contar la política. A diferencia de películas como El estudiante o series como House of Cards, que sólo muestran tramas de intereses y corrupción, este documental le devuelve a la política su dimensión humana. Aquella que nace de la emoción por ser parte de algo más grande que uno mismo.
“Más allá de todo el bagaje político e histórico que tiene sin duda la película, me interesaba profundamente poder documentar y registrar cuál era el proceso interno y emocional que ellos estaban transitando en este viaje. Porque para mí también no está distanciado, el amor es un hecho político. El amor no es solamente un concepto, también es vincular, ¿no? Y poder transmitir esto, imágenes en sensaciones, en gestos era muy importante.”, explica Vázquez en una entrevista con Revista Haroldo.
Esta mirada ha sido una característica en el cine político de Vázquez, al cual se dedica desde hace veinte años. En ese tiempo ha realizado más de veinte documentales en Venezuela, Argentina, Bolivia y Cuba y ha producido programas de televisión dentro de la temática documental. Vivió tres años en Cuba y once en Venezuela y trabajó junto a Oliver Stone en la investigación y recopilación de material de archivo para los films Al sur de la frontera y Mi amigo Hugo.
Otro de los aspectos interesantes del documental es el rescate de la juventud que ingresó a la política en los años 80. Chicho Chávez afirmó en el estreno que su generación había sido prácticamente olvidada. Quizás se deba a la gran desilusión de una década que vio caer a las dictaduras latinoamericanas, pero terminó presenciando el comienzo del neoliberalismo y la impunidad para los represores.
“Tenían entre 18 y 25 años y asumieron ese riesgo estando el aparato represivo intacto. Y no fueron los únicos, fueron muchas las brigadas que salieron de Argentina en ese momento y había todo ese movimiento de juventudes políticas. Se llamó MOJUPO (Movimiento de Juventudes Políticas) y eran de todos los partidos. Había un gran sentimiento de unidad latinoamericana. Eso era importante valorizarlo en el film”, remarcó Vázquez.
Para poder mostrarnos la tensión y la emoción de esa época el documental cuenta con imágenes registradas por uno de los brigadistas, Dino, que, además de recoger café, filmó en 16 mm cada momento. Gracias a ello podemos ver escenas como el viaje en avión donde agitaban banderas y cantaban “Nicaragua vencerá / lo juramos por Santino / por el Che Guevara y la libertad”. También nos permite recorrer la selva y el campamento donde estuvieron y las dificultades que enfrentaron. No era fácil aprender rápidamente a recoger café y bajar los montes cargando las pesadas bolsas con granos. Menos con Los Contras acechando el campamento.
No sólo hubo riesgos en Nicaragua. Antes del viaje hubo fuertes presiones para evitar el viaje. Por ejemplo, en los diarios se publicaban noticias como “El viaje de una brigada a Nicaragua preocupa a los Estados Unidos”. “Era real que había una situación de riesgo que podría haber generado un problema diplomático importante porque estaban yendo a zona de guerra. Y en esa zona moría gente todo el tiempo. Pero bueno, ellos decidieron que valía la pena poner en riesgo su vida. Alfonsín en ese momento bancó y apoyó la decisión que los jóvenes tomaron libremente y por eso se pudo hacer”, explicó Vázquez.
Los 120… está teniendo un éxito que sorprende a Vázquez y a los y las protagonistas. El estreno en un Gaumont repleto avizoraba las buenas repercusiones de un film cuidado en cada detalle y con un relato claro, entretenido y emotivo. Si bien tiene un mensaje político, evita las bajadas de línea panfletarias que pueden ahuyentar a públicos ajenos a estas temáticas. Sin embargo, pareciera que su aparición a fines de 2018 cobra un sentido diferente al que pudo tener hace cuatro años.
“El documental, en general, como género es sin duda, una de las herramientas más importante para salvaguardar la memoria, pero no como un hecho objetivo. Creo que es la memoria del pueblo, de cierto pueblo, de cómo narra o cómo siente cierto momento histórico. Esta película, por supuesto que como nada de lo que yo he hecho, pretende ser una visión objetiva de los que fue la Brigada o de lo que fue ese momento histórico. No está despojada de mis pasiones, de mis convicciones y de un momento de gente que piensa eso conmigo y, por lo cual, registra eso. Generalmente, mi mirada no es la de los medios hegemónicos, que intentan acallar cierta mirada de la realidad”, explicó Vázquez.
Quizás en estas palabras se explique uno de los valores de Los 120…, un documental que es memoria y, como tal, interviene en un presente en disputa. No podía ser de otra manera, las memorias colectivas no dejan quieto el pasado, y mucho menos el futuro.
(*) Fuente: Revista Los Haroldos
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