Verónica Zapata (*)
Gualberto Arispe Maita, vocero del M.A.S. es candidato a diputado uninominal de Cochabamba.
Gualberto Arispe Maita, será candidato a diputado uninominal titular por la circunscripción 24 en reemplazo de Feliciano Mamani de Cochabamba en las próximas elecciones generales del 3 de Mayo. El 25 de Enero pasado, fue elegido por votación por sus compañeras y compañeros en un ampliado ordinario de la Federación del Trópico de Cochabamba.
Gualberto Arispe Maita tiene 31 años de edad, nació en la provincia de Mizque, exactamente en la comunidad mizque pampa, en Cochabamba, Bolivia. A la edad de un año su familia emigró al Chapere. Su madre se llama Victoria Maita Mairana y su padre Teodoro Arispe Jiménez, ambos son cocaleros y fueron dirigentes en el sindicato 24 de Julio, de allí heredo el oficio y la capacidad de lucha y resistencia. Es el mayor de seis hermanos. A Gualberto siempre se lo suele ver con su bolsa de hoja de coca que lleva a todas partes con mucho orgullo.
Recordemos que el sector cocalero es el que defendió ante la D.E.A. la milenaria y ancestral hoja de coca contra las políticas de erradicación en épocas de neoliberalismo. De este sector surgió Evo Morales como sindicalista, por lo que este pueblo es el núcleo duro de apoyo al líder indígena y uno de los que más ataques recibe de parte del actual gobierno de facto.
Gualberto vivió de niño la represión por parte de la D.E.A.: “Recuerdo la represión y la masacre que cometían en la cancha de fútbol que estaba a lado de la escuela donde estudiaba, vi como mis compañeros de aula se desmayaban por las gasificaciones”.
Conoció a Evo Morales de niño: “A Evo lo vi por primera vez a mis 6 o 7 años cuando vino al congreso de Isinuta, recuerdo que lo levantaron en hombros y llegó de esa forma. En ese entonces Evo era diputado y cuando él organizaba los juegos estudiantiles siempre lo veía. Después, cuando fui ejecutivo de juventudes de Bolivia me llamó por primera vez para participar de un ampliado nacional”.
La madre de Gualberto Arispe Maita estudio hasta 5° básico y el padre no pudo acceder directamente a ellos, dado que en época neoliberal era muy difícil poder acceder o concluir los estudios básicos para el sector indígena, debido a que a una edad temprana debían trabajar porque la mayoría estaba sumergido en la pobreza, y a su vez, el sistema educativo era excluyente de este sector. Durante la gestión de Morales, gracias al programa de alfabetización que se llevó adelante, el padre de Gualberto como muchas personas en Bolivia, pudieron realizar y completar sus estudios básicos, decretándose al país como territorio libre de analfabetismo por la U.N.E.S.C.O.
El joven dirigente indígena tiene larga trayectoria militante, a la edad de 12 años ya estaba afiliado al sindicato agrario 24 de Julio que pertenece a la Federación del Trópico. El dirigente recuerda que en esa época: “Leía las resoluciones y los documentos de los ampliados o congresos que traían los dirigentes”. También recuerda que no le hacían valer la palabra por ser “muy joven”, pero que poco a poco se fue ganando su lugar y el respeto de la gente.
Gualberto Arispe Maita es actualmente secretario de organización de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (C.S.U.T.C.B.) y secretario de comunicación y juventudes del M.A.S.-I.P.S.P. De esta manera, el dirigente indígena es considerado el vocero del Movimiento al Socialismo ante los medios de comunicación y es candidato a diputado uninominal por la C.24. El acceso a ocupar cargos políticos para los indígenas fue masivo a partir de la refundación del Estado Plurinacional cuando Morales llegó al gobierno, abriendo un abanico de oportunidades para los “invisibles” en palabras de Eduardo Galeano. Las mujeres y los indígenas, por primera vez en la historia de Bolivia, pudieron acceder a la vida política y a ser incluidos en la redistribución de la riqueza del país.
Su heroica resistencia al golpe: Estuvo presente resistiendo desde Cochabamba el golpe de estado con su admirable valentía y entereza. Ese departamento fue uno de los más militarizados del país y allí tuvo presencia fuerte el grupo paramilitar motorizado “Resistencia Juvenil Cochala” que atacaban a las mujeres de pollera y a los que identificaban como “masistas”.
Gualberto Arispe Maita es un joven patriota que expresa en las entrevistas y en las conferencias que suele dar en nombre al M.A.S.-I.P.S.P. el amor a nuestro país y a nuestra identidad, de perfil bajo, gran sensibilidad y ternura, que mantiene como buen revolucionario, pese a la dureza de los acontecimientos que tuvo que transitar durante el golpe de estado en Bolivia, especialmente habiendo vivido de cerca la masacre de Sacaba. Es un cuadro leal al instrumento que supo hacerse lugar de forma honesta y trabajadora, por lo que ha sido elegido por las y los compañeras como candidato a diputado uninominal en un ampliado del trópico. Conversando con él uno percibe el orgullo por sus raíces indígenas y por lo que representa el Movimiento al Socialismo como el instrumento que permitió, luego de más de 500 años de lucha, lograr llegar al gobierno como movimiento indígena junto a Evo Morales, y haberse mantenido 14 años de forma estable, lo que es un éxito de por sí en la historia de Bolivia, el país que más golpes de estado ha sufrido de América Latina.
Durante el golpe de estado, se lo pudo observar denunciando y condenando este acontecimiento, fue uno de los tantos dirigentes que estuvo en la clandestinidad por la feroz cacería humana de militantes y dirigentes que se llevó a cabo en Bolivia durante el golpe de estado del 10 de Noviembre del 2019. En esos delicados momentos Gualberto estuvo presente con el cuerpo y con el corazón, poniendo el rostro y la voz al Movimiento al Socialismo. Se lo puede ver cerca del líder cocalero, Andronico Rodríguez, en las diversas actividades políticas, se conoce que comparten un vínculo fraterno de hermandad, hoy más unidos que nunca frente a la adversidad del golpe y por el objetivo común de unir al pueblo boliviano y luchar incansablemente hasta recuperar la democracia en nuestro país y con el objetivo de que Evo Morales vuelva a nuestro país.
En un video muy emotivo que se viralizó en las redes sociales se lo observa valientemente denunciando la masacre de Sacaba y defendiendo a nuestras hermanas y hermanos bolivianos, aún exponiendo su vida: “Nos señalan que en nuestras filas existen grupos subversivos armados, es falso. Nuestros hermanos fueron acribillados por tierra así como también por aire, las imágenes que vieron lo pueden corroborar, todos son hermanos productores de la hoja de coca y muchos niños quedaron huérfanos. El pueblo boliviano está de luto, una vez más los golpistas nos han enlutado (…) Responsabilizamos a la presidenta de facto y al ministro de gobierno y de defensa. Convocamos a los soldados y militares patriotas para que vengan del lado del pueblo, a no disparar contra nuestros hermanos. También, les pedimos a nuestros hijos y hermanos que se replieguen, y retornen a sus casas, a quienes están en los servicios militares, ellos no pueden estar disparando a sus padres por cumplir órdenes de quienes están en el poder. Pedimos que paren la persecución a los líderes sindicales, dirigentes departamentales, regionales, y nacionales, de esta manera nos quieren acallar y quieren tapar y ocultar nuestras marchas y protestas (…) Ya no podemos hacer marchas, ni caminar libremente por las calles, el golpe de estado es tan fuerte que ha acabado con la vida de muchos de nuestros hermanos. Rogamos a los periodistas y a quiénes se encargan de defender los D.D.H.H. que vengan a nuestro país y realicen una investigación exhaustiva de los hechos”.
Su reciente visita en Argentina: El pasado 20 de enero, el dirigente Gualberto Arispe Maita, candidato a diputado uninominal, estuvo en Buenos Aires para participar de la reunión junto a Evo Morales donde se definió la candidatura de Arce-Choquehuanca. Sobre el binomio Arce-Choquehunaca sostuvo en una entrevista en Argentina: “Creemos que es una combinación buena de los profesionales de izquierda e intelectuales y el hermano Choqueahuanca que representa al movimiento campesino indígena (…) por la unidad de la patria y los movimientos sociales definimos de esta manera (…) la unidad siempre va a ser el arma letal para derrotar al enemigo. Debemos impulsar la unidad y con este binomio ello es posible”.
(*) Verónica zapata, periodista y psicóloga boliviana.
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