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Inversiones / Por Gabriel Fernández
(Por Gabriel Fernández * ) Miro el teléfono y aparece una sección de Noticias. Alguien las selecciona para uno. Y para todos. En esa sección jamás apareció la botadura del LICA. Construido en los Astilleros Río Santiago, evidencia la capacidad de nuestros trabajadores y la decisión de poner en marcha el gran establecimiento. Pero sí aparecen las críticas y las burlas, en modo “Flor de Ceibo”, de la nave. Imagino que lo mismo debe estar sucediendo en los celulares de miles y miles de personas.
La inocencia de los analistas de la web, durante varios años, los llevó a decir que la misma nos encapsulaba pues al conocer nuestras tendencias, se elaboraría una burbuja destinada a quienes piensan parecido. Nada de eso es así: se nos impone la “información” que los espacios de poder desean. Un diseño direccionado sobre gustos implicaría el funcionamiento del capitalismo; estaría destinado a vendernos lo que queremos comprar.
Esto es otra cosa. Ratifica la condena de toda una franja social sobre el movimiento nacional, los sindicatos, los trabajadores, la presencia estatal en la economía. Y genera desánimo en quienes podrían sentir satisfacción por algún paso correcto de esas instancias. Es una inversión que está más allá de la ganancia directa. Las grandes compañías ponen en circulación las ideas y las noticias que las benefician más allá de los resultados económicos inmediatos.
Ellos no temen invertir en propaganda, a la cual hacen pasar por información. Nuestro Estado sigue desfinanciando a los medios nacional populares, lo cual deriva en menor potencia para la difusión de verdades. Para ver lo concreto, no hay un solo aviso del gobierno de la Provincia de Buenos Aires en nuestros medios. La noticia de la botadura del LICA fue obtenida a través de los gremios que se comunican con estos lugares periodísticos.
Lo curioso de todo esto no radica solo en los lineamientos. Nuestros medios se auto sostienen debido a un fuerte trabajo profesional y una búsqueda incesante de recursos genuinos. Como contracara, varios de los espacios de mayor difusión son deficitarios y sólo pueden expandirse del modo que lo hacen al recibir extraordinarias pautas publicitarias del Estado.
El Estado sigue invirtiendo en las vías de comunicación que a su vez invierten en la des nacionalización y la des industrialización. Volvemos sobre este tema porque, simplemente, es así.
· Director La Señal Medios
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