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Adolfo Pérez Esquivel a Correa: "La democracia formal, donde el pueblo delega todo el poder, está agotada"
El premio Nobel de la Paz argentino participa de una nueva edición de 'Conversando con Correa' para hablar sobre las dictaduras en América Latina, la lucha por la emancipación de sus pueblos, la teología de la liberación, el marxismo, la paz y la democracia.
En esta nueva edición de 'Conversando con Correa', el expresidente de Ecuador entrevista a Adolfo Pérez Esquivel, el argentino distinguido con el premio Nobel de la Paz en 1980 por su activismo en la defensa de los derechos humanos durante las últimas dictaduras militares de América Latina.
Esquivel, que profundizó su participación en los movimientos sociales de la región basado en la doctrina cristiana, se refiere a la histórica desigualdad del continente: "Hay muchos intereses, no solo de los terratenientes. Son políticas continentales que se implantan, como fueron las dictaduras. No es que los militares se volvieran locos de golpe. No, tenían un proyecto".
Sobre ello, acota que hubo una formación de "80.000 militares latinos que pasaron por la Escuela de las Américas y las academias militares de EE.UU.". Y reflexiona: "Tenemos que preguntarnos por qué hoy Washington va instalando bases militares en todos los países". Para el invitado, la meta de la Casa Blanca sigue siendo que ningún país de la región sea soberano. "En cuanto aparece un Fidel Castro, un Hugo Chávez, se enloquecen, ¿no?", comenta.
La acción de los pueblos
En otro tramo de la charla, el entrevistado habla sobre la ola de protestas que se desató recientemente en varios países de Latinoamérica: "Es la rebelión de los pueblos, y los pueblos dicen '¡basta!'. Con un alto costo en vidas, pero también con fuerza y una necesidad de transformación". Por su parte, el anfitrión añade: "Nuestros pueblos son pacientes, pero no ausentes. Y lamentablemente tienen una mala concepción de la democracia".
El análisis de Marx de la sociedad es importante (...) No quiere decir que se van a tomar las armas, se puede luchar de otra forma (...) La lucha en Argentina de los derechos humanos contra la dictadura fue no violenta
Esquivel se caracteriza por ser un defensor de la teología de la liberación, una vertiente del cristianismo nacida en América Latina que se basa en la lucha pacífica por los derechos de los movimientos populares. Esta corriente también tuvo figuras más extremas, como el sacerdote guerrillero Camilo Torres, miembro del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, asesinado en 1966.
Sobre ello, Correa recordó las críticas a este sector del cristianismo, por alejarse del Evangelio e inclinarse hacia ideas marxistas. "No hay que desechar al marxismo, hay que ver aquellas cosas que sirven, porque el análisis de Marx de la sociedad es importante", profundiza el argentino. Sin embargo, el dirigente ecuatoriano encuentra contradicciones entre la teoría de lucha de clases y el activismo pacífico. "Son formas, miradas. No quiere decir que se van a tomar las armas, se puede luchar de otra forma", responde Esquivel.
Y continúa: "La lucha en Argentina de los derechos humanos contra la dictadura fue no violenta. No necesitamos armas para combatir. Gandhi decía algo muy interesante: 'Si seguimos con el ojo por ojo, todos terminaremos ciegos'".
Paz y democracia
Aquel reconocido defensor de los derechos humanos, quien estuvo detenido en varios países del continente por su activismo, e incluso fue torturado por la dictadura argentina, también se hace lugar para brindar algunas definiciones conceptuales.
Debemos encontrar alguna forma de participación a través de los consejos de los pueblos, que puedan aportar, opinar, acompañar, y no simplemente hacer una crítica al Gobierno de turno
"La paz es una dinámica permanente de relación entre las personas y los pueblos. Es cómo nos comunicamos, cómo nos respetamos", sostiene. Al mismo tiempo, aclara: "No hay cosa más contraria a la paz que la pasividad. Yo pienso la paz siempre como una dinámica de relaciones humanas, y la relación con la madre Tierra".
En ese tono, basado en sus experiencias personales, opina sobre la democracia: "Este sistema formal, donde el pueblo delega todo el poder en quienes nos gobiernan, está agotado", cuestiona. Asimismo, idealiza y sostiene que "la democracia significa derecho e igualdad para todos y todas".
Para concluir, propone "encontrar alguna forma de participación a través de los consejos de los pueblos, que puedan aportar, opinar, acompañar, y no simplemente hacer una crítica al Gobierno de turno".
Fuente: RT
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