Entrevista a Carlos Heller por Diego Penizzotto
“Gradualismo” significa “ajuste más despacito”
(Por Diego Penizzotto) Hombre de bancos, mercado financiero y ex diputado nacional, Carlos Heller tiene una visión profunda y crítica de la economía nacional. En diálogo con “Pulso” (sección Diario Río Negro), el dirigente indicó que no confía en las virtudes del acuerdo con el FMI, y expresó preocupación por el futuro inmediato.
¿Qué opina del acuerdo con el FMI?
La carta de intención no hace más que establecer una profundización del programa de ajuste fiscal. Traducido en términos de lo que le importa a la gente, significa una serie de recortes en diferentes rubros. El ajuste siempre es recorte, es achicar diferentes gastos del presupuesto. Para alcanzar el compromiso asumido en cuanto al déficit, es necesario según el propio gobierno, reducir el gasto un 13%, lo que equivale a un 3,7% del Producto Bruto (PBI). Eso se logra en menores subsidios a la energía y al transporte, en reducciones a las transferencias a las provincias, en un fuerte recorte de inversión en obra pública e infraestructura. Es un panorama de ajuste severo.
¿La deuda ha comenzado a ser un problema?
En efecto, al ajuste fiscal hay que sumar el peso de los intereses. Según el propio gobierno, si todo sale bien, el déficit financiero será este año del 5,1% del PBI. Es decir que Argentina necesita este año u$s 25.000 millones solo para financiar el déficit financiero, producto de la suma del déficit primario más los intereses de la deuda.
¿Es virtuoso el ajuste?
Todos sabemos, porque no existe una sola experiencia que demuestre lo contrario, que el ajuste siempre termina en la necesidad de “más ajuste”. El ajuste es un proceso sin fin. Porque trae aparejado caída de la actividad económica, y ello a la vez trae menos ingresos, y eso requiere entonces más ajuste del lado del gasto, y así sucesivamente. Por lo tanto es un camino con un final anunciado.
¿Había camino alternativo?
No tengo ninguna duda. Pero significa pensar el país desde una óptica diferente. Para ello hay que re pensar las variables principales. En primer lugar definir si al país lo gobiernan los mercados o lo gobierna un Estado que actúa en función a los intereses de los ciudadanos del país, y toma medidas en ese sentido. Si el tipo de cambio se regula según el mercado, las importaciones según el mercado, las actividades que son rentables subsisten y las que no desaparecen, los empleos cada vez valen menos, y todo eso se hace hipotéticamente para buscar el equilibrio fiscal, es evidente que ello tiene un alto costo social. Y además no da resultado.
Se critica al gobierno por el gradualismo, ¿qué opina?
Este gobierno por cuestiones políticas fue ajustando más despacito. “Gradualismo” significa “ajuste más despacito”. Se financió ese ajuste más despacito, con deuda. Lo que reclamaban desde la ortodoxia, era precisamente que acelere el ajuste.
¿Qué opina del monto de crédito al que accedió Argentina?
Fíjese el panorama que tenemos por delante. Los u$s 50.000 millones, no son para inversión productiva. Son dólares financieros, para atender déficit fiscal, fuga de capitales y remisión de utilidades. De ese monto no hay un solo dólar para hacer un puente o una ruta. Se trata de un crédito a tres años, durante los cuales no se va a pagar nada y se va a acumular el capital más los intereses. Y luego de los tres años, hay que devolver en ocho trimestres. O de lo contrario renegociar. Es difícil pensar en devolver u$s 50.000 millones más intereses en ocho trimestres.
¿Y entonces?
Entonces significa que más allá de lo económico, este préstamo tiene la intencionalidad de generar una atadura política, a fin de que cuando llegue el proceso electoral del año que viene, la “responsabilidad” lleve a decir: “el gobierno que surja de estas elecciones, tiene que ser uno que ratifique los lineamientos centrales de las políticas acordadas con el FMI”. De lo contrario, implica entrar en crisis con el principal acreedor del país.
¿Quiere decir que el FMI apoya la reelección?
Quiere decir que el FMI busca que haya una alternancia que asegure que nada cambie. Por ello el gobierno ya habló de la convocatoria a un gran “acuerdo nacional” que debería quedar plasmado en el tratamiento legislativo del Presupuesto 2019, el cual debe contemplar los ajustes acordados con el FMI.
Perfil Carlos Heller
Carlos Heller tiene 77 años y es oriundo de Entre Ríos.
Es cooperativista desde 1963 y preside el Banco Credicoop desde 2005.
Por su amplia trayectoria como bancario, dirigente cooperativista y político, conoce con amplitud la matriz productiva nacional.
En política, preside el Partido Solidario y fue diputado nacional entre 2009 y 2017.
Fue vicepresidente del Club Atlético Boca Juniors en 1985 y 1995.
(*) Fuente: Diario Río Negro
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