Fake news
Cómo desmenuzar un comunicado para que diga lo contrario de lo que dice
Los periodistas discutimos entre nosotros por muchos temas.
Podemos dividirlos en tres grandes grupos.
1) Diferimos en la interpretación de la realidad. Los diferentes puntos de vista hacen que se prioricen distintos ángulos de la información. Es algo inevitable y constituye el abc de la profesión.
2) No nos ponemos de acuerdo en la existencia o no de determinados hechos. Muchas veces un medio tiene acceso exclusivo a una fuente de información, que relata lo ocurrido o manifestado por él u otros actores según su saber o conveniencia. Es responsabilidad del periodismo verificar si el relato se ajusta a la realidad, o en qué medida lo hace. Si no puede hacerlo, debería dejar claro que es una mirada parcial que responde a determinados intereses. El lector tiene derecho a saberlo para sacar sus propias conclusiones. No siempre pasa.
3) Aunque parezca increíble, también discutimos sobre lo obvio. La existencia o no de un hecho que todos podemos ver; lo expresado por un protagonista de la realidad en declaraciones públicas; el texto de un comunicado conocido por todos.
En los tres casos las razones son ideológicas, pero en el tercero además aparece la mala fe. El periodista miente a sabiendas, para defender intereses propios o ajenos.
Del tercer caso trata esta nota.
¿Los movimientos sociales kirchneristas apoyan o insultan a Kicillof?
El viernes 3 de enero tanto Clarín como Página/12 consignaron en sus páginas un documento de acceso público, cuya existencia y texto completo no genera controversia alguna: la carta abierta dirigida al gobernador Axel Kicillof por los dirigentes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular.
Clarín tituló Piqueteros K acusan al gobernador de cobarde por no cobrar más "a los ricos".
Página/12 eligió Carta abierta de apoyo a Axel Kicillof.
Los dos no pueden tener razón.
En un verdadero trabajo de orfebrería, la nota de Clarín recorta expresiones tomadas del comunicado, a las que reproduce entre comillas, para armar un texto diferente. El comienzo del artículo es una buena muestra:
Las organizaciones piqueteras cercanas al kirchnerismo publicaron una carta abierta dirigida a Axel Kicillof donde lo acusan de “cobardía” por no subirle más los impuestos a “los ricos”. El texto describe una “Provincia de Buenos Aires prendida fuego”, producto de la “herencia” que deja la gestión Cambiemos. En ese marco, califican la reforma impositiva impulsada por el gobernador como “moderada e insuficiente” y que deja a su gestión sólo dos caminos: “endeudarse más, comprometiendo las futuras generaciones; o sacarle a la clase media y los sectores populares”.
El eventual lector nunca podría imaginar que la Carta está dirigida a respaldar la reforma impositiva del Gobernador que, en las propias palabras de los firmantes, “va en la dirección correcta. Beneficia a los pequeños productores, tambos y chacareros, y reafirma que los más ricos deben hacer un aporte mayor al país". También se encarga de castigar a los que se le oponen incluidos, proféticamente, los medios: "Es realmente indignante ver a la actual oposición y a sectores minoritarios de la élite propietaria defender mezquinamente sus privilegios frente a una medida tan moderada con el concurso de algunos medios de comunicación que quieren confundir a la población y asociar los intereses de este opulento 1% con el de las clases medias y sectores productivos”.
Los Movimientos Sociales dejan claro en su texto que “muchos dirigentes del campo popular consideramos su propuesta de reforma impositiva moderada e insuficiente, pero apoyamos su carácter progresivo y su intencionalidad reparatoria de las graves asimetrías sociales tanto en el campo como en las ciudades bonaerenses”. Y hacen oír su decisión de oponerse a los opositores, para compensar en el terreno político las presiones mediáticas de los empresarios y Juntos por el Cambio que habían frustrado su aprobación.
En ese contexto, surge la mención a la “cobardía” que tanto entusiasmó a Clarín. El problema es que está referida a ellos mismos y no especialmente al Gobernador. “Cuente con nosotros para avanzar en el camino que ha emprendido y sepa que nuestro apoyo es a la vez una exigencia: la cobardía en la defensa del pueblo pobre y trabajador es una traición a las banderas históricas que defendemos. Ellos defienden sus privilegios, nosotros defenderemos nuestros derechos”, es la frase que cierra la carta cuyo texto completo, por si queda alguna duda, se puede leer al final de esta nota.
¿Para qué sirve una trampa tan obvia?
La respuesta es sencilla. Todos los periodistas saben que son muy pocos los lectores que consultan más de un medio y aún menos los que recurren a los documentos o declaraciones originales. La gran mayoría de los que lean la nota en Clarín, o la escuchen o vean replicada en la infinidad de medios del Grupo, no tendrán ninguna duda de que conocen el verdadero contenido de la Carta.
Basados en eso, muchos políticos hace tiempo que tomaron una decisión. Sus declaraciones no están dirigidas a responder lo que dicen sus eventuales antagonistas sino a la versión que masivamente hayan instalado los medios.
Una infidencia. Hacía poco que Néstor Kirchner se había instalado en la Casa Rosada cuando tuvo un sonoro cruce público con un dirigente aliado (cuyo nombre no se hace público porque sigue con vida). Tan sonoro, que tenía destino de tapa. En esos casos el chequeo es doble y se terminó descubriendo que el dirigente aludido no había dicho lo que decían que había dicho. Cualquier diario serio consultaría directamente con los protagonistas. Eso hizo Página/12.
--Perdón Presidente, pero si uno escucha con atención lo que dijo X en realidad la polémica instalada es falsa.
--No tiene la menor importancia. Mi declaración vale completa.
--Disculpe –insistió otra vez con cuidado este diario--. Pero su respuesta no es a lo que X dijo sino a lo que los medios dicen que dijo.
En ese punto Kirchner empezó a mostrarse impaciente.
--Por eso dije que no tiene la menor importancia. A ver, digamé. ¿Qué es lo que la gente cree que X dijo? Lo que escucharon en los medios. ¿Acaso X lo desmintió? No. ¿Y qué van a pensar todos si yo no respondo lo que todos creen que dijo? Así que eso no tiene la menor importancia.
A esta altura Kirchner ya había perdido la paciencia
--Lo único que importa es lo que queda instalado.
El efecto meter cizaña
Aunque parezca mentira, ese tipo de maniobras tiene otro resultado. Las noticias políticas quizá no sean las más consumidas, pero seguro tienen un impacto especial en un reducidísimo grupo de personas: sus protagonistas.
Cualquiera diría que su conocimiento directo de la noticia los hace inmunes a su falsificación, pero ese cualquiera no tiene trato personal con los dirigentes, cualquiera sea su rubro.
Otra infidencia. No es que crean todo lo que leen o escuchan. En realidad, saben por experiencia propia que la mayoría de lo que se dice de ellos no responde exactamente a la verdad. Pero el deporte predilecto de la gran mayoría no es ver cómo hace para desarmar las operaciones, sino descubrir al conspirador que puede estar detrás de ellas. En otras palabras, quién le dijo al periodista lo que terminó publicando o quién lo convenció de que sus declaraciones eran distintas a lo que en realidad eran.
Y esa sospecha se transforma en herida y a la tercera nota la herida está infectada.
El mecanismo funciona para todas las posiciones políticas, pero a la derecha la ordenan rápidamente los intereses de sus mandantes. O dicho más sencillo, su dinero. En las fuerzas que se reclaman populares, los rencores tienen más posibilidades de expansión.
Créase o no, algo de esto incidió para que en 2015 fueran separados los que en 2019 terminaron juntos. Y todos conocen los resultados.
TEXTO COMPLETO DE LA CARTA ABIERTA
Como Ud. Sabe, la Provincia de Buenos Aires está prendida fuego. Los hospitales no dan abasto, las escuelas se caen a pedazos, no hay colonias de vacaciones para los pibes humildes. El hambre campea en las barriadas populares, la droga sigue haciendo estragos, millones de familias subsisten sin la más mínima infraestructura en los dos mil asentamientos de la provincia rodeados de contaminación y microbasurales, las inundaciones amenazan con destruir la vida precaria de millones de compatriotas porque las obras prometidas, como los pluviales, nunca se realizaron. Los pobres, más pobres que nunca y endeudados hasta el cuello por los milagrosos créditos ANSES; la clase media soportando tarifas exorbitantes, pagando alquileres imposibles o dejando jirones de su vida para costear los milagrosos créditos UVA.
El sector productivo está totalmente arruinado: las fábricas con altísimos niveles de capacidad ociosa o directamente cerradas, las PyMEs ahorcadas, los comercios vacíos porque los trabajadores perdieron su poder adquisitivo. En el campo, los chacareros siguen relegados y los millares de agricultores invisibilizados del campo pobre sudando al rayo del sol en la producción de alimentos bajo el yugo de arrendamientos irregulares y leoninos. Todo ello en un contexto de descalabro financiero, una deuda exorbitante e instituciones paralizadas.
Esa es la herencia que deja el PRO en la Provincia de Buenos Aires tras gobernar cuatro años para los ricos Sin soslayar los graves déficits de gestiones anteriores. No se animaron a cambiar la matriz regresiva de la distribución del ingreso, la riqueza y la tierra en la provincia también por miedo a los ricos. Cuando hablamos de los ricos, no nos referimos a un chacarero ni de una familia con dos o tres propiedades sino a las grandes fortunas, al 1%, la punta del iceberg, la crema de la crema, a los que todo lo tiene pero sienten que nada deben al resto de la sociedad. Por eso, evaden impuestos o fugan sus capitales a paraísos financieros sin sentir un miligramo de culpa por el daño social que producen.
Ud. debe afrontar una enorme deuda social. Esa deuda, conforme a lo acordado en el COMPROMISO ARGENTINO POR EL DESARROLLO Y LA SOLIDARIDAD suscripto por organizaciones sociales, sindicales, empresarios y el gobierno nacional, debe siempre ser una prioridad sobre las deudas financieras y los intereses mezquinos de las élites. Sólo así podremos propiciar el Desarrollo Humano Integral de nuestro Pueblo. En ese marco, muchos dirigentes del campo popular consideramos su propuesta de reforma impositiva moderada e insuficiente, pero apoyamos su carácter progresivo y su intencionalidad reparatoria de las graves asimetrías sociales tanto en el campo como en las ciudades bonaerenses.
Como establece nuestra Constitución, el régimen fiscal debe procurar que los que más tienen aporten más. Hoy, los impuestos al patrimonio en general y las grandes fortunas en particular sólo representan el 4% de la recaudación. Esto es una gran injusticia que debe cesar. Los impuestos al consumo son siempre regresivos mientras que los impuestos al patrimonio, la renta y las ganancias permiten una efectiva redistribución de la riqueza. Así funcionan los países que han logrado niveles de equidad aceptables.
En ese sentido, su decisión –aunque no cambia esa matriz injusta– va en la dirección correcta. Beneficia a los pequeños productores, tambos y chacareros, y reafirma que los más ricos deben hacer un aporte mayor al país. Lo lamentable del caso es que esta medida no permite ni por asomo resolver los gravísimos problemas sociales e institucionales de la Provincia de Buenos Aires. Apenas cubre las partidas del presupuesto vigente. Y aun así vemos como la incomprensión, el oportunismo político y la avaricia se imponen. Es realmente indignante ver a la actual oposición y a sectores minoritarios de la élite propietaria defender mezquinamente sus privilegios frente a una medida tan moderada con el concurso de algunos medios de comunicación que quieren confundir a la población y asociar los intereses de éste opulento 1% con el de las clases medias y sectores productivos.
Ud sabe perfectamente si los sectores ricos no pagan los impuestos como corresponde, el Gobierno tiene pocas opciones: endeudarse más, comprometiendo las futuras generaciones; sacarle a la clase media y los sectores populares lo que no tienen; continuar con la precariedad, el deterioro y la degradación, el hambre y la deserción escolar, la enfermedad y la desocupación: dejar que todo se derrumbe, invirtiendo las prioridades que establecimos colectivamente entre todos y todas: empezar por los últimos para llegar a todos.
Eso no vamos a permitirlo. Hemos luchado para salir del infierno y vamos a permanecer movilizados para recuperar lo perdido y avanzar hacia una Argentina con Justicia Social. Por eso, cuente con nosotros para avanzar en el camino que ha emprendido y sepa que nuestro apoyo es a la vez una exigencia: la cobardía en la defensa del pueblo pobre y trabajador es una traición a las banderas históricas que defendemos. Ellos defienden sus privilegios, nosotros defenderemos nuestros derechos.
*Esteban " Gringo" Castro (Secretario General CTEP - UTEP) Daniel Menéndez (Coordinador Nacional Barrios de Pie - UTEP) Juan Carlos Alderete (Coordinador Nacional Corriente Clasista y Combativa – UTEP) Angel Strapazzon y Eleonora Pedot (Movimiento Nacional Campesino Indígena - UTEP) Dina Sanchez (Frente Popular Darío Santillán – UTEP) Sergio Sanchez y Jakelin Flores (Movimiento de Trabajadores Excluidos – UTEP) Vasco Murual (Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas – UTEP) Marina Josky y Christian Romo (Movimiento Popular La Dignidad - UTEP) Belén Rosas y Diego Markus (OLP – CTEP) Tamara Rosso y Daniel Trigo (Movimiento Pueblo Unido – UTEP) Fernanda Colo (CTD Aníbal Verón) Fernanda Miño (Mesa Nacional de Barrios Populares) Emilio Pérsico (Secretario Nacional Movimiento Evita) Juan Grabois (MTE - UTEP).
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