Aldea Global

Por Thierry Meyssan

El Deep State de EEUU, agazapado a la sombra del coronavirus. Los planes golpistas del NorthCom.

Vale recordar que el principio de la «Continuidad del Gobierno» se instauró al inicio de la guerra ‎fría. Se trataba de proteger la administración de Estados Unidos en una situación de guerra ‎nuclear contra la Unión Soviética o ante la muerte u otro impedimento de los principales ‎responsables del país: el presidente de Estados Unidos, su vicepresidente y el presidente de la ‎Cámara de Representantes. En virtud de una directiva escrita del presidente Dwight Eisenhower, ‎ante tales circunstancias un gobierno militar tendría que asumir inmediatamente la continuidad ‎del mando hasta un ulterior restablecimiento de los procedimientos democráticos [2].‎

Esa directiva fue invocada y esa forma de gobierno fue implantada el 11 de septiembre de 2001 por el entonces coordinador ‎nacional de la lucha contra el terrorismo, Richard Clarke [3]. Sin embargo, aunque el país vivió ese día una ‎situación de emergencia, ni el presidente de Estados Unidos, ni su vicepresidente, ni ‎el presidente del Congreso habían muerto, como tampoco estaban en la imposibilidad de ejercer ‎sus funciones respectivas, lo cual me lleva a la conclusión de que el 11 de septiembre de 2001 ‎Estados Unidos vivió un golpe de Estado. El entonces presidente, George W. Bush, no recuperó ‎sus prerrogativas hasta la noche de aquel día y nunca se aclaró qué pasó en la decena de horas ‎durante las cuales su autoridad quedó suspendida [4].‎

Según explica en Newsweek William Arkin, considerado el mejor especialista en temas del ‎Pentágono, actualmente existen 7 planes diferentes [5]:‎

  • el Rescue & Evacuation of the Occupants of the Executive Mansion (RESEM), para garantizar la ‎protección del presidente, del vicepresidente y de sus familias;
  • el Joint Emergency Evacuation Plan (JEEP), para garantizar la protección del secretario ‎de Defensa y de los principales jefes militares;
  • el Atlas Plan, para garantizar la protección de los miembros del Congreso y de la ‎Corte Suprema;
  • Octagon, plan con objetivos totalmente desconocidos;
  • Freejack, también desconocido;‎
  • Zodiac, igualmente desconocido;‎
  • Granite Shadow, plan que prevé el despliegue de unidades especiales en Washington, establece ‎las condiciones para el uso de la fuerza y para poner el territorio bajo la autoridad de los militares ‎‎ [6].‎

Es importante observar que existe una contradicción entre el supuesto objetivo del RESEM –‎garantizar la protección del presidente y del vicepresidente– y el hecho que ese plan se aplicaría sólo en caso de muerte o de impedimento de esos responsables. ‎

En todo caso, la aplicación de estos 7 planes estaría en manos del Mando Militar de ‎Estados Unidos para América del Norte (NorthCom), encabezado por un ilustre desconocido, ‎el general Terrence J. O’Shaughnessy.‎

O sea, en virtud del derecho estadounidense, este general se convertiría en dictador de ‎Estados Unidos sólo en caso de muerte o de impedimento de los 3 principales responsables ‎electos del Estado federal –el presidente de Estados Unidos, su vicepresidente y el presidente de ‎la Cámara de Representantes– pero en la práctica su predecesor, el general Ralph Eberhart, ya ‎fungió como tal a pesar de que esos 3 responsables no estaban muertos ni impedidos de ‎realizar sus funciones. A los 73 años, el ahora retirado general Ralph Eberhart dirige actualmente ‎las principales empresas que proveen la aviónica militar en Estados Unidos. ‎

El 13 de febrero, el general O’Shaughnessy afirmó ante la Comisión del Senado a cargo de las ‎fuerzas armadas que el NorthCom estaba preparándose para lo peor. En el marco de esos ‎preparativos, el general O’Shaughnessy se comunica diariamente con los otros 10 mandos ‎centrales de las fuerzas de Estados Unidos en todas las regiones del mundo [7].‎

También es importante recordar aquí que, además del territorio de Estados Unidos, la «zona de ‎responsabilidad» del NorthCom abarca también Canadá, México y Bahamas. En virtud de varios ‎acuerdos, el NorthCom puede, por iniciativa propia, ordenar el despliegue de tropas ‎estadounidenses en esos tres países. ‎

En 2016, el entonces presidente de Estados Unidos Barack Obama firmó la orden secreta ‎denominada Presidential Policy Directive 40 sobre la National Continuity Policy, o sea la ‎‎«Política de Continuidad Nacional». Sólo 2 días antes de que el presidente Donald Trump ‎asumiera sus funciones en la Casa Blanca, el entonces administrador de la FEMA –la agencia ‎federal a cargo de las situación de urgencia–, Craig Fugate, firmó la Federal Continuity ‎Directive 1 (Directiva Número 1 de Continuidad Federal), que precisa ciertos aspectos de la ‎aplicación de ese procedimiento en niveles inferiores. ‎

Todo está previsto en función de «lo peor». La epidemia proporciona el pretexto para actuar. ‎En ese contexto, las preguntas planteadas recientemente por el vocero del ministerio chino ‎de Exteriores [8] sobre ‎la posibilidad de que los militares estadounidenses hayan diseminado deliberadamente el nuevo ‎coronavirus, adquieren el mayor sentido y cobran nueva vigencia. ‎

[1] “End the ‎dog-eat-dog mentality to tackle the crisis”, Gordon Brown, Financial Times ‎‎(Reino Unido), Voltaire Network, 26 de marzo de 2020.

[2] Continuity of ‎Government: Current Federal Arrangements and the Future, Harold C. Relyea, Congresionnal ‎Research Service, 5 de agosto de 2005.

[3] Against All Enemies: Inside America’s ‎War on Terror, Richard Clarke, Free Press, 2004.

[4] A Pretext for War: 9/11, Iraq, and the Abuse ‎of America’s Intelligence Agencies, James Bamfort, Anchor Books, 2005.

[5] “Exclusive: Inside The Military’s Top Secret ‎Plans If Coronavirus Cripples the Government”, William M. Arkin, ‎‎Newsweek, 18 de marzo de 2020.

[6] “Top Secret Pentagon Operation “Granite Shadow” revealed. Today in DC: Commandos in the ‎Streets?”, William Arkin, Washington Post, 25 de septiembre de 2005.

[7] Hearing to receive ‎testimony on United States Northern Command and United States Strategic Command in review ‎of the Defense Authorization Request for fiscal year 2021 and the future years Defense Program, ‎Senate Committe on Armed Service, 13 de febrero de 2020.

[8] «Propaganda y preguntas sin respuesta sobre el origen del Covid-19», Red Voltaire, 25 de marzo de 2020.

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