
Por Ariel Prat
“Paso de cancha”
(Por Ariel Prat (Especial para Motor Económico) Así como siempre sostengo que existe un “abrazo de cancha” y he llegado incluso ya a implementarlo como una forma de saludo de despedida, también creo que existe una manera de hablar en las capas populares argentinas, ya no porteñas o metropolitanas; que trasciende a lo regional y tiene su núcleo alimentario en la tribuna. Desde hace años se fue generando ese modo de hablar que emula a lo coral del fútbol. Basta ver y escuchar a la gente, antes o después de un partido, cuando los reportean y rodean en grupo a la cámara de turno “¡Preparate bostero!”, “¡Es para vos Cuervooo!”, “¡No existennnn amargosss!” y así…hagan el ejercicio y comprobarán que se habla como se canta…
Pero en tiempos en donde la televisión marca el ritmo de la comunicación aún, a pesar de las redes y las tecnologías avanzadas a las cuales accedo muy precariamente, lo que no tiene manejo es el modo de que caminamos cuando vamos a la cancha, sin distinción de equipo o de barrio, tenemos un paso especial que identifica. Un poco el cuerpo empujando hacia adelante con los brazos remando y las piernas chuecas como la de los jugadores. Es como un calentamiento previo pero en las veredas o en las calles cortadas por la yuta antes de cada partido. La cabeza erguida y desafiante, que a la salida cambia según el resultado y si se pierde, se asemeja muchísimo a otro paso con identidad que es el del “Burrero” crónico. Quien como perdedor habitual, ya tomó el paso de cabeza gacha, buscando motivos de la mancada y excusas para exponer novedosas de ese gasto que a veces ha causado derrotas familiares intensas y lo digo con conocimiento de causa familiar. Vas a Palermo por ejemplo y sentate enfrente del circo con un mate…el desfile es un cuadrito.
Volviendo al fútbol, también tenemos un modo de saltar en la tribuna, de movernos y de festejar distinto al resto del mundo. Creo que nuestra identidad social y cultural está muy arraigada, incluso los que no aman el deporte rey o no van a la cancha lo tienen incorporado levemente. Por eso, los hinchas de selección se asemejan pero no son iguales a los de equipo.
Lo que si va a cambiar si esto sigue así, es el modo sillón casero. Volver a garpar por ver el fútbol y sobre todo si sos de un equipo chico, tendrá que mirarse también en el voto, y la tribuna sin verde césped ni jugadores no sea el paisaje hogareño para quienes no puedan pagarlo. Caminar hacia la tele para apagarla es un buen ejercicio, tanto como salir a la calle con el paso de cancha hacia la victoria y no rifar el destino jamás de esta patria futbolera como el burrero sin solución de mancar…
Beso de esquina y abrazo de cancha.
- Compositor. Murguista. Poeta. Colaborador de Motor Económico.
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