SENASA: “Aseguramos los controles a los países que nos compran y no a nuestro pueblo”
Jorge Ravetti, coordinador Nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), conversó con “Insurgentes” por Radio Sur 88.3 sobre los 213 despidos en el Ministerio de Agroindustria. Denunció que ponen en riesgo los controles sanitarios nacionales.
¿Cuáles son las funciones del SENASA?
Es el organismo nacional encargado de prevenir y erradicar las enfermedades de los animales y los vegetales, entre otras funciones. También se ocupa de controlar en todos los establecimientos donde se faena y se elaboran productos de origen vegetal y animal tanto para exportación como para consumo interno.
Indudablemente, es un organismo que debe ser del Estado y con funciones indelegables. En el marco del ajuste rabioso que está llevando adelante este gobierno, el presupuesto de nuestro organismo vino siendo reducido violentamente durante 2017, hubo una nueva reducción durante 2018 y a esto hay que agregarle lo que le adiciona el proceso inflacionario.
Esto lleva a que se tomen medidas como las que se están tomando. No cierran los números entonces delegan funciones, despiden personal. Nosotros decimos que cada persona despedida en el SENASA es una función menos que se hace.
Los 213 despidos se suman a 130 que hubieron en diciembre. Para que esto pase se tuvieron que levantar las barreras sanitarias de Yapeyú y Villa Olivari, ambas de Corrientes y la de San Jaime de la Frontera, Entre Ríos, porque despidieron al personal. Eran barreras específicas para controlar el ingreso de una plaga que afecta a los cítricos con HLB, esto quedó sin control y lo delegaron en las corporaciones citrícolas pero el HLB lo tenemos hoy en Entre Ríos, o sea avanzó.
Estos despidos están impactando directamente en la capacidad del Estado de controlar estas enfermedades vinculadas a las frutas, verduras y carnes.
Sin duda y además ahora cuando averiguamos que parámetros tenían para “elegir” a estos 213 compañeros a los cuales les están enviando el telegrama, la respuesta fue “en actividades que SENASA hacía y va a dejar de hacer”.
Sabemos que una de estas actividades es el retiro de la certificación sanitaria del ciclo uno donde se faenan animales, del ciclo dos son todos los establecimientos donde se elaboran y procesan productos de origen animal para consumo y el ciclo tres son todos los depósitos que almacenan y distribuyen los productos elaborados. Esto implica un doble estándar sanitario en el país.
Sí van a mantener los contratos oficiales y necesarios para todos los productos que se exportan y compra el mundo, y esto es así porque los mercados internacionales lo exigen. No confían en los controles privados, si en los estatales. Con esta metodología tenemos controles oficiales y eficientes para los productos que se exportan y cero control para los productos que consume nuestra población. Incluso la certificación sanitaria de los productos que se van a consumir los terminan de delegar en las empresas.
Por idiosincrasia el empresariado argentino tampoco es demasiado confiable como para poder auto controlarse. Esto demuestra, mas allá de la angustia que provoca la pérdida de la fuente de trabajo de 213 nuevos compañeros que van a ir a la calle, los controles que para nosotros son tareas indelegables del Estado, se van a poner en manos de terceros.
Además, el poco interés que tienen por el pueblo argentino, le aseguramos los controles a los países que nos compran productos y no se lo aseguramos a nuestro pueblo consumidor. Es una aberración por donde se la mire.
¿Quiénes son estos terceros? ¿A quienes les van a dar la labor que realizaba SENASA?
A las propias empresas bajo la figura de un director técnico. Salió una resolución donde obligan a las empresas a contratar un profesional, que le pagan las empresas por supuesto. Si son empresas grandes tendrán un director técnico y si son empresas chicas pueden tener uno que cubra hasta cuatro establecimientos, para reducirles el costo.
Acá lo único que hace el gobierno es reducir el costo a los empresarios y no cuidar al pueblo. Esta figura de director técnico privado y pagado por las empresas, es la que va a llevar adelante el control sanitario de los productos que consume nuestra sociedad. El autocontrol del propio empresariado.
¿Cómo sigue la lucha? ¿Están planteando alguna media de fuerza?
Durante la mañana de este miércoles realizamos un acto frente al Ministerio de Agroindustria y luego fuimos a SENASA porque calculamos que estos días todos los compañeros estarán recibiendo los telegramas.
Estaremos reclamando, acompañando y conteniendo a todos los compañeros que por desgracia hayan perdido la fuente de trabajo. Vamos a estar gritando muy fuerte también. Es nuestra responsabilidad como trabajadores y como ciudadanos reclamar que no se desmantelen los controles porque más allá de ser trabajadores y tener responsabilidad gremial, tenemos mujeres e hijos que consumen los alimentos y creemos que esto es aberrante por donde se lo mire que aseguremos controles al mundo y no los tengamos nosotros como pueblo.
(*) Fuente: Notas Periodismo Popular
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