En la tabla del salario, Argentina sólo desciende
(Por Javier Lewkowicz ) - El salario mínimo medido en dólares registra a lo largo de la gestión de Cambiemos una caída del 49 por ciento. La mayor parte de ese retroceso se explica por la devaluación de 2018, que superó con creces a la evolución de los ingresos. Desde finales de 2015, el salario mínimo bajó de 580 a 297 dólares, lo cual hizo que la Argentina perdiera 5 posiciones en el ranking regional, pasando de la primera a la sexta posición del salario mínimo medido en dólares, calcularon economistas de la Universidad de Avellaneda.
Con el último aumento aplicado en marzo, el salario mínimo en Argentina quedó casi 160 dólares por debajo de Uruguay y Chile, que lideran las mediciones. Al contrario de lo que pasó en la economía nacional, en el período de gobierno de Cambiemos, el salario mínimo en dólares creció en Uruguay, Chile, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Perú, Colombia y Brasil. El otro país que junto a la Argentina tuvo un resultado negativo es Venezuela.
En el último año, la mayor parte de los países de la región tuvo caídas del salario mínimo medido en dólares, aunque en la Argentina esa baja fue del 37 por ciento, muy superior al resto, sólo superada por Venezuela (-40 por ciento). Especialistas advierten que la caída del salario en dólares implica una desmejora en términos distribución del ingreso. También aclaran que el salario en dólares tiene incidencia relativa en la mejora de la competitividad exportadora, aunque en cambio se traduce en efectos recesivos que terminan impactando a la baja sobre las importaciones (ver nota aparte).
El salario mínimo, vital y móvil (SMVM) constituye el piso legal para el salario de los trabajadores en relación de dependencia. No se trata de un valor que automáticamente impacta en las remuneraciones, pero sí lo hace estableciendo un umbral más alto o más bajo para la negociación colectiva. El SMVM se define a través del Consejo del Salario, que reúne a representantes del Gobierno, gremios y entidades empresarias. Para ofrecer alguna respuesta a la crisis económica, el Gobierno decidió adelantar la última cuota de suba del salario mínimo para principios de marzo (el alza estaba prevista para junio), cuando aumentó de 11.900 a 12.500 pesos.
En términos nominales, el SMVM subió durante la gestión de Cambiemos un 123 por ciento, de 5588 a 12.500 pesos. Este dato de por sí refleja un deterioro del poder adquisitivo del salario mínimo, si se tiene en cuenta que la inflación acumulada en ese período en las canastas de consumo de los asalariados es del 173 por ciento según la medición de la UMET. Pero además, el SMVM quedó retrasado frente a la línea de pobreza. Los últimos datos estadísticos porteños muestran que en enero de 2016 dos salarios mínimos de 6060 pesos cada uno servían para comprar 1,2 veces la canasta básica que permitía no ser pobre en términos de ingresos a un hogar compuesto por dos adultos económicamente activos, propietarios de la vivienda, y dos niños. En noviembre de 2018, dos salarios mínimos de 10.700 pesos (un total de 21.400) sólo alcanzaban para adquirir un 70 por ciento de la canasta de pobreza de 30.818 pesos que corresponde al mismo hogar.
En paralelo a la pérdida del poder adquisitivo en pesos del salario, la evaluación de los ingresos en términos de “moneda dura” permite encuadrar la situación nacional en términos regionales. En noviembre de 2015, el SMVM estaba en 5588 pesos, lo cual equivalía a 589 dólares con el dólar a 9,5 pesos. En ese momento, Argentina estaba en una primera posición muy holgada frente a otros países, seguida por Ecuador y Chile, con salarios mínimos de 354 y 352 dólares, respectivamente. Parte de esa enorme diferencia (más de 200 dólares) con la segunda y tercera posición se explica por el dólar “barato” oficial a 9,50 pesos que se vendía con restricciones, en contraposición del dólar “blue” a 16 pesos definido por un mercado chico y opaco. La fuerte devaluación de diciembre de 2015 y posterior estabilidad cambiaria junto a subas del SMVM redujeron el salario mínimo a 501 dólares en diciembre de 2017. En ese momento, todavía se ubicaba en el primer lugar del ranking regional, aunque la brecha se había achicado a 75 dólares frente al salario mínimo de 425 dólares de Chile y Uruguay.
Con la devaluación del año pasado, el salario mínimo en la Argentina se hundió hasta los 297 dólares, en la línea de Bolivia y lejos de los 457 dólares de Uruguay, 456 de Chile, 394 de Ecuador y 348 dólares de Paraguay. Por debajo de la Argentina están Perú (281 dólares), Colombia (262) y Brasil (261) y en el último lugar, Venezuela, con un salario mínimo de 5 dólares. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera el SMVM como una de las herramientas para reducir la desigualdad salarial.
Fuente: Página 12 Gracias UNDAV
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