Economías regionales

#MotorDomingo / Entrevista a Maritsa Puma, productora agroecológica

“Esta red de capacitación permite demostrar que se puede producir alimentos sanos, de manera sustentable y a un precio justo”

(Por Estefanía Cendón/ Entrevista / #MotorDomingo) Maritsa Puma, productora agroecológica del cordón frutihortícola de La Plata, explica en qué consiste el Consultorio Técnico Popular (COTEPO) implementado por la UTT. La organización brinda formación a sus productores en los beneficios de la producción agroecológica a través de técnicos especializados en las 16 provincias donde tiene presencia la UTT. Entrevistada por Motor Económico, Puma destaca la génesis de este esquema de capacitación instrumentado por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT): “El COTEPO, como parte del área de Producción de la UTT, está conformado por compañeros que hacen agroecología en su campo y enseñan este tipo de prácticas a otras familias a través de talleres y encuentros de agroecología a nivel regional, provincial o nacional”.

Cinco talleres estructuran este ciclo de formación que es brindado por dos técnicos en cada una de las regiones. “Los productores empezamos a recuperar prácticas relacionadas con cómo nuestro padres o abuelos preparaban el suelo y aquellos métodos para que las plagas no arruinen sus cultivos. En paralelo a estas capacitaciones semanales, los encuentros nacionales posibilitan la formación técnica de los productores que, al regresar a sus provincias y espacios de trabajo, logran trasmitir esos conocimientos adquiridos”, detalla la integrante de la UTT.

El trabajo en conjunto de las organizaciones, sumado al apoyo de instituciones como el INTA, son claves en este tipo de experiencias. Más allá de la instancia de formación, constituyen un valioso antecedente para la conformación de un nuevo modelo agroalimentario que logre garantizar alimentos saludables y a precios accesibles para todos los argentinos. La experiencia es tangible: sólo en el cinturón frutihortícola de La Platamás de 200 familias desarrollan su producción agroecológica.

“La agroecología permite recuperar la fertilidad natural de los suelos en términos de un año y medio o dos. Después de los seis meses comienzan a verse los resultados: se reducen los problemas de plagas, ya no se utilizan agroquímicos y los bioinsumos se requieren en menor proporción conforme pasa el tiempo. También la comercialización de estos productos se vuelve más justa: se establecen precios fijos para cada producto a través de las asambleas, los bioinsumos admiten una producción más saludable y el dinero que se ahorra en agroquímicos permite alcanzar un precio más accesible”, enumera la integrante del COTEPO.

MOTOR ECONÓMICO: ¿Qué es el COTEPO y cómo es su funcionamiento?

Maritsa Puma: El COTEPO se conecta con la Secretaría de Producción de la UTT. LA UTT es una organización de pequeños productores de alimentos, como frutas y verduras, que incluye actividades que van desde la cría animal hasta la elaboración de productos artesanales, medicina y cosmética natural. Actualmente nos encontramos en 16 provincias y somos más de 20.000 familias.

Este sistema, como parte del área de Producción de la UTT, está conformado por compañeros que hacen agroecología en su campo y enseñan este tipo de prácticas a otras familias a través de talleres y encuentros de agroecología a nivel regional, provincial o nacional. En estos talleres se establece un núcleo de base, que puede ser de 100 a 150 productores en una localidad, que son compañeros que integran la UTT. El COTEPO se estructura a partir del dictado de 5 talleres-cursos en el que participamos los productores. Los cinco talleres se desarrollan por cada base o región para que más familias puedan acceder a esta forma de producción agroecológica.

ME: ¿En qué consisten estos talleres y cuál es el impacto en su trabajo cotidiano?

MP: En estos encuentros los productores empezamos a recuperar prácticas relacionadas con cómo nuestro padres o abuelos preparaban el suelo y aquellos métodos para que las plagas no arruinen sus cultivos, como producir repelentes de insectos con materiales que encontramos en el mismo campo o que son de fácil acceso. Por ejemplo, hacemos purines que es un preparado desarrollado a partir de las mismas plantas que permite extraer sustancias útiles y constituye una buena medida preventiva, incluso curativa, frente a numerosos parásitos y enfermedades. También realizamos tés, tinturas, biofermentos y abonos orgánicos también fermentados. La elaboración de estos bioinsumos depende de materiales que encontramos en el mismo campo.

ME: ¿Cuándo iniciaron estas capacitaciones y cuál es el alcance logrado a nivel nacional?

MP: Aproximadamente arrancamos la experiencia del COTEPO en 2014 con cinco productores en la localidad de El Pato, partido de Berazategui, en Buenos Aires. Ellos estaban desarrollando agroecología a través de capacitaciones del INTA, trabajando parcelas de media hectárea en su campo. Hacia 2017, ante la imposibilidad de fortalecer este esquema inicial para que más familias se sumen, dimos inicio a encuentros nacionales de agroecología con Jairo Restrepo, ingeniero agrónomo y especialista en agricultura orgánica, o David Vázquez otro referente mundial en la materia. Estos talleres a nivel nacional comenzaron a reforzarse no sólo en la provincia de Buenos Aires, también en las 16 provincias donde está la UTT.

"Hoy somos más de 200 familias desarrollando producción agroecológica en el cinturón frutihortícola de La Plata y también en otras provincias"

Por esta vía se formaron técnicos campesinos, compañeros que empezaron a producir en sus propios campos a la par que se formaron equipos técnicos en las distintas provincias. Fue así como entre 2017 y 2018, de esos 5 compañeros iniciales que teníamos desde 2014 formándose como técnicos, pasamos a ser 100 familias en La Plata que se sumaron a hacer agroecología. Hoy somos más de 200 familias desarrollando producción agroecológica en el cinturón frutihortícola de La Plata y también en otras provincias como en Corrientes, donde además de verduras se producen flores agroecológicas. Los encuentros nacionales permitieron la capacitación técnica de los productores que, al regresar a sus provincias y espacios de trabajo, lograron trasmitir esos conocimientos adquiridos a través del COTEPO.

ME: ¿Los cursos que suministra el COTEPO son de formación general o hay adaptaciones temáticas en relación a los distintos espacios y tipos de producción?

MP: Sí, realizamos talleres de nivelación a partir de estos 5 talleres generales. El primer taller aborda el funcionamiento del suelo y cómo mantenerlo vivo: de qué manera hacer una buena preparación, como el abono orgánico bocashi, la incorporación de materia orgánica, microorganismos y minerales. También se aborda cómo recuperar la fertilidad natural del suelo y mantenerla con el tiempo.

En el segundo taller se ve la importancia de la rotación de cultivos: intercalar familias de cultivos en el mismo campo. Se trata de realizar un diseño de un campo donde se ven los beneficios de implementar corredores biológicos, lo que incluye plantas aromáticas y flores para atraer polinizadores e insectos beneficiosos. En correlación, durante el tercer taller producimos bioinsumos, purines de plantas, caldos minerales o tés. Ya en el cuarto taller hacemos biofertilizantes, mientras que el quinto taller está orientado al intercambio de saberes y de semillas. Como mencioné, en cada región las recetas elaboradas durante los talleres van cambiando conforme a los materiales disponibles en el campo o la región.

Los cinco talleres instrumentados desde el COTEPO son brindados por dos técnicos que realizan agroecología más otros dos que los acompañan para capacitarse en estas técnicas y luego poder trasmitir estos conocimientos. En cada provincia donde tiene despliegue la UTT se conforma un equipo técnico donde hay grupos armados y asambleas. Generalmente los cursos se dictan de forma semanal o dependiendo de la disponibilidad y las distancias a recorrer por quienes toman estos talleres en cada provincia. Esto quiere decir que los cinco talleres no son sólo destinados a los productores, también hay técnicos en estas zonas que se especializan a través de los talleres.

ME: ¿La pandemia modificó este esquema con el que vienen trabajando?

MP: Antes de la pandemia generamos grupos de WhatsApp en cada región para resolver las dudas y consultas técnicas que podían surgir sobre lo abordado.Cuando comenzó la pandemia tuvimos que empezar a hacer los talleres presenciales con grupos reducidos de hasta 15 personas al aire libre. Esta es una metodología que veníamos desarrollando, los talleres generalmente se realizan en los campos de los compañeros y al aire libre, por lo que eso no nos generó problemas. El tema fue trabajar con grupos reducidos y, por ejemplo, durante el invierno del año pasado tuvimos que interrumpir los cursos hasta el regreso de la primavera. También, en vez de juntarnos todos en un mismo espacio para las capacitaciones, un compañero hacía recorridas por los campos de las familias que están recién empezando o tienen inquietudes.

Hubo mucha demanda de compañeros floricultores y de familias que querían hacer agroecología. Esto se debe a los múltiples beneficios que presenta esta forma de producir: es más económico, ya que los bioinsumos puede producirlos uno mismo con elementos disponibles en el propio suelo. Lo real es que quienes integramos el COTEPO aún somos pocos en relación a la demandas de las familias que quieren adherirse a la producción agroecológica. Es por este motivo que las capacitaciones son internas de la UTT, por eso no las abrimos a otras organizaciones. Sin embargo, los encuentros que hacemos a nivel regional o nacional los desarrollamos en conjunto con otras organizaciones.

ME: ¿Esto se asocia con el reciente lanzamiento de la Mesa Agroalimentaria Argentina?

MP: Claro, tiene que ver con el trabajo en conjunto de las organizaciones por reforzar las luchas cotidianas que venimos teniendo como el avance de la agroecología, poder fortalecer en conjunto el pedido de políticas públicas para que nos escuchen. Por ejemplo, el Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra (MNCI ST) cuenta con escuelas de agroecología y, como la UTT aún no tiene un espacio dedicado a la educación, la idea es poder hacer más encuentros para la capacitación de nuestros técnicos y más formaciones que permitan intercambiar los saberes y experiencias que venimos desarrollando cada organización.

ME: ¿Cómo es el vínculo con el INTA?

MP: Empezamos a trabajar junto al INTA en la capacitación parala producción de semillas. Durante la pandemia, como las semillas usualmente se compran en el exterior, se cortó esa circulación de semillas híbridas o las comerciales que son utilizadas por la mayoría de los productores. Otro factor es que ante la escasez de semillas su precio subió. Desde el año pasado vimos que había una gran necesidad de producir nuestras propias semillas, por lo que desde la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA nos brindan charlas acerca de su producción.

Empezamos a trabajar junto al INTA en la capacitación parala producción de semillas. Durante la pandemia, como las semillas usualmente se compran en el exterior, se cortó esa circulación de semillas híbridas o las comerciales que son utilizadas por la mayoría de los productores.

Junto al INTA nos capacitamos ante la demanda creciente de semillas en el último período y la imposibilidad de comprarlas en el exterior. Esta es una forma de complementar el trabajo que vienen haciendo los compañeros en el campo al producir sus propias semillas, pero no con tanta variedad o a gran escala. Con el INTA la idea es dar un salto a gran escala. Actualmente la UTT desarrolla un taller virtual de producción de semillas junto alMNCI ST y el INTA. También se han sumado productores con proyectos de huertas comunitarias y aquellos que nos escribieron porque están interesados en la temática.

ME: ¿Cuáles son los resultados que observan a partir de la implementación del COTEPO?

ME: Entre los beneficios que observamos, aquellas familias que realizan los talleres y empiezan a hacer agroecología en su campo la mayoría solía utilizar agroquímicos y sus suelos estaban muy desgastados. La agroecología permite recuperar esos suelos, su fertilidad natural, en términos de un año y medio o dos años. Después de los seis meses, como mínimo, comienzan a verse los resultados en cómo mejora la producción en el campo: se reducen los problemas de plagas, ya no se utilizan agroquímicos y los bioinsumos se requieren en menor proporción a medida que pasa el tiempo.

También la comercialización de estos productos se vuelve más justa: a través de las asambleas se establecen precios fijos para cada producto, los bioinsumos permiten una producción más saludable y el dinero que se ahorra en agroquímicos permite alcanzar un precio más accesible.Estos son los beneficios al transitar el camino de la agroecología.

ME: ¿Se vislumbra, a partir de esta experiencia, la posibilidad de constituir un nuevo modelo agroalimentario?

MP: Sí. Nosotros pudimos demostrar que es posible hacer agroecología en la producción de hortalizas, frutas y también, trabajando en conjunto con otras organizaciones, tenemos experiencias de producción en granos y a gran escala. Queremos demostrar que hay otra forma de producir, de manera sustentable, para ofrecer al pueblo alimentos sanos y a un precio justo.

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