Sigue la cacería de Áñez: detienen a Gustavo Torrico, asambleísta departamental.
(*Verónica Zapata) Aprehenden ilegalmente esta mañana cuando salía de su domicilio a Gustavo Torrico, ex diputado y actual asambleísta departamental por los delitos de “sedición y terrorismo”. La detención tiene lugar en un contexto de cacería humana de dirigentes y ex funcionarios del M.A.S. por parte del gobierno de facto, y que recrudeció con saña desde que se conoció la candidatura a presidente de Luis Arce, y todas las encuestas lo dan por ganador en la elección del próximo 3 de Mayo.
La orden de aprehensión de Torrico se conoció la semana pasada por estar incluido dentro de un proceso penal a instancias del ministerio de gobierno que encabeza el ministro de facto Arturo Murillo contra Juan Ramón Quintana y otros por delitos de sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo. En dicha causa el gobierno de facto ha decidido incluir a casi todos los ex funcionarios de Morales, a algunos dirigentes y a todo el entorno cercano y lejano de Ramón Quintana a quienes se los persigue políticamente.
Estas detenciones ilegales realizadas estos últimos días en un contexto de cacería de dirigentes del M.A.S.-I.P.S.P. demuestran que en Bolivia no hay democracia, ni estado de derecho, hay un total avasallamiento a la Constitución Política de Estado, y un gobierno de facto que no tiene límites en su objetivo de destruir al M.A.S.- I.P.S.P., una fuerza política vanguardia de la lucha por la liberación y la independencia de los pueblos de Latinoamérica que tiene como principal actor político al movimiento indígena campesino originario. Este movimiento sostiene una lucha de más de 500 años, una lucha que es inclaudicable y que ha demostrado que cuando toma el poder es arrolladora. Este instrumento a la cabeza de Evo Morales, quién es el líder indiscutido no solo del pueblo boliviano, sino de los pueblos originarios del mundo, ha demostrado con la Revolución Democrática y Cultural que lideró durante 14 años en Bolivia, que otro mundo es posible, con nuestra propia cosmovisión, nuestra ideología, cultura e identidad y administrando nuestro propio gobierno y nuestros recursos naturales.
Gustavo Torrico Landa es un compañero masista, como bien se definió al momento de su aprehensión de parte de la fuerza especial de lucha contra el crimen (F.E.L.C.C.). Sostuvo ante las preguntas de los periodistas: “Aquí no hay sedición, aquí hay un compañero masista”. Gustavo es un militante socialista guevarista que se inició en la política de muy joven, a los 13 años en la Juventud Comunista de Bolivia (J.C.B.). Posteriormente pasó a formar parte de la estructura del partido P.S.1 (partido socialista 1) liderado por Marcelo Quiroga Santa Cruz donde llegó a ser el secretario nacional de la organización hasta el año 1997, luego pasó a formar parte de la estructura del M.A.S.-I.P.S.P.
Fue electo como diputado por dos periodos legislativos durante los cuales fue el jefe de la bancada, la misma que logro la convocatoria a la asamblea constituyente y su posterior aprobación. Desde allí, también se aprobó la Ley de Hidrocarburos que dio paso a la nacionalización de los mismos. También, fue ministro de gobierno y es actual asambleísta departamental.
En su última entrevista en “Así es mi tierra” de Alejandro Díaz para Venezuela dio un panorama de los acontecimientos en Bolivia: “La dictadura viene haciendo de las suyas frente al silencio cómplice de la prensa y las organizaciones de D.D.H.H. que se pusieron del lado de los golpistas, el C.O.N.A.D.E., el sector de la universidad y todas estas fuerzas que funcionan para la dictadura y en apoyo de las políticas imperiales. A partir de la nominación de Lucho Arce, ex ministro de economía como candidato a la presidencia se desató una fuerte persecución política (…) Violando todas las leyes internacionales del derecho al asilo y salvoconducto que ha sido garantizado inclusive en tiempos de dictadura en los 70, se tiene hace más de 60 días a compañeros asilados en la embajada de México, de Nicaragua y ni que decir de los compañeros detenidos ilegalmente, y también, de los perseguidos políticamente o los que están hoy en situación de clandestinidad. Haciendo un show para intimidar a los militantes del M.A.S. el gobierno de facto otorgó los salvonductos a los ex funcionarios, César Navarro y Pedro Dorado, para poder abandonar el país y dirigirse rumbo a México donde se les otorgó asilo político. Pero una vez que salieron de la residencia mexicana, se trasladaron al aeropuerto y allí son interceptados por la policía boliviana que hace uso de un apremio, de una orden de aprehensión firmado por un fiscal que desconoce el derecho internacional, porque el asilo político ya estaba dado hace dos meses, por lo tanto no puede haber un requerimiento de aprensión en una fiscalía posterior a ello. A golpes y en total complicidad con grupos paramilitares llamados “Resistencia kilometro Cero” fueron sometidos en los vehículos y luego son liberados. Esto demuestra que los golpistas sabían que no podían frenar la detención del ex ministro y viceministro, y lo que hicieron es un show para intimidad al M.A.S. A su vez, la apoderada y ex jefa de gabinete y secretaria de Morales, también fue aprehendida cuando estaba realizando los trámites para anotarlo en las listas para poder participar en las próximas elecciones generales como senador. En la audiencia de Patricia Hermosa, el fiscal pidió 6 meses de prisión que el juez concedió con el argumento descarado de que ella tenía en su poder los papeles de Evo Morales, que obviamente los tenía porque era su apoderada y otro argumento fue que además, se habría comunicado telefónicamente con Evo Morales, con Andronico Rodríguez y con Ramón Quintana, como si una comunicación telefónica se constituyera en los delitos de terrorismo, sedición, y financiamiento al terrorismo. Cualquier jurista puede demostrar que es ridículo, así están hoy las cosas en Bolivia”.
Pedimos la pronta liberación de Gustavo Torrico, seguiremos de cerca el caso y llamamos a la comunidad internacional y a los periodistas internacionales comprometidos con la democracia y la lucha de los pueblos a denunciar este caso como todas las persecuciones políticas, encarcelamientos ilegales de dirigentes y ex funcionarios del M.A.S., la no entrega de los salvoconductos a quienes se encuentran hace más de dos meses dentro de la embajada de México en calidad de asilados políticos. No hay garantías para llevar adelante un proceso electoral transparente, competitivo y libre. El gobierno de facto quiere imponer por la fuerza bruta lo que no puede ganar en las urnas.
*Verónica Zapata. Periodista y Psicóloga boliviana.
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