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La economía social , una solución para salir de la "prisión blanda"
(Por Lic. Analia Coccolo / Especial para Motor de Ideas) Muy pocos están dando el verdadero debate que se viene y que quedará como secuela de esta Pandemia: ¿qué es la economía social? ¿Para qué sirve en estas circunstancias? ¿Cuál es el rol del trabajador autogestionado? ¿El mundo se transformará y cambiará sus paradigmas económicos y sociales?
Hoy como dice Paul B. Preciado (Nota El País, MAR 2020), vamos a rever nuestros cuerpos así como también nuestros roles en una sociedad que mundialmente debe cambiar las lógicas del trabajo y del ocio.
Si algo dejó en descubierto este virus es que no se necesita ser del primer mundo o del último mundo, para hacerle frente; lo que se necesita es de un Estado Presente que le garantice al ciudadano el cuidado y le otorgue valor de primera y no de segunda
Basta mirar los casos de Estados Unidos, Reino Unido, España, Italia, Rusia, entre otros, para confirmar que lo que hay que reconfigurar es la mirada que tenemos del otre, esa otredad que necesita revisarse, porque la hipocresía y las lógicas capitalistas vienen dominando en forma perversa nuestras vidas y hoy sentimos que en nuestra casa no somos útiles, no servimos y algunos no soportamos la idea siquiera de vivir en esta prisión blanda.
¿Por qué hoy nos preguntamos esto? ¿Por qué necesitamos que un enemigo invisible confirme algo que ya estaba ocurriendo?
¿Será que la solidaridad será tan efímera como este virus, que cuando se haya disipado, nos volverá más individualistas?
¿O quizás entendamos que en este mundo no estamos solxs y que siempre habrá alguien peor que uno, dispuesto a que le tendamos una mano?
No creemos que se extinga el Capitalismo, pero sí creemos que este shock de que habla Klein pondrá patas arriba un sistema que debe culminar: el sistema de que los que se enriquecen a costa de la explotación de los más vulnerables; el sistema donde no hay redistribución de riqueza, y cuando la hay se mira como algo "anormal", cuando lo normal debe ser que todxs, sea cual sea nuestro origen social, tengamos las mismas oportunidades.
La mirada que viene es de cooperación mundial, esa mirada de las cooperativas pequeñas, regionales, locales, que hoy se mira como un TODO en medio de un bosque de árboles talados, donde solo quedaremos en pie quienes podamos entender que mañana, cuando salgamos de nuestra casa, la salvación no será individual porque nunca lo fue; la salvación es y será colectiva, porque del otro lado siempre habrá alguien que nos necesite.
Ese chipá que comés antes de subir al tren, las biromes que te venden en el subte, las remeras estampadas distribuidas en la calle, un niño pidiendo en la mesa de un bar,todxs ellos sufren porque el monstruo no es el virus, el monstruo es otro y se llama Capitalismo, un monstruo grande que viene pisando fuerte las voluntades a nivel mundial, con una economía que oprime y naturaliza la opresión.
¿Será momento entonces de otra economía, la social y solidaria que puja por salir y emerger de una buena vez?
¿Será momento de dar este debate para que quienes hoy quedaron sin nada, frente a esta contingencia, puedan tener los mismos derechos?
No somos futuristas, no podemos vaticinar que pasará, pero de algo estamos segurxs, si no damos este debate en forma urgente e inmediata, nada de esto que pasó habrá valido la pena, porque la pena vale mucho y hoy la sienten millones que sufren en un mundo desigual.
A casi un año y medio de Pandemia, abogamos por la equidad que nos falta, luchamos por la igualdad que necesitamos y ponderamos la justicia social con perspectiva de género para el sector de la economía social y solidaria. Por un mundo sin prisiones, y con la libertad real del trabajo digno y justo.
*Especialidad en América Latina: Ciudadanía, Derechos E Igualdad –CLACSO Secretaria de la Federación de Cooperativas de Mujeres ATENEA
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