Paula Álvarez Carreras/ Unidad Ciudadana/ Jujuy/ Candidata Gobernadora
"Cristina entusiasma cuando habla, porque les habla a las personas de manera directa, interpela y hace asumir compromiso".
( Jujuy / Por Gabriela Tijman )- Paula Álvarez Carreras se define como trabajadora por los derechos humanos y la justicia social. La llaman Paloma, ya sí se presenta como candidata a gobernadora de Jujuy en las próximas elecciones provinciales del 9 de junio, por Unidad Ciudadana Jujuy, que después de muchas idas y vueltas salió al ruedo en soledad, sin haber acordado con ninguno de los frentes vinculados al peronismo local.
La decisión de sostener el espacio Unidad Ciudadana en Jujuy, explica Paloma, tiene que ver con “un acto colectivo de coherencia” de quienes lo integran, frente a un panorama local en el que muchos siguen pensando que son necesarias las grandes estructuras partidarias. “Ocurre que esas estructuras históricas, de alguna manera conservadoras, están a mi modo de ver muy relacionadas con pensamientos neoliberales de derecha, lo cual es sumamente preocupante”, agrega.
Y no es para menos. El peronismo jujeño está conducido por Rubén Rivarola, actual diputado provincial, dueño del diario El Tribuno Jujuy y de la empresa que se ocupa de la recolección de residuos y el sector del micro y macrocentro de la capital provincial. Y para estas elecciones incorporó nada menos que como candidato a gobernador a Julio Ferreyra, un hombre cuya actuación pública estuvo limitada a la dirección del Registro Civil provincial por más de dos décadas. Ferreyra siempre fue un poco refractario a los cambios. Cuando la primera pareja igualitaria se presentó para casarse, él les citó a su despacho para darles una especie de sermón en el que les aconsejaba que “lo piensen bien” antes de dar el paso. Tiene además denuncias de maltrato y acoso laboral. Y anda por los medios diciendo que “desde 1983 los políticos han tomado por asalto la casa de gobierno”, negando los 30 mil desaparecidos por el terrorismo de Estado, poniendo en cuestión la identificación de nietos recuperados y asegurando que las moratorias previsionales son injustas porque en su opinión una persona que nunca hizo aportes no tiene derecho a una jubilación.
No es difícil entonces comprender por qué Paloma Álvarez Carreras, una abogada dedicada a los derechos humanos, querellante en juicios de lesa humanidad e integrante del equipo de defensa de Milagro Sala y el resto de los presos políticos de Jujuy, dice que está “en las antípodas” no solo del gobierno nacional y el provincial, sino también de la estructura partidaria del PJ local. Cuestión de derechos
¿Qué motivó el paso de Álvarez Carreras desde el ámbito de los derechos humanos al de la política? La respuesta, naturalmente, es política: “Durante los años del kirchnerismo, el gobierno nacional asumió una política reparadora en relación a los reclamos históricos de los derechos humanos e impulsó políticas que permitieron que se realizaran los juicios a los genocidas con todas las garantías constitucionales y de defensa, y que tuvieran sus condenas. Ese fue un gesto para las víctimas y los organismos de derechos humanos, pero también para toda la sociedad civil. Ahora, frente al retroceso que hoy se vive con el gobierno nacional y el provincial, quienes estamos en esos espacios nos sentimos interpelados”.
Esto solo para empezar. Porque para Paloma hablar de derechos no se agota en la defensa férrea de la idea de Memoria Verdad Justicia. La experiencia kirchnerista, a su entender, permitió conocer “un estado fuerte que llevó adelante políticas públicas que garantizaron otros derechos, como la salud, la educación, el acceso a la AUH, y también les devolvió derechos a los sectores desposeídos para mejorar sus condiciones de vida”, repasa.
“Frente a esto, asumiendo que otras políticas son posibles, porque las conocimos, y que esas decisiones se toman en función del modelo; y asumiendo la responsabilidad quenos cabe como militantes defensores de esos derechos, es que uno decide dar el paso hacia la política”, redondea. Y aclara: “Pero no es cualquier paso, no es entrar a uno de los partidos tradicionales, hacia los que tenemos una lectura crítica, sobre todo en Jujuy”.
Las razones de UC
La amplitud de la convocatoria, la falta de una estructura verticalista –“como las históricas en nuestra provincia”- y la incorporación de organizaciones sociales son algunas de las características que la candidata destaca del Frente Unidad Ciudadana. “Tenemos un funcionamiento distinto al de los espacios políticos tradicionales jujeños, encabezados por caudillos políticos que llegan a esa función gracias a una cuestión hereditaria, a través de parientes, o por la identificación de algunos de ellos con otros históricos dirigentes que van transmitiendo los cargos y una supuesta legitimidad del espacio”, describe. Claro que la cuestión no se agota en la manera de funcionar o en quiénes integran Unidad Ciudadana en Jujuy. En el marco de un bipartidismo que es tradición en la provincia, el que representaría a los sectores populares debería ser el PJ; pero “en este contexto de retroceso de derechos y de avance de políticas neoliberales y referentes de derecha, el PJ postula hoy a una persona que niega a los desaparecidos y cuestiona el trabajo de Abuelas en la recuperación de los nietos”, advierte Álvarez Carreras en referencia a Julio Ferreyra.
“Quienes militamos la defensa de los derechos humanos sabemos que ese candidato no podría representar a los sectores que nosotros queremos representar, que son los que buscan equidad, justicia y acceso a derechos en condiciones de igualdad”, detalla. El diagnóstico está hecho. En Jujuy “se facilita el acceso a mejoras solamente a algunos sectores, generalmente los relacionados con familiares de los funcionarios o con socios o empresarios cercanos a funcionarios -dice la abogada-, y en función de eso las políticas que se implementan no solo son perjudiciales para los sectores más desprotegidos sino funcionales al aumento de beneficios económicos para el sector concentrado”.
Como militante de la defensa de los derechos humanos, Paloma Álvarez Carreras presta especial atención a la situación de las mujeres, a la que las políticas de esta administración no han dado cuenta ni respuesta concreta. “La situación de las mujeres en Jujuy es grave y acuciante -alerta-. Las mujeres se mueren porque viven situaciones de violencia frente a las cuales las políticas destinadas a su protección, su acompañamiento y su fortalecimiento no dan respuesta, dejando abandonadas a mujeres y niñas, sobre todo del interior de la provincia”.
En este punto, retoma el caso de la niña de 12 años que llegó en enero pasado al sistema público de salud cursando un embarazo producto de una violación. De acuerdo a la normativa y los protocolos vigentes, esa niña tenía derecho a una interrupción legal de ese embarazo. Sin embargo, una cadena de incumplimientos demoró adrede la intervención mientras se filtraba la información para que los sectores antiderechos hicieran movilizaciones “en defensa de las dos vidas”.
El final de esta historia es doblemente dramático: la niña violada debió esperar una semana hasta que la intervinieran, y la criatura nacida por cesárea apenas tuvo una sobrevida de cinco días. “El caso de esa niña es otro ejemplo del retroceso de este gobierno en materia de protección y reconocimiento de derechos. Porque la ILEes un derecho, es legal, y por lo tanto no se puede someter a discusión, y está también el protocolo que se puso en vigencia en 2015. Todo esto era política estatal indiscutida, pero ahora está en discusión. Más allá del proyecto de aborto legal, seguro y gratuito, se ha habilitado la oposición a cosas que ya son ley”, analiza.
Este retroceso, reflexiona, no es solo discursivo, sino que tiene consecuencias concretas como la reducción de los programas relacionados con esta problemática, como por ejemplo el de educación sexual integral. “La consecuencia es que las niñas, niños y jóvenes no pueden acceder a sus derechos, saber sobre sus propios cuerpos, identificar la necesidad de protección de sus cuerpos. Eso es responsabilidad del Estado, y en cambio los deja indefensos frente a situaciones de abuso de cualquier grado y en cualquier ámbito”, señala.
“Es fundamental retomar aquellas políticas que existían y se han perdido, para volver a garantizar esos derechos”, concluye.
Convocatoria
Unidad Ciudadana Jujuy convoca para el 9 de junio “al sector que peor la está pasando, los desocupados y los que vieron al Estado en retirada en relación a ellos”, precisa Álvarez Carreras, y enumera: niños, niñas; adultos que perdieron su trabajo y por su edad les resulta difícil volver a insertarse; jubilados. También a “todos aquellos aquienes el gobierno no les ha reconocido sus derechos en cuanto colectivos con necesidades concretas”, como las comunidades indígenas, los pequeños productores y las familias campesinas.
El parque solar de Cauchari, la explotación de litio en la puna, la plantación de cannabis en la Finca El Pongo y el proyecto turístico en la zona de los diques son algunos de los megaemprendimientos del gobierno de Gerardo Morales que afectan a estos últimos colectivos. “Ellos no han tenido participación, y son quienes van a sufrir las consecuencias directas sobre sus vidas y su supervivencia”, dice Paloma.
Jujuy K
En 2003, cuando Néstor Kirchner llegó a la presidencia con el 22 por ciento de los votos a nivel nacional, resulta que en Jujuy lo votó el 42 por ciento del electorado. Sin embargo, la provincia no tuvo nunca una sintonía directa con el kirchnerismo, mucho menos cuando asumió Cristina Fernández.
Paloma rememora: “Cuando asumió Néstor Kirchner yo estaba estudiando en Córdoba. Escuché su discurso con una amiga y dijimos ‘¡uy, tenemos un presidente de izquierda!’. Fue sorprendente, gratamente”, relata divertida y nostálgica.
Si bien los momentos históricos no son trasladables, Álvarez Carreras quiere recuperar la experiencia de la gestión de Kirchner “para salir del incendio”. Y de su personalidad rescata “la humildad y la falta de soberbia para tener ese gesto de llamado a la transversalidad”.
“Fue fundamental; fue un ejemplo nacional. Todos convocados. Era la hora de arremangarse y de salir a trabajar todos, dejando disputas e intereses, a la vez que haciéndose cargo de lo más urgente, viajando a resolver donde había problemas, interviniendo en situaciones graves en provincias. Hay que retomar esa experiencia”, afirma.
-Pensando en el discurso de Néstor en 2003, ¿cómo analiza el de Cristina de la semana pasada en la Feria del Libro?
-Precisamente, lo que más me movilizó fue el llamado a todos los espacios, a los ciudadanos y ciudadanas. Porque es el pueblo el que tiene que defender sus derechos. Ahora, cuando estamos frente a un proceso electoral, tiene que elegir en ese sentido, reflexionar, y emitir su voto con responsabilidad. Cristina entusiasma cuando habla, porque les habla a las personas de manera directa, interpela y hace asumir compromiso.
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