Economía mundial

El ajuste global

La reestructuración de Deutsche Bank: 18.000 despidos en tres años

Deutsche Bank anunció este domingo un drástico proceso de reestructuración del que se hablaba desde hace varios meses. La entidad recortará 18.000 empleos en todo el mundo hasta 2022 como parte de una "transformación radical", en palabras de su consejero delegado, Christian Sewing, que supondrá la salida del banco de la renta variable y la reducción de su negocio de banca de inversión. Esta reforma tendrá un coste de alrededor de 7.400 millones en los próximos tres años.

La entidad recortará los activos ponderados por riesgo asignados a estas divisiones en un 40%. Para ello, creará una nueva Unidad de Liberación de Capital (Capital Release Unit), lo que en la práctica equivale a crear un banco malo, que se encargará de gestionar la reducción "eficiente" de los activos relacionados con las mencionadas actividades comerciales que se están eliminando o reduciendo y que representan 74.000 millones de euros en activos ponderados por riesgo y 288.000 millones a 31 de diciembre de 2018. Hace un mes, el Financial Times ya publicó que la entidad estudiaba la creación de un banco malo para encapsular 50.000 millones de euros en activos tóxicos o de difícil realización.

Con todos estos cambios, el banco alemán busca centrarse en los negocios de banca corporativa, financiación, cambio de divisas, banca privada y administración de activos. "Será un nuevo comienzo", subrayó Sewing tras la reunión del consejo de supervisión de la entidad mantenida este domingo.

La operación de reestructuración pasa por implementar un programa de recorte de costes cuyo objetivo es reducirlos hasta los 17.000 millones para 2022. Para facilitar esta reestructuración, la entidad espera cobrar alrededor de 3.000 millones de euros en cargos agregados durante el segundo trimestre de 2019, que incluyen una reducción por los activos de impuestos diferidos de 2.000 millones y un deterioro de 900 millones de euros. Además, el banco espera que haya nuevos cargos de reestructuración en la segunda mitad del año y en los próximos ejercicios, de manera que, para finales de 2022, alcancen los 7.400 millones. La entidad afirma que podrá soportar todos estos costes sin llevar a cabo una ampliación de capital. No obstante, el consejo de administración tiene la intención de recomendar que no se pague un dividendo de capital ordinario para los ejercicios 2019 y 2020.

Fuente: El Páis / España

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