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Cannabis: Cooperativa afirma que el cáñamo va a sacar al mundo de la depresión económica
Así lo hizo Candela Grossi, presidenta de la cooperativa Cultivo en Familia, en una entrevista con ANSOL para comprender desde la perspectiva de los trabajadores el proyecto de ley impulsado por el Ministerio de Desarrollo Productivo. El Estado busca regular la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta de cannabis. CABA (Ansol).- La representante de la cooperativa Cultivo en Familia, Candela Grossi, aseguró que “el cáñamo a a sacar al mundo de la depresión económica en la que está sumergido”.
Lo hizo en comunicación con ANSOL, a dos semanas de la presentación del marco regulatorio por parte del Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, para el desarrollo de la industria del cannabis y cáñamo industrial que busca regular la actividad y fomentar el desarrollo de la cadena productiva.
De ser sancionado, el proyecto permitirá una mayor potencia de crecimiento especialmente en el desempeño de las cooperativas y pymes del sector.
Según los propios datos proporcionados por Cultivo en Familia, fueron relevadas 140 asociaciones de cultivadoras y cultivadores que trabajan con la planta de cannabis con fines terapéuticos e industriales.
La importancia de un abordaje integral sobre el cannabis
Cultivo en Familia nació como una asociación civil en el año 2016 y a partir del contexto de pandemia, comenzó a realizar un trabajo cooperativo buscando proveer aceite de cannabis con fines medicinales mediante una cuota societaria; sin embargo, distintos problemas burocráticos aún les impiden la finalización del trámite de inscripción como cooperativa de trabajo y la obtención de la matrícula.
En ese marco, su representante explica la perspectiva desde las cooperativas de este proyecto de Ley: “Se está debatiendo mucho, si bien se habla de generar puestos de trabajo, resaltamos que el espacio debe ser para la industria local. Tenemos excelentes especialistas acá, semillas y genéticas que se trabajan hace muchos años. Nuestra lucha pasa por ese lado”.
El objetivo de los trabajadores frente al proyecto de ley que promueve un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis es que no se pierda la importancia de los productores locales, y ser más escuchados por el ministerio para debatir y enfatizar sobre las cuestiones que buscan enfatizar las asociaciones.
Durante el diálogo con ANSOL, Grossi, quien además cuenta con un emprendimiento personal relacionado a la industria de cosmética cannábica, remarcó lo fundamental del espacio a la industria nacional por parte de los cannabicultores y cannabicultoras locales: “Es primordial, le dan el espacio a esas personas, baja la población carcelaria, baja el índice de narcotráfico y después podemos hablar de la producción para exportar o de los capitales extranjeros que buscan invertir en la República Argentina”.
Actualmente en nuestro país, el marco regulatorio para el uso medicinal de cannabis está dado por la Ley 27.350 de Cannabis Medicinal, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis. Desde la perspectiva de Grossi como trabajadora de la industria cannabica y cultivadora, la ley tiene puntos positivos y negativos: “Se autoriza el autocultivo sin restricción de patologías y eso es lo positivo, pero hay que firmar un mutuo acuerdo con el médico y muchas veces no pueden hacerse cargo de esa responsabilidad. La gente que se inscribe es porque ya cultiva con estos fines”.
A este punto agrega que todo esto se va trabajando en el mientras tanto y las asociaciones tienen acceso al Ministerio de Salud a través del Consejo Consultivo aunque esperan mayores respuestas: “ La visibilización de nuestro trabajo es importantísima, pero no siempre está el Estado, durante años seguimos cubriendo un agujero que tiene el Estado, una gran deuda que es la reforma de la ley de drogas”.
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