Motor Pymes

Ariel Aguilar: “Las PyMEs volvimos a soñar con prender las máquinas”

( Por Tali Goldman ( *) El vicepresidente de la Confederación Empresaria Argentina (CGERA), Ariel Aguilar, está entusiasmado con el resultado del domingo. Desde su organización ya acercaron propuestas a Alberto Fernández para reactivar la industria. Incluyen medidas como frenar las importaciones indiscriminadas, congelar las tarifas, recuperar el crédito y una reforma impositiva. «Las máquinas en Argentina están frenadas, pero están. Hay una industria paralizada, pero expectante. Los que aguantamos y no cerramos estamos esperanzados de que con otra política vamos a ponernos en marcha», asegura. Y agrega: «Otro gobierno de Macri significaba quedarnos sin industria nacional».

Cuando en los noventa Ariel Aguilar fundió la PYME familiar, una fábrica de productos de cuero en el municipio de Morón, buscó una forma de reinventarse. Compraba retazos de cuero de algunas fábricas que quedaban en pie y armaba llaveritos, que vendía en los kioskos cercanos a las estaciones de los trenes. Todos los días tomaba o el Sarmiento o el San Martín y se bajaba en cada estación, recorría los puestos de la redonda y dejaba, en consignación, los cinco modelos para colgar las llaves. Desde el año 2003 su fábrica se volvió a poner en pie y llegó a tener varios locales. En ese momento creó junto a otros empresarios PYME la agrupación “Gelbard”.

Actualmente es el presidente de la Cámara Industrial de Manufacturas de Cuero y Afines (CIMA) y el vicepresidente de la Confederación Empresaria Argentina (CGERA). En diálogo con Nuestras Voces el dirigente empresario reflexionó acerca de la terrible crisis industrial y la esperanza que le generaron los contundentes resultados de las PASO, con Alberto Fernández como ganador.

—¿Cómo evaluás el resultado de las PASO?**

—Claramente el domingo la ciudadanía y un montón de empresarios Pymes empezamos a soñar nuevamente con un Argentina productiva y con volver a prender las máquinas, que volvamos a poner a la industria en marcha. Es una esperanza sobre todo para a todas las Pymes que resistieron y no cerraron. Lo más complicado va a ser resistir hasta diciembre porque Macri sigue profundizando y castigando al sector industrial.

—¿Qué medidas necesita o espera el sector industrial de un Presidente Alberto Fernández para salir adelante?

—Creo que el gobierno de Alberto deberá tomar algunas medidas contingentes que le estamos planteando desde CGERA. En primer lugar, parar con la apertura indiscriminada de importaciones. En segundo lugar, parar con el aumento de las tarifas, creemos que hay que congelarlas. Por otra parte hay que colocar tasas de interés a no más del 20 o 25 por ciento y por último reactivar el consumo mediante un pacto social, un acuerdo entre las cámaras, sindicatos.

Inicialmente eso te va a dar un alivio. Y después hay que plantear un esquema de restructuración impositiva. Lo que yo quiero explicar con esto es que hay una salida. Las máquinas en Argentina están frenadas, pero están. Hay una industria paralizada pero expectante. Las que aguantamos y no cerramos estamos esperanzados de que con otra política nos vamos a poner en marcha.

La lista negra de Macri: las empresas que cerraron en 2019

—Una de las primeras medidas que tomó el gobierno de Macri, apenas asumió, fue la de abrir las importaciones indiscriminadamente argumentando que los productos argentinos no eran “competitivos”. A meses de terminar su mandato, ¿Qué evaluación haces al respecto?

—La apertura indiscriminada boba que plantearon desde el gobierno, que hoy no existe en ningún país del mundo, mató el mercado interno. Te voy a dar un ejemplo. Con el gobierno anterior muchas marcas y fábricas que importaban tenían un compromiso de que podían importar pero si compraban también industria nacional. Es decir, el gobierno jugaba un rol de equilibrio en donde dejaba importar pero con el compromiso de fomentar la industria nacional. Había un acuerdo de partes, como todo en política. Lo positivo en términos industriales es que dijeron: vamos a sustituir una parte de las importaciones para ir creando nuestra matriz industrial. Entonces hacían acuerdos y decía se puede importar, pero hasta acá. Muchas marcas que con el libre mercado de Macri dejaron de comprar productos nacionales y decidieron importar todo, hoy directamente cerraron. ¿Por qué? Porque se quedaron sin mercado. La consecuencia fue que los 142 mil empleos que perdimos en los últimos tres años en la industria, por la apertura indiscriminada de importaciones, son todos consumidores menos. Entonces ni siquiera pueden comprar los productos importados. Se mordieron la cola.

—¿Cómo se refleja esto en números?

—En mi rubro, por ejemplo, que es el cuero y afines, llegamos a tener hasta el 2015 casi un 70% nacional y un 30% importado. Hoy se revirtió. Hay 70% importado y 30% nacional. Lo mismo con calzado, con textil. Te quiero graficar que no estamos en contra de la importación, lo que planteamos es un esquema de administración inteligente. En 2016 me reuní con un funcionario de la cartera de comercio. Además de todos los números que le llevé, que mostraba el drama que estábamos viviendo, fui con el dueño de una empresa muy conocida de mi rubro que justamente fabrica y que emplea, pero también importa. El funcionario me dijo textualmente: “ahora es libre comercio, no podemos ser discrecionales con nadie”. Entonces le digo, “pero estás destruyendo puestos de trabajo”. Me respondió: “Y bueno serán las consecuencias”. Te grafico con dos ejemplos más. En Morón, en 2013, Cristina inauguró una planta de capitales mexicanos que fabricaba lavarropas y cocinas. Empleaba a 120 personas. ¿Qué pasó hace un año? Dejó de producir en argentina. Quedan 60 personas y ahora solamente importan lavarropas y cocinas. Dejó gente para manejar las importaciones, pero no para producir. Lo mismo ocurre con una importante fábrica de maquinaria agrícola. Acaba de parar su producción. Vos me vas a decir, ¿y si al campo le fue bien? Claro, pero ahora importan maquinaria agrícola.

Macri con el desafío del «pato rengo»: llegar al final de mandato sin poder

—Fue una decisión

—Pero claro, este gobierno de Macri vino a llevar adelante un proyecto que no incluye a la industria. La decisión del gobierno anterior era no inundar de importaciones y que el productor nacional ganara mercado acá en Argentina. ¿Cuál fue el argumento del actual gobierno? Que las empresas tenían que competir, que los productos eran caros. Esto lo decían Cabrera y Dujovne, no me olvido más, que con la llegada de los productos importados iban a bajar los precios en el mercado. Pero la inflación se duplico. Abriste las importaciones, destruiste miles de puestos laborales, pero la inflación no te bajó.

—Además de la apertura indiscriminada de importaciones. ¿Qué otros factores llevaron a este industricidio?

—La tasa de interés del 60% nos está matando, no sólo porque no te permiten sacar créditos, nos hace perder rentabilidad, sino que incentiva la caída del consumo. Además de la dolarización de la economía. Tenés las tarifas dolarizadas, logística dolarizada por combustibles y peaje. Lo único que no está dolarizado es el salario.

—Es obvia la respuesta y los resultados de las PASO fueron contundentes pero ¿qué le pasaría al sector industrial en un eventual nuevo gobierno de Macri?

—Si Macri ganara las elecciones, se termina la industria nacional. Pero no es una suposición, lo dijo el propio Presidente. Dijo que van a ir por el mismo camino pero más rápido, o sea más apertura, más tasa de interés. Macri apenas asumió, la primera declaración que hace es “mi modelo es Australia y Chile”. Dos países que no tienen industria. Son países con un modelo de servicios, agroexportador y financiero. Es lo que están haciendo acá y esto se va iba profundizar con un resultado a favor de Macri.

Comentarios 1 Comentarios

TALI GOLDMAN : Es licenciada en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y periodista. Escribe crónicas en medios digitales como Anfibia, Nuestras Voces, Latfem, entre otros. Es columnista en el programa de radio Cheque en Blanco, que se emite en Futurock. Su primer libro La Marea Sindical, mujeres y gremios en la nueva era feminista de Editorial Octubre ya va por la segunda edición.

···