#MotorEconomico // Por Raúl Hutin
Cuidar la salud y frenar la inflación
*(Por Raúl Hutin ) La crisis sanitaria por el Covid 19 ha vuelto a recrudecer con ola récord de contagios y casos críticos. Desde nuestro sector sostenemos con firmeza que la atención de la emergencia sanitaria debe seguir siendo la prioridad absoluta.**
Pero ello no debe quedar planteado en forma antagónica con la situación económica, como se han elevado las voces distorsionantes de siempre, que buscan confundir y generar malestar social.No hay duda que las medidas de mayor aislamiento y restricción del contacto social son sumamente necesarias, pero golpean la actividad económica, afectando a PyMES tanto industriales como de servicios, muy especialmente a las comerciales.
En ese sentido, el rol del Estado es fundamental tanto para impulsar medidas de limitación del contacto social y de esta forma evitar el desborde sanitario, como para contener las consecuencias económicas de la pandemia.
Entretanto el camino de salida es la vacunación.Dar continuidad a los enormes esfuerzos que se vienen realizando para avanzar en la provisión y aplicación anuestra población, pese al serio problema mundial de acaparamientode vacunas.
Hoy resulta imprescindible la presencia activa estatal ante la situaciónsocio-económica. Debe ser inmediata, enérgica y efectiva. Nadie puede desconocer que el año pasado la ampliación e introducción de los ATP, IFE, AUH y REPRO tuvieron unresultado positivoen la emergencia. Lamentablemente, elescenario ha comenzado a empeorar nuevamente generándose un círculo vicioso de menor actividad, menor empleo y menor consumo. Por eso es esencial reintroducir acciones de emergencia para el re-activamiento de la producción y el trabajo, brindando un impulso imprescindible a las actividades y economías regionales más golpeadas.
El Estado debe intervenir en forma decidida y sin retaceo. Por cierto tiene que hacerlo bien, cuidando que sus recursos sean utilizados para la producción y el trabajo y no para la especulación, diferenciando los precios internacionales de exportación de los locales, y cobrando más impuestos a quienes tienen mayor capacidad de hacerlo.
Por eso apoyamos la decisión del Presidente Alberto Fernández que atento a la suba indiscriminada del precio de la carne resolvió prohibir la exportación por treinta días hasta tanto se regulen las condiciones de comercialización.
Sin embargo, se escuchan voces llamando a poner freno a cualquier intervención estatal. Lo justifican afirmando que el gasto público es causante de la inflación. Paradójicamente quienes opinan de tal forma, no son solo sectores "ganadores" y con mayor capacidad contributiva, sino también los mismos que se han opuesto al pago del aporte solidario o la necesaria modificación del impuesto a las ganancias hoy en debate.
Coinciden con la negativa a reconocer que el aumento de la inflación no tiene como causa central el crecimiento del gasto público sino sobre todo la incidencia en los precios internos de los precios internacionales, o las subas injustificadas y abusivas de insumos y productos por parte de sectores altamente monopólicos y/o concentrados.Pero de eso jamás los vamos a escuchar decir ni una palabra.
En definitiva, medidas como la que tomó el Presidente sobre la exportación de carne deberá ser acompañada por otras similares en el plano granario, con el fin de proteger la mesa de los argentinos e impedir que unos pocos vivos especulen con la comida de toda nuestra gente.Decisiones como esta recuperan la confianza y el optimismo social. Este es el camino y en él estaremos las PyMES poniendo el hombro.
- Raúl Hutin/ Dirigente y empresariio Pyme
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