Por Ariel Prat

"Sueños"

(Por Ariel Prat) Para quienes me siguen, tal vez ya escucharon aquella historia que conté de un sueño en casa del querido y recordado amigo Juan Carlos Cáceres, Juan. En el sueño, imaginaba toda una situación que luego se convertiría en letra de un tema basada en la música que se me había colado en el sueño y que el maestro estaba tempranamente componiendo esa mañana en la vieja casa de Perigny en las afueras de París. La canción nació de inmediato Juan, bajé de la buhardilla por la vieja escalera de madera sin lavarme la cara siquiera y me senté al lado del piano a escribir lo que había soñado inspirado por esa bella melodía. Mientras él desgranaba la música despierto yo armaba la letra soñando. Eso pasó.

Recuerdo ahora a la misma protagonista de ese tema, pero cuando éramos pareja, en otro sueño en donde la veía esperándome en una esquina a la hora señalada y que ella llegaba a horario, cosa que nunca ocurría Juan. Impaciente y con la mirada puesta en vaya a saber cuál punto de una vereda perpendicular por donde ella ilusionada me imaginaba llegar, o miraba ese taxi que se aproximaba lento y del cual se bajaba una señora entrada en años ayudada por un muchacho trabajosamente.

Yo no llegaría nunca. Me desesperaba correr ese telón invisible o transparente que me alejaba desde la casa antigua en donde me hallaba observando, rodeado de muertos queribles y así abrazarla desprevenida como solía hacerlo cuando estaba vivo, porque en ese sueño que recuerdo yo estaba muerto. En otra dimensión y no en otro lugar más que el deseo perenne de pretender otro lugar más allá de la vida transitando la eternidad o uno de los actos de la muerte misma. La angustia tan real fue la que me hizo despertar transpirado hasta los huevos...

Una mañana, mi hija me contó sueños. Ella está lejos, al otro lado del océano. Uno de los sueños, un poco triste, me reveló la angustia que en cierto modo nos une en silencio en estos días de cuentas regresivas permanentes y que a ella le bajan en símbolos tan raros como reales. El otro, era uno que iba con sus amiguitas de aquí a ver y escuchar a "la presidenta Cristina"...más allá de todo lo significante y emotivo de sus sueños, me parece que nos une un deseo y la permanencia de una figura que por lo visto trasciende tiempo y fronteras.

El martes pasado no me desperté bien, ¿saben? El aire de la radio me la jugó por la espalda y trasca tuve una pesadilla. Iba a dar una charla al cole de Vera en esa pesadilla. Al terminar yo la tenía que buscar para irnos. Pero ella no aparecía. Desesperado la buscaba por el colegio y hasta por las calles vecinas, pero nada...pensaba en que la mami la podría haber llevado por error sin recordar que la llevaría yo cuando me desperté de golpe. A la tarde, me entero por Vera misma que lloró esa mañana antes de ir al cole porque me extrañaba. Laura, me contó completo el relato y me dijo que en realidad ni quería ir al cole. El día anterior habían celebrado el día del padre y un regalo se quedó sin homenajeado... ¿Cómo explicarle que la distancia es esa frontera que se mueve, Juan?

Recurro a Jorge Luis Borges, para adentrarnos en el mundo de los sueños, como una llave profunda y sabia en el tema de soñar…

Si el sueño fuera (como dicen) una

tregua, un puro reposo de la mente,

¿por qué, si te despiertan bruscamente,

sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora

nos despoja de un don inconcebible,

tan íntimo que sólo es traducible

en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos

truncos de los tesoros de la sombra,

de un orbe intemporal que no se nombra

y que el día deforma en sus espejos.

¿Quién serás esta noche en el oscuro

sueño, del otro lado de su muro?

Espero que sigamos despiertos ahora, soñar no cuesta nada, solo despertar o perder la ilusión de un desenlace…cosas mundanas que en definitiva quedan en los códigos del misterio en este remolino de luces y sombras…

Besos de esquina y abrazos de cancha.

• Relato leído en Sanatario 1030, el programa de Ariel Prat que se transmite por Radio Del Plata los martes a las 23.00 hs.

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