#MortorDomingo INTERNACIONALES:@lanavecomunica3 / Por Pedro Varela
CRIPTOWORLD / ¿SE VIENE EL ESTALLIDO?
Olvidate de las curvas de Elliot, la secuencia Fibonacci, Ichimoku, Bollinger, y Adam Smith. La blockchain es una jungla llena de incertidumbres, y ballenas engullidoras de "Jonases".
( Por Pedro Varela ) Mucho se ha hablado sobre criptomonedas en los últimos tiempos, a pesar de que este ecosistema monetario lleva más de una década funcionando en todo el mundo. En esta columna, vamos a intentar desentrañar algunos enigmas para l@sneófit@s, y también l@siniciad@s que todavía operan sin conocer los vectores involucrados en este mercado tan salvaje e indómito (o al menos, eso es lo que nos quisieron hacer creer). Empecemos por el principio para luego ir por partes, como diría Jack el destripador.
SatoshiNakamoto, o un paper de la NSA?
La "historia oficial" del criptomercado, comienza con la aparición misteriosa de un ser imaginario con el seudónimo de SatoshiNakamoto, cuando en 2008 "publicó" el trabajo que sentó las bases del Bitcoin, y la tecnología blockchain (1). Se especula mucho sobre la identidad de este "señor", pero podemos encontrar algunas coincidencias demasiado casuales con un trabajo teórico de la NSA que data de los años 90's, en el cual se planteaba la idea de una moneda digital anónima, descentralizada, e imposible de manipular. Este trabajo (2), pasó totalmente desapercibido en su momento, y tampoco está claro si realmente tuvo algo que ver a pesar de las innegables coincidencias con la actualidad, y sus posteriores incidencias.
Sus autores/as son reconocid@scriptógraf@snorteamerican@s, fácilmente rastreables para cualquier ser human@ con acceso a internet (Laurie Law, SusanSabett, y Jerry Solinas). Pero no quiero aburrirles con teorías conspirativas sobre el "deep state" yankee que conocemos con mucho detalle en Sudamérica sufriéndolo a diario, sino más bien avanzar en el enigmático funcionamiento de la tecnología involucrada, y el impacto que tiene en la economía "clásica". He discutido mucho con defensores del Bitcoin desde su aplicación práctica, ya que en mi caso, me puse a minar junto a mi amigo Moriarty, quien tenía una placa de video AMD y otra NVIDIA (la AMD terminó quemándose literalmente en dos oportunidades con el gasto que eso implicó), provocándonos profundos dolores de cabeza a lo largo de todos estos años, para recordar aquel famoso poema de Kavafis, "Ítaka" (3).
Pero siendo realista, hube de capitular ante lo inevitable que se volvió para mí (y para el resto del mundo) a la hora de mantenerme por fuera de los sistemas bancarios tradicionales. En el 2009, nosotros también desconfiábamos de la potencialidad del BTC por una cuestión de soledad en el blockchain (en aquel entonces nos tildaban de locos), y su antigua baja rentabilidad. Al poco tiempo nos dimos cuenta del craso error que habíamos cometido: la tecnología blockchain había llegado para quedarse.
La deep web
A la par del crecimiento en materia de usuari@s de Bitcoins como moneda de cambio, una red informática todavía más subterránea ganaba adept@s en los bajos fondos de la criminalidad. La red TOR, aunque no es ni será la única, sigue siendo la más usada para intentar mantener cierto anonimato. Lo que se conoce como la Deep Web, o "internet profunda", se popularizó en el mundo criminal tecnológico dándole un nuevo giro al Bitcoin, y su incipiente cadena de bloques. Más allá de cualquier conjetura para quien no haya navegado en esas densas aguas del sub-mundo digital, es un hecho que la exponencialidad del precio del BTC creció a la par del mercado negro que ofrecía esta nueva argucia tecnocrática. Muy conocido es el caso de Silk Road, sitio web creado por Ross Ulbricht (4) en el año 2010-2011. Un fanático de Ludwig von Mises, y la escuela austríaca liberal.
Sacamos dos conclusiones de estos hechos: ni el Bitcoin era tan anónimo, ni la criptografía involucrada en las redes anónimas eran tan eficaces. Para resumir, el BTC se sustentó del enorme mercado criminal que ofrecía este supuesto anonimato, y del insaciable deseo capitalista para acumular liquidez, y evadir impuestos. Parecía que se iba a acabar la fiesta criptográfica, pero el dinero seguía circulando. Digitalmente en un principio, para luego convertirse en FIAT (fiduciario). Había que hacer algo con todo ese capital "impalpable", a pesar de que seguía siendo algo secreto, o (al menos) discreto. El precio del BTC se disparó de una manera insospechada, y se popularizó más allá de las fronteras de la criminalidad, atrayendo a inversores/as curios@s, informátic@sfanátic@s, y evasores fiscales. Este gráfico habla por sí solo (5).
La explosión
Olvidate de las curvas de Elliot, la secuencia Fibonacci, Ichimoku, Bollinger, y Adam Smith. La blockchain es una jungla llena de incertidumbres, y ballenas engullidoras de "Jonases". Cualquiera puede cambiar un BTC por un caramelo si así lo desea. De hecho, la primera transacción real de BTC, fue cuando el usuario "Lazlo" del portal web bitcointalk.org tradeó 2 pizzas (6) al irrisorio precio de 10.000 BTC, el equivalente en este mismo instante (remarco esto por la constante volatilidad de sendas monedas) a unos 41.886.233.170 pesos argentinos. Supongo que en este instante Lazlo tiene que tener un dolor de barriga al menos (a no ser que tuviera otros 10.000 BTC en el colchón...). Aquí podemos ver la primera transacción de BTC (7). Aquí la de Lazlo (8)y su hijo feliz con la gran inversión de su padre que ahora vale $426,931,700.00 aproximadamente (9).
La mutación de las blockchains y los smartcontracts
Los días de gaseosa y pizza habían pasado, y el BTC seguía creciendo, cuando de repente apareció la blockchain de Ethereum (10) con la inclusión de los smartcontracts (contratos inteligentes), que fueron ideados para desarrollar DAPP's, o aplicaciones descentralizadas. Esto permitió el advenimiento de nuevas formas de trading impensadas hasta el momento, e incentivaron nuevas maneras de intercambio de bienes, materiales e inmateriales, que es justamente donde estamos ahora. Un aluvión de blockchains y nuevas tecnologías fueron desarrolladas desde entonces, y ahora la bola de nieve digital, no para de crecer. La tecnología blockchain parece una especie de magia negra, pero está claro que no va a desaparecer. Está en nuestras manos cómo manejar esta bestia "descontrolada" para que nuestro presente no siga oscureciendo los mercados tradicionales, y la especulación financiera. Karl Menger se estaría peinando el bigote al observar la voracidad con la que las ballenas tragan impasibles tanto a toros como a osos en los mercados clásicos.
En el próximo artículo, veremos la actualidad de las diversas blockchains, y sus variopintas posibilidades de inversión.
Llamadas (1) https://es.wikipedia.org/wiki/Cadena_de_bloques (2) http://groups.csail.mit.edu/mac/classes/6.805/articles/money/nsamint/nsamint.htm (3) http://www.materialdelectura.unam.mx/index.php/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/62-025-cavafis?start=12 (4) https://es.wikipedia.org/wiki/Ross_Ulbricht (5) https://www.buybitcoinworldwide.com/es/precio/ (6) https://bitcointalk.org/index.php?topic=137.msg1195#msg1195 (7) https://www.blockchain.com/btc/tx/0e3e2357e806b6cdb1f70b54c3a3a17b6714ee1f0e68bebb44a74b1efd512098 (8) https://www.blockchain.com/btc/tx/a1075db55d416d3ca199f55b6084e2115b9345e16c5cf302fc80e9d5fbf5d48d (9) http://heliacal.net/~solar/bitcoin/pizza/ (10) https://es.wikipedia.org/wiki/Ethereu
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