Aldea Global

Informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Agosto/ 2020

La pandemia atenta contra la capacidad productiva de toda una generación

La profundización del desempleo, de la informalidad y de la inactividad pueden afectar de forma desproporcionada a los jóvenes y, por ello, mermar la capacidad productiva de una generación, según un informe de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina y el Caribe.

En una conversación virtual con jóvenes y representantes de sindicatos y empresas sobre “los desafíos del empleo juvenil en tiempos de la Covid-19 en la región”, la Oficina del organismo laboral tripartito con sede en la ciudad peruana de Lima debatió e intercambió puntos de vista e ideas sobre las medidas urgentes a adoptar para generar “un mejor futuro del trabajo”.

Esos referentes analizaron “el futuro del trabajo juvenil en la pospandemia”, exploraron las alternativas de las políticas públicas y los reclamos del sector juvenil, de su educación y de la formación para un mundo sostenible, emprendimientos y empoderamientos y la construcción de ese porvenir a través del diálogo social, puntualizó un documento de prensa de la Oficina.

El informe global de la OIT “Los jóvenes y la pandemia” aseguró en ese sentido que la emergencia sanitaria provocó “la interrupción de la educación de más del 70 por ciento de ese sector de la sociedad”, y explicó “los efectos devastadores en su empleo, la educación, sus derechos y el bienestar mental”.

“Los efectos desproporcionados de la Covid-19 en los jóvenes exacerbaron la desigualdad y podrían mermar la capacidad productiva de una generación. Desde el inicio de la emergencia más del 70 por ciento que estudia o compagina sus estudios con trabajo fue perjudicado al cerrar escuelas, universidades y centros de formación. El 65 por ciento fue afectado como consecuencia de la transición de la enseñanza presencial a la de línea o distancia”, afirmó.

El estudio del organismo tripartito añadió que no obstante los esfuerzos realizados para continuar la formación o los estudios, la mitad de esos jóvenes opinó que “la conclusión de esa meta se retrasará y, otro 9 por ciento, señaló que muy probablemente deberá abandonar los objetivos de forma definitiva”.

La situación es peor aún para aquellos que viven en países de ingresos menores, en los que hay más deficiencias para acceder a internet y disponer de equipamiento o espacios en el hogar, lo que expuso “la enorme brecha digital entre las regiones”, puntualizó el director general de la OIT, Guy Ryder.

“Mientras el 65 por ciento de los jóvenes de los países de elevados ingresos pueden asistir a clases por videoconferencia, la proporción de quienes prosiguen sus clases en línea en naciones de bajos ingresos fue del 18 por ciento. La pandemia tiene una repercusión muy adversa en la juventud”, expresó.

Según el nuevo informe, el 38 por ciento de los jóvenes siente “inquietud” por su futuro profesional, en tanto está previsto que la crisis dificulte el desarrollo del mercado laboral y prolongue el período de transición de ese sector de la sociedad desde que finaliza sus estudios hasta que logra el primer empleo.

Uno de cada seis jóvenes dejó de trabajar desde el inicio de la crisis.

Los trabajadores más jóvenes cumplen sus tareas en sectores muy afectados por la pandemia, en particular los que atienden a clientes, prestan servicios o venden, por lo que son más vulnerables a los efectos económicos y, el 42 por ciento, mantuvo el empleo, pero debió aceptar una reducción salarial.

Ryder, exsindicalista británico, aseguró que ello repercutió en “su bienestar mental”, y dijo que el 50 por ciento de los jóvenes es susceptible de padecer episodios de ansiedad o depresión, y otro 17 por ciento quizá los padezca.

Según el informe, uno de cuatro jóvenes realizó algún tipo de trabajo voluntario durante la pandemia, y añadió que su participación en la adopción de decisiones, sus necesidades y proyectos aumenta “la eficacia de las políticas y los programas y les ofrece la oportunidad de contribuir a su aplicación”.

En ese sentido, la OIT propuso la reintegración en el mercado laboral de los jóvenes que hayan perdido el empleo o debieron reducir la cantidad de horas cumplidas, y su acceso a prestaciones por desempleo y a programas que mejoren su bienestar mental, como las actividades deportivas o el apoyo psicosocial.

FUENTE . GVA

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