Bienes Personales y ganancias empresarias extraordinarias, los ejes
Fernanda Vallejos pidió una “política redistributiva drástica en materia tributaria” para hacer frente a la segunda ola de COVID
La diputada nacional del Frente de Todos Fernanda Vallejos abogó por restricciones más estrictas, en función de las advertencias de científicos y la situación límite del sistema de salud. Para sostener económicamente estas medidas, instó a avanzar en una reforma tributaria que tenga como prioridad engrosar las arcas fiscales con el fin de profundizar las políticas de cuidado de la vida y de la economía. Aseguró que quienes tienen que hacer el esfuerzo, así como lo hace el Estado, son las corporaciones y las élites económicas.
Argentina ingresó en la segunda ola de la pandemia de covid-19 y el gobierno nacional estableció nuevas restricciones para mitigar su impacto. En este marco, la diputada Fernanda Vallejos planteó la necesidad de aplicar medidas más estrictas. Para solventar esto, pidió avanzar “en una política redistributiva drástica en materia tributaria”, con eje en el aporte de las corporaciones y de las élites económicas para hacer frente a la obtención de recursos de forma justa que permitan salvar vidas y no detener la recuperación de la actividad.
“La manera de saldar la tensión entre la necesidad de un mayor gasto social por parte del Estado en esta emergencia sanitaria y las restricciones fiscales en las que ponen el acento quienes están cuidando las cuentas públicas, es avanzar en una política redistributiva drástica en materia tributaria para que el mayor aporte de los más ricos o de las corporaciones que tienen ganancias extraordinarias -aun en la crisis- compense esos desequilibrios reduciendo la ampliación del déficit fiscal y la necesidades de emisión”, definió la presidenta de la comisión de Finanzas.
Vallejos advirtió que las medidas que establecen las restricciones podrían haber sido más estrictas, teniendo en cuenta la opinión de científicos y el desborde que ya muestran algunos sistemas de salud. A su vez, porque “si este brote no se pudiera controlar y la situación empeorase, los costos, en primer término humanos pero también económicos, pueden ser incluso más elevados que los de un cierre duro por quince días o un mes”.
Pero la economista también reparó que ese camino centrado en cuidar la salud conlleva atender con el mismo énfasis las medidas económicas, para que los empleos y los ingresos no se vean afectados aún más después de los cuatro años de macrismo y el año 2020 signado por la primera ola de la pandemia.
“Es evidente que un cierre más estricto requiere de medidas económicas que acompañen a la población, particularmente a la más vulnerable”, exhortó, en diálogo con el programa Abrir el juego (radio Cooperativa). “Y en un país con 42% de pobreza hablamos de una cantidad importante de compatriotas a los que insoslayablemente hay que asistir”. Acto seguido, observó que “también es innegable que la situación de las cuentas públicas es muy compleja en Argentina, y no es un problema de nuestro gobierno, Macri dejó un país quebrado”.
Por este motivo, la legisladora reclamó que, así como el Estado hace el esfuerzo para cuidar a la población y sostener los niveles de actividad, también hagan un esfuerzo quienes tienen mayor capacidad contributiva. “Hay dos piezas claves de la estructura tributaria donde se debería poner el foco si queremos ampliar esa capacidad recaudatoria del Estado de una manera justa y posible”, sin afectar a los sectores trabajadores. “Son Bienes Personales, donde creo que hay que profundizar la escala como también la estructura alicuotaria para que haya una mayor carga sobre los sectores más ricos, como ocurre en los países desarrollados”.
Y en segundo lugar, instó a “pensar en tributos que observen la situación de las ganancias extraordinarias que algunos sectores han tenido, y esto lo observamos mirando los balances de esas grandes empresas”.
Vallejos había esbozado esta propuesta de ir en pos de una reforma tributaria integral y progresiva el año pasado durante el debate del Aporte extraordinario, convertido en ley.
Su idea es parte del debate en Europa y Estados Unidos, que buscan alternativas para robustecer la capacidad fiscal de los estados en medio de los rebrotes de la pandemia. Países del Viejo Continente como Francia y España pujan por la tasación internacional de las grandes plataformas digitales (“tasa google”). Al mismo tiempo, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, dijo esta semana que Estados Unidos va a negociar con el resto de las naciones del G-20 la coordinación de un impuesto mínimo sobre las corporaciones.
“Estamos bastante lejos de que estos gigantes tributen como lo deberían hacer acorde a los enormes beneficios que obtienen de nuestra economía. Por eso, allí están los puntos neurálgicos a los que habría que prestar atención porque son los sectores que tienen realmente espalda y capacidad para contribuir en una situación extraordinaria e inédita”, reforzó Vallejos.
“Este contexto de un mundo tan lejos de la normalidad que supimos tener debería obligarnos como sociedad a pensar las cosas de otra manera, con mayor solidaridad, y allí las decisiones políticas importan”, concluyó.
Modificaciones en el proyecto de Ganancias para empresas
El oficialismo modificó las escalas del proyecto original del impuesto a las Ganancias de empresas. Lo volvió más progresivo. De este modo, según los cálculos oficiales, sólo el 10% de las empresas deberán pagar la alícuota más alta (35%), mientras que el restante 90% -que engloba al sector de las PyMEs- pagarán una alícuota menor a la que rigió en 2020.
“Es un esquema progresivo que reconoce la abismal diferencia que existe en muchos casos en las PyMEs respecto de las grandes empresas”, distinguió Vallejos. “Tiene que ver con un momento donde las contribuciones tributarias tienen que recaer sobre quienes pueden pagar más, porque no podemos pedirles esfuerzo a quienes a duras penas vienen sobreviviendo”, aseguró, y recordó que durante el macrismo cerraron 25.000 empresas, la gran mayoría PyMEs.
“Con esta modificación vamos a tener un impuesto a las ganancias de las sociedades un poquito más justo que contemple la realidad inexorable que atraviesan miles de PyMES desde hace cinco años”, cerró Vallejos
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