Especial para Motor Económico/ Por GUSTAVO ALEJANDRO GIRADO(*)
El antimonopolio chino y sus unicornios: la contrucción de un destino compartido
( Especial para Motor Económico/ Por GUSTAVO ALEJANDRO GIRADO ) Ya no es novedoso referirse a China como epicentro de noticias de alto impacto, casi cotidianamente. Dada su dinámica y vasos comunicantes que ha sabido enhebrar a todo nivel con el resto del mundo, lo que China decida y haga impactará de alguna u otra manera en el resto. Ya sea que se hable de cuestiones comerciales, de inversiones, migratorias, científicas o militares, sus decisiones como Estado nación no pasarán desapercibidas y, dado el gran tamaño que tiene ahora su espalda (si se me permite), muchas economías esperan que opine China primero antes de tomar ciertas decisiones. Importan sus gestos, importa lo que dice. Y de allí estas líneas: recientemente, las entidades públicas que regulan los mecanismos financieros y que monitorean el mercado de capitales chino, tomaron una medida sorprendente cual fue la de suspender la salida al mercado de capitales, o sea de una oferta públicas de acciones –IPO, por su sigla en inglés- de una de las empresas más grandes del mundo, Ant Financial, brazo financiero del grupo fundado por Jack Ma, fundador de Alibaba y una de las personas de mayor fortuna personal del mundo. Según medios chinos, si la IPO por us$ 37 mil millones de Ant hubiera procedido, la entidad (la “fintech” más grande del mundo) hubiese alcanzado una capitalización de mercado mayor que incluso el banco chino más grande, el estatal ICBC. Ese evento tan esperado por el mundo financiero, fue suspendido apenas 48 hs. antes a que tuviese a lugar. Y con el hecho es que debemos ver los gestos para comenzar a comprender. Veremos dos, tratando de “arrimar el bochín”.
Días antes de la suspensión, el gobierno definió públicamente las características del 14º Plan Quinquenal, que es atravesado en su texto por un fuerte carácter de autosuficiencia. Las políticas que China lleva a cabo desde hace años para dejar de ser dependiente de occidente, se hacen más visibles ahora pues la disputa por la hegemonía en ciertos segmentos de producción de manufacturas de alta tecnología, estuvo mucho menos oculta gracias a la política exterior norteamericana durante la administración Trump. Más sencillo: en la medida que la pelea entre EE.UU. y China se mostraba en público como una disputa comercial, era menos visible -entonces- la pelea que tenían por los mercadosde tecnologías para las cuales aún no se definieron las normas, los patrones y los estándares.
En esos ámbitos donde el poder se concentra (la tecnología, el conocimiento), China ha progresado y ha conseguido que muchas empresas privadas, con apoyo estatal económico y político, paulatinamente y durante años se fueran convirtiendo en “las” empresas tecnológicas chinas, sus unicornios, que en muchos segmentos del sector high tech han conseguido registrar muchas patentes, tantas o más que las empresas con casa matriz en las economías del hemisferio norte occidental. Esas empresas de capitales chinos se hacen de mercados, los disputan y vencen, y son un gran problema para quienes hasta ahora no tenían rival. De aquí, que Huawei, ZTE, Tencent, Bytedance (Tick Toc) y muchas otras, son tremendos gigantes de alcance global que, precisamente, están participandoen la escritura de los formatos de las tecnologías que dominarán el siglo XXI, vulgo 5G, IoT (internet de las cosas) y el mundo de “la nube”. Sus éxitos en el extranjero han sido positivos desde la perspectiva de la formulación de políticas, y de hecho, aquellas empresas son las que tendrán que hacer la tarea más difícil para generar los motores de la inteligencia artificial, la capacidad de recopilación de datos y la computación en la nube, pues China no ve a la 5G como una tecnología de consumo, sino como la plataforma de lanzamiento de la siguiente revolución industrial .
Precisamente, la prohibición a que algunas de ellas puedan seguir trabajando en el mercado de EE.UU., de Australia o la India, por caso, puso a China en el lugar del rival a vencer, ya que es la economía que para EE.UU. roba, miente e impide trabajar al resto de las empresas “del mundo libre”. Y aquí, claro, también se encuentran las tremendas empresas chinas de microcréditos, combustible de los emprendedores chinos que se lanzan con sus celulares a hacerse de financiamiento para sus proyectos (las microfinanzas aportan casi el 40% de los ingresos de Ant). Y vamos cerrando el círculo por el lado de Ant Financial, pues lo que el gobierno chino habría impedido al suspender la IPO, aparentemente, es que le ocurra lo que le sucede hoy a la economía norteamericana, precisamente.
Según Reuters, el Departamento de Justicia de EE.UU. (junto con 11 estados de ese país) presentaron una demanda antimonopolio contra Google -de Alphabet Inc.- en octubre pasado por violar la ley -presuntamente- al usar su poder de mercado para defenderse de sus rivales. Asia Times amplía: el peso de las grandes empresas tecnológicas en los mercados de capitales es abrumador, pues en 2010 las 5 mayores empresas de tecnología representaron solo el 11% de la capitalización de mercado del S&P 500, mientras que para el pasado septiembre su participación se había duplicado: sólo 10 empresas del S&P 500 poseen dos quintas partes de todos los saldos de efectivo de los miembros del índice, y todas menos una son un gigante tecnológico.
Justamente, Goldman informa que los tres principales tenedores de efectivo son Microsoft, Apple y Google, que tienen 1/5 de todo el efectivo de las compañías indexadas allí. De hecho, Apple tiene tanto cash que recompró us$ 327 mil millones de sus acciones desde 2012 a la fecha . Tanto capital se concentra en tan pocas manos que las decisiones de gestión de una docena de empresas marcan el tono de toda la economía. Esa causa por el posible monopolio de Google es la más grande en décadas, lo que trae a la memoria el caso de AT&T cuando, por motivos similares, se decidió trozarla. Por su lado Amazon tiene su propia causa en la UE, también de revisión en el marco de la ley antimonopolio. Según el diario que oficia de vocero del gobierno chino, Global Times, la medida para frenar la IPO de Ant es una clara señal de que se pretende evitar que se formen monopolios y oligopolios, que sofocarían la competencia y la innovación del mercado. El SCMP informa que China ya ha publicado un proyecto directriz antimonopolio para frenar los que se están generando basados en Internet , lo que nos induce a pensar que se trata de medidas para que a China no le suceda lo mismo que a EE.UU., y esa parece ser parte de la explicación de la medida del Politburó. Pero nos falta otro gesto, si se quiere más profundo o enraizado en la misma China.
Una semana y media después que se decidiera suspender la IPO, el presidente chino estaba en Nantong, un puerto del río Yangtze cerca de Shanghai, en un museofundado por una persona muy especial para la historia de China: Zhang Jian (1853-1926), a quien Xi Jinping estaba homenajeando. Fue funcionario del último emperador chino, posición a la que se accedía con esfuerzo y dedicación, un lugar que, en la escala social de entonces, se encontraba muy por encima de los comerciantes. Tener conocimiento y cultura consituianactivos muy considerados socialmente (según el sistema de valores confuciano, la posición social de los empresariosincluso estaba por debajo de la de los agricultores y artesanos). Zhan Jian dejó su empleo a fines del siglo XIX, cuando el imperio se desmoronaba rápidamente, en especial luego de la derrota en la primer guerra sino-japonesa, y los levantamientos contra el emperador eran frecuentes; él ya simpatizaba con los movimientos reformistas que aspiraban a modernizar China para poder defenderse de un Japón recientemente industrializado y de las potencias coloniales europeas, que desde la primer guerra del opio (1839) venían esmerilando rudamente al territorio chino, su gobierno y su gente. Los políticos que pugnaban por construír una República se acercaban desde el exilio para conducir aquellos movimientos rebeldes, y con ellos se fue a trabajar Zhang Jian, a la sazón luego ministro del primer y efímero gobierno de la República de China.
Las fuentes refieren a Zhang Jian como quien construyó fábricas y fundó más de 370 escuelas, y ahí en Nantong el actual presidente chino dijo que Zhang había sido “un sabio y un modelo a seguir" para los empresarios de China, según el Financial Times.Allí Xi elogió al erudito convertido en empresarioy desde ese museo pidió a los líderes empresariales del sector privado de China que "fortalezcan sus sentimientos por el país y asuman responsabilidades sociales". Xi ya se había referido a Zhang en un encuentro con empresarios en julio pasado, donde sostuvo que “los empresarios destacados deben tener un fuerte sentido de misión y responsabilidad por la nación, y alinear el desarrollo de su empresa con la prosperidad de la nación y la felicidad de la gente”. Ahí en Nantong Xi Jinping también dijo que cuando los empresarios privados se enriquecen, deberían volverse sabios y socialmente responsables y ser “leales al Partido”, reseñando la manera en que Zhang había combinado lo que él entendiera como un proyecto de país desarrollado.
Según medios chinos Zhang dejó un legado tal que en su momento Mao Zedong lo llamó uno de los cuatro industriales chinos que nunca deberían ser olvidados, y ahora que Xi Jinping invoca su memoria, no puede considerarse una coincidencia sino que es un claro mensaje a los multimillonarios chinos. Otro semanario traduce lo que Xi Jinping destacara de Zhang: “la industrialización como una forma de hacer frente al imperialismo extranjero, con sus primeras fábricas centradas en el algodón y el acero, las mayores importaciones de China de la época, para que la economía nacional pudiera reducir parte de su dependencia de los proveedores extranjeros”.Y este es el punto, donde la centralidad del partido pone nuevamente -en este caso a través de un discurso- al proyecto colectivo por delante de las ambiciones personales, lo que no es desconocido para los magnates chinos de hoy. La misma fundación benéfica de Jack Ma, centrada en educación y cuestiones medioambientales, estaba valorada en us$ 4,6 mil millones y para fin de 2019 había distribuido unos us$ 300 millones;también prometió el 2% de las acciones de Ant a organizaciones benéficas, según informes de los medios chinos.Mucho dependerá, entonces, de cómo los jugadores más relevantes como Alibaba y Tencent puedan demostrar sus lealtades nacionales una vez más, resaltaban medios chinos.
Y aquí sería donde los planetas chocan. Un siglo después podemos cambiar los sustantivos “algodón” y “acero” de arriba por “semiconductores”, y la lucha de China por reducir la dependencia revive pero con otros actores y formatos. Las políticas de EE.UU. sancionando a las empresas que le vendan insumos a aquellas empresas que a su vez sean proveedoras de ciertas tecnológicas chinas, no hace más que mostrarnos algunos de los recursos utilizados hoy por quienes “subieron al techo y tiraron la escalera”. Los chips semiconductores son el objeto más visible -materialmente hablando- de esta disputa, y el trabajo forzado al que el gobierno chino sometió a su industria de alta tecnología para dejar de depender de la tecnología occidental, no hace más que estrechar las necesidades políticas del Partido con los requerimientos del desarrollo de China, tal que no sean las tecnológicas foráneas las que establezcan los patrones de las manufacturas de alta tecnología. Los semiconductores tienen un papel central en la fabricación del hardware que requieren las TIC’sy le permiten, a quien los desarrolla, utilizar todo el software para estos dispositivos -incluido el equipo de red que alberga Internet- y constituyen las claves para crear nuevas generaciones de tecnología de punta.
La idea de los poderes de occidente es que China no progrese en estos segmentos, y el trabajo que hizo y hace China para construír su propio camino es durísimo. Sin embargo, todo indica que las restricciones impuestas a los capitales chinos no han hecho otra cosa que amalgamar esos esfuerzos en el sentido que Xi Jinping promociona, a la luz del rescate de figuras como Zhang Jian. China tiene la intención de construir una cadena de abastecimiento completa de microchips de punta a punta (dentro de las cadenas globales de valos, hacerse del conocimiento “aguas arriba” y “aguas abajo” del proceso, para poder dominarlo), y cada vez está más cerca. En otras palabras, ya no dependerá de las tecnologías estadounidenses, según el último plan quinquenal del país.
(*) Mg. GUSTAVO ALEJANDRO GIRADO Director - Posgrado de Especialización en Estudios en China Contemporánea DPPP, UNLa
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