La cruda realidad

Las empresas no cuidan los precios

Sin controles

El programa Precios Cuidados es una de las pocas políticas públicas implementadas durante el kirchnerismo que el gobierno de Mauricio Macri decidió mantener, incluso preservando su nombre. Sin embargo, las modificaciones introducidas en el listado de productos y la falta de controles para garantizar su cumplimiento lo terminaron convirtiendo casi en una herramienta decorativa.

Un informe de CEPA advierte que entre las estrategias escogidas por las empresas para eludir el programa, con el aval oficial, sobresalieron el reemplazo permanentemente de productos, algunos de los cuales luego volvieron al listado con precios sustancialmente más caros, y la incorporación de segundas y terceras marcas, poco consumidas en el mercado y que ya no operan como precios de referencia dentro de las distintas categorías.

CEPA detalla que solo el 8,9 por ciento de los productos incluidos en la lista de bienes acordada en 2016 se mantuvo hasta comienzos de este año. “El reemplazo de productos tiene un efecto concreto: cuando salen del Programa aumentan sensiblemente de precio. Y cuando reingresan, lo hacen con los aumentos incorporados”, advierte el informe difundido horas después de los anuncios oficiales sobre un nuevo congelamiento de 64 bienes de la canasta básica por seis meses.

Un ejemplo citado en el informe son los pañales Huggies Classic de Kimberly Clarck, que en octubre de 2018 reingresaron al Programa (aunque no en todos los talles). Si se toma como base de comparación el talle G, en octubre de 2015 el precio por 52 unidades era de 121 pesos (2,32 pesos por unidad) y en septiembre de 2018 al reingresar el precio por 22 unidades es de 115,27 pesos (5,23 pesos por unidad). En total el incremento es de 125 por ciento. Además, ese producto aumentó otro 70 por ciento su precio entre septiembre de 2018 y hoy. Otro caso lo constituye el aceite Cada Día de AGD por 900 cc que costaba 9,10 pesos en octubre de 2015 y reingresó en septiembre de 2018 con un precio de 48,40 pesos, con un incremento total de 431 por ciento.

Respecto del aumento de precios de productos una vez que salen del Programa, el aceite cocinero de 900 ml. costaba en abril de 2016, cuando salió del Programa, 12,22 pesos y en la actualidad vale 66,35 pesos, 443 por ciento más en un periodo donde la inflación se estimó en 145 por ciento.

Durante el kirchnerismo, Precios Cuidados buscó limitar el margen de acción de las empresas formadoras de precios en el mercado de consumo masivo. El acuerdo de precios alcanzaba a productos de primeras y segundas marcas porque el objetivo era oficiar como precios de referencia en las distintas alternativas de consumo, teniendo efecto por lo tanto sobre el resto de los precios de los productos de la competencia: si un producto representativo de una determinada categoría tenía un aumento de precios trimestral ubicado entre 2 y 3 por ciento, difícilmente otros productos y marcas, fuera del acuerdo, por encima de ese valor. Sin embargo, el Gobierno modificó de raíz este funcionamiento habilitando la salida de los principales productos de distintos segmentos de consumo.

En la línea de lácteos desde mayo de 2016 ya no están las dos principales marcas del rubro -La Serenísima y SanCor, que representan el 80 por ciento del mercado lácteo- en lo que refiere a la leche en sachet. Lo que hizo Mastellone fue reemplazar La Serenísima por la segunda marca denominada La Armonía y en los últimos meses dejó de abastecer el mercado con esa segunda marca frente a la pasividad absoluta del gobierno. La empresa llenó las góndolas de leche La Serenísima que oscila entre, 42,50 y 45 pesos según el comercio, y el ministro de Producción, Dante Sica, ni su secretario de Comercio Interior, Ignacio Werner, ni siquiera hicieron una declaración advirtiendo a la empresa por ese tema. En el nuevo “pacto de caballeros” anunciado este miércoles 17 Mastellone dobló la apuesta porque ya no ofrece ni siquiera la segunda marca sino su tercera leche, llamada La Martona.

Lo mismo ocurrió con la Coca-Cola de litro y medio, que representa un 70 por ciento del volumen de ventas de la línea Coca-Cola. El producto formaba parte de Precios Cuidados y en mayo de 2017 fue reemplazado por Coca-Cola Zero, que representa solamente el 10 por ciento del volumen de ventas de la empresa.

Estas estrategias se complementaron con diversos mecanismos destinados también a incumplir el acuerdo como directamente la ausencia de productos en las góndolas, la falta o poca visibilidad de la cartelería, y la presentación de productos similares que no son parte del programa a precios superiores. En este último caso, el producto suele presentar alguna “característica” particular que lo diferencia del bien acordado y que es difícil de percibir por el consumidor.

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