Medios y comunicación

Por TavoCibreiro (*)

La dignidad de la comunicación no hegemónica en tiempos de pandemia

Nuestra idea tradicional de Estado Nación, sin dudas, está anclada en la teoría de los tres poderes independiente entre sí (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) de Charles Louis de Seconda, conocido histórica y filosóficamente como Montesquieu. A esa configuración tripartita, la modernidad le agregó otra, con el objetivo de controlar y garantizar el correcto funcionamiento de las preexistentes. Así fue, entonces, como la prensa consiguió el giño social para explayarse y, rápidamente, transformarse en el famoso cuarto poder. Con el paso de los años, aquella idea de contrapeso, frente a los poderes institucionalizados del estado, se consolidó y, al mismo tiempo, tomó dimensión política. Sin dudas, los medios masivos, sabiendo esto, aprovecharon su rol dentro de la sociedad y construyeron una imagen higienizada de sí mismos.

No obstante, con la llegaba del Neoliberalismo, los objetivos del cuarto poder cambiaron para siempre. Según Ignacio Ramonet, el periodismo, tal cual lo conocimos durante el siglo pasado, ha dejado de existir, junto con sus ideales y alcances acreditados. En la actualidad, la propagación del mercado informativo, junto a las empresas transnacionales participantes, convirtieron a la prensa en una herramienta de valor comercial, diseñada para perturbar comportamientos, cajonear saberes locales y motivar el pensamiento único a escala global.

Por estos días, esa “nueva” premisa, al menos en nuestro país, parece cumplirse al pie de la letra. Los medios masivos de comunicación están concentrados en su propio juego. La búsqueda de una salida colectiva a la crisis sanitaria no figura dentro de las opciones habilitadas. Sus intereses económicos están tan ramificados que, casi, no hay sector donde estén presentes. Por tal motivo, les preocupa más el silencio de la Vicepresidenta que chequear y certificar sus publicaciones.

Por eso, también, los voceros directos del capital concentrado, disfrazados de periodistas objetivos e independientes, destinan mucha energía en explicar porque no hay que cobrar el impuesto a la riqueza, en lugar de contar como ese 1 % de la población podría ayudar al 99 restante con el pago de esa renta extraordinaria en tiempos de pandemia.

Mientras tanto, la comunicación no hegemónica transita esta dolorosa situación mundial apoyada en otros principios,emancipado la comunicación del comercio y, fundamentalmente, percibiendo aquello que su comunidad requiero o necesita.

LA OTRA COMUNICACIÓN

Por su proximidad, los medios populares, como las municipalidades, cumplen un rol muy valioso. En consecuencia, cuando se ejerce la escucha, invariablemente se descubren cosas y, de seguro, se enriquece el diagnóstico previo. Así fue como en La Matanza, por ejemplo, La red de medios de oeste (RMO), un colectivo de radios FM que transmiten todas las mañanas en simultaneo sus programas, descubrió las urgencias del equipo Psicológico del Hospital Paroissien del mismo distrito. Por la cuarentena social obligatoria, los y las profesionales del nosocomio perdieron el contacto cotidiano con sus pacientes ambulatorios.

Sin embargo, sabiendo la poca conectividad a Internet de la zona, hallaron en los envíos modulados una forma real y genuina de retomar el vínculo. O Como en Villa Yacanto, Córdoba, donde las dos radios locales ponen al aire las clases del único Jardín existente en la zona. Como la histórica Radio Sutatenza, proyecto de la iglesia colombiana que alfabetizó a 8 millones de campesinos y campesinas utilizando las emisoras de AM disponibles en la región durante 30 años, las clases viajan por las ondas hertzianas repletas de actividades y juegos.

En ese sentido, Andrea Soto, directora del Jardín French y Berutti, cuenta: “A partir de la cuarentena, armamos un banco sonoro de recursos literarios para trabajar con los chicos a través de WhatsApp pero, como teníamos muchos problemas de conectividad, surgió la posibilidad de hacerlo por las dos radios de la villa. Entonces, pensamos un programa para todos los días donde el objetivo es llevar la palabra y mantener el vínculo con la familia”. De lunes a viernes, los encuentros comienzan a las 12 y, durante un buen rato, se escuchan canciones, cuentos y juegos, pensados especialmente para las “salitas” del French y Berutti.

“La inquietud surge porque estábamos pensando contenidos que vayan más allá de la propia pandemia y que, además, le sirvan a la comunidad”, asegura Ana Asís, directora de Señal FM, una de las antenas delesquema, para luego agregar: “En verdad, la idea fue de Estaban Parodi. Él, además de ser uno de los movileros de la radio, es docente en Yacanto. Primero arrancamos con cuentos y acertijos y después le agregamos todo el resto”.

En “Pedagogía del Oprimido”, el pensador brasileño, Paula Freire, con gran exactitud, sentencia: “Profundizando la toma de conciencia de la situación, los hombres se apropian de ella como realidad histórica y, como tal, capaz de ser transformada por ellos. El fatalismo cede lugar, entonces, al ímpetu de transformación y de búsqueda, del cual los hombres se sienten sujetos”.

Hoy, lainseguridad informativa dentro del ámbito de la comunicación es alarmante. Aunque suene exagerado, bajo este formato, el hombre y la mujer común corren peligro real. Corregir este desacople no sólo es una decisión estatal, es además otra urgencia sanitaria, para volver a creer y construir un país más justo, solidario y plural.

?*) TavoCibreiro. Comunicador popular. Periodista. Integrante de Ucaya y colaborador de Motor Económico.

···