Un análisis sobre cómo quedó el mapa político en el país andino
Bolivia: El MAS pierde en balotaje las 4 gobernaciones y se quiebra el voto duro
*Por Verónica Zapata, Resumen Latinoamericano
El 11 de Abril se llevó a cabo el balotaje en Bolivia en 4 gobernaciones: La Paz, Tarija, Pando y Chuquisaca y el MAS perdió con un margen de 10 puntos de diferencia en cada una. En Chuquisaca el margen fue superior de 14 puntos. Estos resultados reconfiguraran el poder político territorial en el país y podrían determinar la elección presidencial del 2025.
En Tarija ganó Oscar Montes por “Unidos por Tarija” (UXT) con 55% frente al MAS que obtuvo el 45%, en Chuquisaca ganó Damián Condori de “Chiquisaca Somos Todos” (CST) con el 57% frente al MAS que obtuvo el 43% y en Pando ganó Regis Richter del “Movimiento Tercer Sistema” (MTS) con el 55% frente al MAS que obtuvo el 45%. En La Paz el nuevo gobernador es Santos Quispe de “Jallalla La Paz” con el 55%, frente a Franklin Flores la apuesta del MAS que obtuvo el 45%. El joven aymara y profesional reemplazó en su candidatura a su padre el líder histórico indígena Felipe Quispe “El Mallku” que tenía asegurado su triunfo como gobernador de La Paz, pero ante su fallecimiento ocupó su lugar.
Está claro que ningún hijo hereda el conocimiento, ni la experiencia del padre de por sí, pero Santos Quispe reactualizó una disputa histórica de su padre “El Mallku” con una “cúpula de intelectuales blancos de clase media” que integran el MAS a los que acusaba de “utilizar de escalera” al indígena para acceder al poder y de ser “racistas” y “cerrar el paso a nuevos liderazgos indígenas”.
Dentro del MAS hay muchas voces críticas de larga data de dicha “cúpula”: el Chato Peredo último guerrillero del Che, el líder minero Orlando Gutiérrez (ambos fallecidos), Segundina Flores de la Confederación de Mujeres Indígenas Bartolina Sisa, etc. Segundina recientemente afirmó: “Hay un equipo de mentirosos del MAS que hacen equivocar a Evo Morales” y que “aún mantienen sus influencias”. A este sector, apuntan también Santos Quispe y Eva Copa de “Jallalla La Paz”.
Mapa político de poder territorial a nivel nacional
Los resultados finales de las elecciones subnacionales del 7 de Mazo y del balotaje del 11 de Abril confirman que el MAS ganó en 3 de 9 gobernaciones en Cochabamba, Oruro y Potosí. A nivel alcaldías le fue mejor, pero hay que tener en cuenta que no existen en los municipios otras opciones como la de “Jallalla La Paz”, solo disputaban la derecha y el MAS. De 336 alcaldías, el MAS ganó 239, el 67% del total. También ganó y mantiene mayoría en la composición de las asambleas legislativas a nivel nacional. Perdió en el área metropolitana en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba frente a los golpistas: Fernando Camacho fue electo gobernador de Santa Cruz con el 55,62% de votos, Iván Arias ex ministro de Obras Públicas de Jeanine Áñez fue electo alcalde de La Paz con 49,52%, Manfred Reyes Villa líder de lo que se llamó la Media Luna desde donde se articuló el intento de golpe de estado el 2008, ganó la alcaldía con 55,63%.
Esta victoria de los golpistas en lugares estratégicos abre una vía para una posible rearticulación de la ultraderecha, aunque por el momento, solo mantienen núcleos de poder regional al carecer de un proyecto político nacional. Por otro lado, si bien el MAS nunca gana en Santa Cruz, que Fernando Camacho haya ganado la gobernación pos golpe de estado, no es para subestimar. Carlos Mesa queda desdibujado en esta elección, pese a haber sido candidato presidencial el 2020, pues no pudo capitalizar lo conquistado.
Por otro lado, el MAS perdió en El Alto de forma contundente frente a Eva Copa ex Presidenta del Senado de Bolivia que fue expulsada por el MAS. Se prestó la sigla a la agrupación “Jallalla La Paz” y ganó con el 68,70% de apoyo generando el “fenómeno Eva Copa” en el país. De esta manera, se produce el quiebre del voto duro indígena y la fractura al interior del MAS, originado por su expulsión que arrastró parte del “voto del MAS”. Este fenómeno sucede en un lugar histórico y de importancia vital en la escena política del país, es núcleo de resistencia indígena y era una vanguardia del MAS. Es la segunda ciudad más poblada de Bolivia y la primera de La Paz. Ciudad donde se gestó la insurrección “guerra del gas” el 2003 que permitió la llegada al poder de Evo Morales y estratégica para el derrocamiento del último golpe de estado. Si Eva Copa realiza una buena gestión como alcaldesa, su fuerza podría irradiarse a nivel nacional y podría disputar la presidencia el 2025. Algo que ya suena fuerte en las calles.
¿Eva Copa y Santos Quispe de “Jallalla La Paz” pertenecen a la derecha o son “trotskistas” funcionales a la derecha? ¿O Son parte del surgimiento de una nueva opción dentro la izquierda en el país? El análisis es tan complejo como la realidad boliviana diversa, ya que hay sectores del movimiento indígena que no se identifican con los polos políticos: derecha e izquierda tradicionales, sino que son indianistas. Por ejemplo, El Mallku sostenía que el indígena era utilizado históricamente como “escalera” para ocupar cargos políticos y que este accionar era replicado tanto por la derecha como por la izquierda colonial. Que si bien la izquierda se “unía” a los indígenas, una vez llegado al poder no permitían que estos ocupen cargos decisivos de poder y dejaban su filosofía andina de lado.
Desde el pensamiento occidental político que reina en la región que analiza todo desde una lógica binaria derecha-izquierda y lo que está por fuera es la “derecha” y con categorías conceptuales insuficientes para analizar la realidad indígena, es imposible comprender el pensamiento indígena.
Hay dos hipótesis al respecto de estos liderazgos: La primera sostiene que ambos son funcional a la derecha como una especie de “trotskismo” o que son parte de la misma derecha, incluso algunos sectores del MAS la acusó de estar financiada por la Agencia Central de Inteligencia (C.I.A.) de EU y de ser una “traidora” aliada del golpismo. La segunda hipótesis es que es parte de la conformación de una nueva opción que postula básicamente el pensamiento andino, y que desde una concepción occidental, se podrían catalogar como de “izquierda”. Recordemos que los principios filosóficos de la cultura andina están en la constitución boliviana y son los principios originarios del MAS. Eva Copa afirmó en su campaña: “Me canse de escuchar cada estupidez que dicen, que soy de la derecha y que soy golpista. Les quiero decir a esos señores, que yo si tuve el valor de quedarme aquí con mi pueblo y luchar por mi gente y no me escondí”.
Cuando todo indicaba que iba a ser la candidata a alcaldesa por El Alto por el MAS, fue descartada y ocupó ese lugar Ratuki Maquera desconocido hasta ese momento. Luego, es expulsada de las filas del MAS y en pos de disputar el poder y no conformarse con cargos políticos menores, pidió prestada la sigla de “Jallala La Paz”, candidateó como alcaldesa y ganó con casi el 70% de apoyo irrumpiendo en la escena política como el “Fenómeno Eva Copa” en el país.
Tras su expulsión, recibió respaldo de varias personalidades del MAS: Segundina Flores, ex dirigenta de las Bartolina Sisa, Esther Soria, gobernadora de Cochabamba, Lidia Patty ex asambleísta y denunciante del “caso golpe de estado” que tiene a Jeanine Áñez en la cárcel, el Gringo Gonzales ex Presidente del Senado de Bolivia coincidieron en señalar la expulsión de “grave error”. Al respecto el Gringo Gonzales sostuvo: “No comprendo los mecanismos con que la cúpula del MAS elige a sus candidatos”.
¿Cómo se explican estos resultados tras la victoria del MAS del 55%?
En primer lugar y principalmente hay que tener en cuenta que esos votos no fueron propios del MAS, sino que fue un voto “antigolpista”, fue el mismo Felipe Quispe “El Mallku” que llamó a votar al MAS, sin pertenecer a sus filas ante el resurgimiento del fascismo en Bolivia.
En segundo lugar, “el voto castigo” producto del malestar que produjo la imposición de candidatos “dedazos” sin reconocimiento de las bases, incluso muchos eran rechazados. Durante la selección de candidatos tras varios ampliados se detectó fuertes peleas que tuvo su punto álgido cuando el ex presidente Evo Morales recibió un “sillazo”, supuestamente ante los desacuerdos por sus “dedazos”. El ex mandatario negó que este sea el mecanismo con que se elijan a los candidatos y que el “sillazo” vino de sectores de “la derecha” infiltrada. Eva Copa recibió este tipo de voto, así como varios “ex masistas” que fueron descartados, decidieron competir con otro partido y terminaron ganando las elecciones como el caso de la gobernación de Pando y Chuquisaca.
En tercer lugar, el “votoantimasista” que por ejemplo capitalizó Santos Quispe de sectores de la derecha que lo votaron solo por odio al MAS.
También, confluyen diversos factores: las fuertes internas al interior del MAS, las diversas denuncias de corrupción especialmente por “venta de cargos”, la presencia de “pititas” (seguidores de los golpistas) en el estado, cuestionamientos a la designación de algunos funcionarios, etc. Estos factores se interaccionan con un pedido generalizado de “renovación” y “profundización” del proceso de cambio que fue promesa de la campaña presidencial de Arce y Choquehuanca el 2020.
(*) Verónica Zapata, periodista y psicóloga boliviana.
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