Educación

Coronavirus

SOLICITADA POR LOS MATERIALES PEDAGÓGICOS “SEGUIMOS EDUCANDO”

La Confederación de Trabajadorxs de la Educación de la República Argentina (CTERA) reconoce el inmenso valor pedagógico de todos los materiales didácticos producidos por el Ministerio de Educación de la Nación en el marco del Programa “Seguimos educando”, para el acompañamiento de la docencia, lxs estudiantes y las familias en los procesos de enseñanza y aprendizaje en contexto de pandemia.

Todos estos materiales, que están organizados según los lineamientos establecidos en los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) comunes para todo el país, han sido recibidos con gran satisfacción en las distintas comunidades educativas; especialmente los cuadernillos impresos, por tratarse de materiales que llegan principalmente a los sectores social y económicamente más postergados y que no disponen de condiciones igualitarias de conectividad y comunicabilidad.

En todos los contextos, pero especialmente en esta situación de pandemia, se torna de suma elevancia tener un Estado presente que facilite y garantice el acceso a contenidos educativos y a bienes culturales; a diferencia de la historia reciente en la que el Estado se puso al servicio de la idea de la educación como un negocio, produciendo el más salvaje ajuste educativo, con el desmantelamiento de los programas sociales, el desfinanciamiento de la educación pública en su conjunto y la imposición de la ideología de la restauración conservadora.

Pasada la devastación neoliberal, y sumado a ello el problema actual de la pandemia, es realmente para reconocer y valorar que el Estado esté produciendo estos materiales hasta tanto se retome el normal funcionamiento de las clases presenciales en los espacios físicos de las escuelas. Especialmente, porque algunos de estos materiales, como los cuadernillos impresos, son propuestas que promueven el análisis, la reflexión y el diálogo con otras ideas. Claramente dichos materiales no reemplazan -ni pretenden hacerlo- a la escuela, ni a las clases en las aulas, ni a las y los docentes. Y tampoco han sido presentados como una “bajada de contenidos de la historia completa”, tal como lo ha “demonizado” la prensa de la derecha. Por el contrario, son un aporte para abrir los debates, desde una perspectiva superadora del reduccionismo impuesto por la gestión anterior, que sacó de los currículums, entre otras cosas, la perspectiva latinoamericanista, la política de los DDHH y de la perspectiva de la revisión histórica.

Desde nuestra organización sindical docente también manifestamos nuestro más enérgico repudio frente a la operaciones mediáticas que, sin ningún tipo de rigor pedagógico, denuncian que “con los cuadernillos educativos están queriendo adoctrinar a los chicos”. Pues esta misma prensa de baja calidad es la que verdaderamente intenta adoctrinar a la población con las ideas clásicas del pensamiento conservador que, entre otras cosas, ve a la educación como un gasto, y caratula como “derroche” a los recursos que destina el Estado para estos fines.

Las notas en cuestión que contienen estos cuadernillos no representan ni el 1% de la totalidad de las miles de páginas impresas. Estas notas refieren a las políticas de cuidado colectivo que despliega el Gobierno actual frente a las injusticias y desigualdades estructurales, que son consecuencia de las políticas que nos llevaron al actual estado de fragilidad social. ¿Acaso esto no es así? Y en otros pasajes se nombran pensadores como Paulo Freire o se recuerda que una dictadura cívico-militar produjo 30 mil desaparecidxs. Esto es lo que la prensa hegemónica llama “adoctrinamiento”. Pero evidentemente, son los poderes reales, en América Latina, los que tienen más posibilidades de adoctrinamiento que los gobiernos elegidos por la voluntad popular.

La prensa hegemónica es la que adoctrina, porque con sus reiteradas columnas críticas a dichos cuadernillos condiciona el horizonte de lectura de tal forma que el lector sólo repara en lo previamente señalado por el columnista en su crítica a una nota descontextualizada y no en el contenido total de los cuadernillos en cuestión.

Desde CTERA saludamos que el Estado esté trabajando por un horizonte emancipador y en conflicto con la cultura dominante. No son los medios de comunicación masivos quienes deberían tener la prerrogativa del juicio crítico que pretenden imponer, sino los/as miles de docentes, familias y estudiantes, especialmente los más afectados por las condiciones de desigualdad que celebran, festejan y agradecen la iniciativa y se siguen educando.

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