Para ver en el teatro: Monedas Pequeñas
Monedas pequeñas no es una historia de encierro, sino un sueño de libertad. Un hombre sale de la cárcel luego de cumplir una condena de quince años. No conocemos su nombre ni el crimen que cometió, no tenemos información sobre su vida. Sabemos que es un hombre que reencuentra la libertad luego de un largo encierro, que sale en búsqueda de un mundo que conocía bien anteriormente, de sus propios puntos de referencia, de automatismos de su vida anterior. Le incitan a salir, le dicen “¡ Sos libre !” y entonces él sale, a este mundo conocido y nuevo a la vez, con la ilusión y el temor de encontrar de nuevo su propio lugar. Quince años después, todo ha cambiado.
Monedas pequeñas no es una historia de amor, sino un relato de humanidad. Y entonces, está ella. Ella lo espera a la salida, con una mirada comprensiva que esconde una ligera sensación de vergüenza. En otra vida – aquella de antes – estaban juntos y eran felices, entrelazados por un sentimiento profundo. Ella vivió la separación, la decepción, la desilusión y ha continuado su vida hasta el momento en el cual el pasado la alcanza de nuevo. Quince años después, casi todo ha cambiado.
Porque hace falta coraje para ser libre. Durante quince años él esperó la libertad, atrapado entre muros y remordimientos. Durante todo ese tiempo, luchó para no olvidar, para tratar de retener cada perfume, color, sensación, para quedar arraigado a la vida que estaba dejando atrás, para no despegarse de ella. Recibía ecos de novedades y de cambios mientras él se quedaba inmóvil, en medio del tiempo que pasa, detenido en los limbos de todo lo que debería haber sido, pero que nunca fue. Sólo cuando está en el pasillo esperando que las puertas se abran, se da cuenta a qué punto es difícil la libertad.
Es uno de esos momentos, ¿ se dan cuenta ? De esos que soñamos infinitamente, que esperamos, idealizamos y guardamos en nuestro corazón, como una promesa que alguien nos hizo, un día, como si fuera nuestro único objetivo, nuestro horizonte. Y en el espacio de un momento, el horizonte se abre y entendemos que no era más que una cubierta en nuestra vida en forma de caja. Las puertas se abren, la luz entra y… Y repentinamente somos libres, al fin. De ahora en adelante podremos realizar nuestros deseos y hacer lo que nos plazca, podremos elegir un camino, el nuestro, entre todos los caminos posibles. ¿ Cara o cruz ? De ahora en adelante, deberemos encontrar referencias propias, asumir nuestras elecciones y decidir quién queremos ser. Porque una moneda, por más pequeña que sea, un céntimo de nada, tendrá siempre dos caras.
Vemos miradas cruzadas entre recuerdos, percepciones e interacciones. En Monedas pequeñas el teatro y el tango contemporáneos se encuentran, dando vida a un espectáculo multidisciplinario que se estructura a partir de conceptos relacionados con la voz y con la mirada. Esta creación es una historia a dos voces, contada por sus protagonistas, cada uno con su propia visión. Una voz de hombre y una voz de mujer se alternan, con el fin de proponer cada uno su punto de vista frente al espectador, a través de una actuación frontal y sincera. Pero ambos protagonistas se comunican también entre sí, sin que escuchemos sus voces. Sus cuerpos dialogan a través de una danza que rompe los códigos del tango clásico y que se apropia de una dramaturgia de la mirada y del gesto cuidada y precisa. Todas estas voces y estas miradas cruzadas sumergen al espectador en un dispositivo global donde es libre de elegir su propia perspectiva.
La música juega un rol fundamental en Monedas pequeñas, ya que une diferentes planos temporales, y nos lleva de una narración directa, a un universo más íntimo y sensible. La escenografía es minimalista. La estética del espectáculo requiere solamente de una creación de luces en la sala y algunos accesorios utilizados en escena.
Escuchamos la voz del cuerpo, la expresión que define la relación al otro. La Compagnia Atipica Randagia es una compañía de artes escénicas internacional que realiza creaciones originales e inéditas, en clave de lenguaje contemporáneo. A partir de propuestas teatrales y performáticas, buscamos nuevos códigos dramatúrgicos apostando al vértigo de la creación contemporánea. De acuerdo con esta manera de crear que nos carateriza, el dispositivo musical fue concebido a partir de la búsqueda de piezas musicales originales, de compositores de tango actuales del mundo entero, que investiguen cómo romper con el lenguaje clásico del tango. Para ello, realizamos una convocatoria de piezas musicales de tango contemporáneo, y hemos recibido propuestas de músicos y orquestas residentes en muchas ciudades diferentes, como Madrid, Roma, Barcelona, París, Buenos Aires, entre otras. Desde compositores profesionales reconocidos internacionalmente, pasando por orquestas experimentales y vanguardistas, hasta jóvenes que apenas han comenzado a grabar sus primeros discos, hemos recibido material muy diverso, y esto nos ha servido para conocer el panorama internacional de la música de tango de hoy en día.
Esta convocatoria nos pareció un eje fundamental para la concepción del dispositivo musical, y sobretodo, creemos que es pertinente con el movimiento musical del tango actual, que busca romper con los cánones clásicos y arcaicos a los que el tango estuvo acostumbrado a lo largo de su historia.
Ficha técnica TITULO Monedas pequeñas INTERPRETES Lucía Lerendegui y Fernando Corrado TEXTO Y PUESTA EN ESCENA Elisa De Angelis DURACIÓN 60 minutos
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