Economía mundial

El mercado energético británico tiembla ante el encarecimiento del gas

La quiebra de diversas compañías energéticas en Gran Bretaña, por la escalada del precio del gas, ha destapado la vulnerabilidad del sector y la dependencia del país en importaciones de combustibles fósiles, según indicó a Sputnik la patronal UK Energy.

"Va a ser un invierno difícil para los consumidores y las empresas comercializadoras de gas y electricidad de forma que superar estos próximos meses es la prioridad inmediata", afirma la portavoz de la principal asociación comercial de la industria energética del Reino Unido. Diez firmas suministradoras, con un rango de clientes domésticos entre 6.000 y medio millón de usuarios, han dejado de operar en los dos últimos meses y otras más corren el mismo riesgo.

Consolidación del sector

"Desgraciadamente, más distribuidores podrían abandonar el mercado en las próximas semanas", admitió en el Parlamento de Westminster el ministro de Negocios, Kwasi Kwarteng. Los analistas apuntan ahora a Bulb, uno de los grandes proveedores de energía renovable, como el enlace más débil en la cadena de suministro de Gran Bretaña. La firma lleva seis años activa en el liberalizado mercado británico y ha abierto operaciones en España, Francia y el estado estadounidense de Tejas.

Sería la primera de las pioneras en la "revolución de las energías renovables" –según celebró el primer ministro, Boris Johnson, al inaugurar su sede londinense el pasado julio— que sucumbe a la fuerte escalada en el precio del gas. Algunos especulan con una posible absorción de Bulb por parte de OVO Energy, el más dinámico de la penúltima generación de agentes comerciales de gas y electricidad.

Control de precios

"Llevamos tiempo alertando sobre la fragilidad del sector minorista, que le ha dejado vulnerable ante los recientes aumentos de precios", señala la analista de Energy UK en comunicación con Sputnik. La asociación es, por principios de libre competencia mercantil, contraria al control de tarifas en el suministro de gas y electricidad para la gran mayoría de consumidores domésticos, que el Gobierno introdujo en 2017. La tasa se revisa dos veces al año, y el 1 de octubre se disparó en un 12%, hasta un máximo anual de 1.277 libras (casi 1.800 euros) como promedio de consumo dual. El comparador The Energy Shop proyecta otro pico de la tarifa regulada de hasta 1.555 libras para el próximo 1 de abril.

Protección del consumidor

Otros analistas consultados por Sputnik subrayan las deficiencias del mercado y de un marco regulatorio en el que se potenció e incentivó la entrada de emprendedores sin ejercer un control vigoroso de sus reservas financieras ni otros aspectos de sus modelos de negocios.

"Debemos mantener la competitividad mercantil, que es una característica del sistema actual", declaró el titular de Negocios. Cinco grandes grupos energéticos —incluidos British Gas, EON y EDF— han absorbido a los más de 1.7 millones de usuarios de las firmas quebradas. Tienen garantizada la continuidad del suministro, aunque con tarifas actualizadas que no pueden exceder el techo oficial.

"El sistema vigente está funcionando, aunque todo dependerá de la escala de las próximas salidas de proveedores del mercado", señala la portavoz de la patronal. El ente estatal regulador del mercado, Ofgem, podría activar el llamado "régimen de administración especial" si uno de los grandes operadores colapsa y no queda ningún rival con suficientes recursos y peso financiero para absorber a sus clientes. Esta opción nunca se ha probado y equivaldría en la práctica a la renacionalización, probablemente temporal, de un sector de la industria.

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