Por Raúl Hutin para Mundo Pymes
De esta crisis se sale con producción y trabajo
La siguiente nota fue escrita por el empresario textil, secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN), vicepresidente de la Unión Industrial de Moreno y vocal de Fundación Pro-Tejer para Motor de Ideas 7, Mundo Pymes.
(Por Raúl Hutin (Especial para Motor de Ideas)) Hace muchos años que no recuerdo un “Día de la Industria” TAN TRISTE COMO ESTE. Es que en realidad no hay nada que festejar. Miles de plantas cerraron y otras están a punto de hacerlo. Ochenta y cinco mil obreros industriales quedaron en la calle. Suficiente motivo para la introspección.
Los resultados que puede mostrar este gobierno en sus casi tres años de gestión, y habiendo podido aprobar casi todas las leyes propuestas: ya sea por el Congreso o por la vía de DNU, son catastróficas, peores aún a nuestros peores pronósticos.
Estamos en mitad de un huracán que nos está arrastrando a todos y en este momento su ojo esta sobre nuestras cabezas, destruyéndolo todo con una fuerza maléfica incomprensible. Con estupor presenciamos el escenario nefasto, de muerte, como acaba de suceder con este niño del Chaco que entró a un supermercado por comida, a las familias que se atomizan, o las empresas que una a una, van cayendo sin esperanza.
El presidente Macri echó mano a los recursos más bajos, al sentimentalismo vacío, a un discurso sin soluciones y sin contenido que solo apuntó a su núcleo duro, pero ni una sola palabra acerca de la producción o del trabajo, del “Día de la Industria” de como seguimos hacia un porvenir por demás incierto. Hizo cambio de figuritas, aquí y allá, sin ningún resultado ya que lo que se debe cambiar y de raíz, es el modelo económico, demostrado hasta el hartazgo que este no funciona. Solo en el mes de agosto tuvimos una devaluación del 35,5 por ciento y ésta se trasladará inmediatamente a precio, ya que en la Argentina todos los insumos que componen el costo están dolarizados menos la mano de obra. Esto redunda en una violenta caída del poder adquisitivo, ende del consumo y posteriormente del mercado interno del que vivimos las Pymes.
El ex o actual ministro de economía Dujovne nos habla de déficit cero como si esa fuese la salida. Nuestra experiencia de haber pasado, como ésta, cinco crisis del mismo signo, demuestra que solo se sale poniendo en marcha el aparato productivo y para ello hay que aumentar la demanda, sino el déficit será cada vez mayor.
La situación actual de las Pymes es terrorífica, no hay precios de materias primas, por lo tanto no nos entregan, las fábricas se paran, la cobranza se resquebrajo y los cheques rechazados aumentaron en una cantidad exponencial. Mientras tanto sigue el TARIFAZO.
Los grupos monopólicos u oligopólicos que manejan los precios de cada una de las cadenas de valor, ahora quieren dólares billete. No hay más plazo y tampoco de donde sacar el capital de trabajo a las tasas de descuento que hoy cobran los bancos.
Para calmar la plaza, anuncian una inflación prevista del 42 por ciento y un ajuste para el 2.019 de 500.000 millones de pesos, que lógicamente saldrán de los bolsillos del pueblo más necesitado ajustando todo y más. Destruirán el empleo público y por simpatía el privado.
Los pedidos de EMERGENCIAS: alimentaria, laboral, educativa, salud, Pyme. Todas quedaron archivadas en el cajón de los trastos viejos. Solo importa cumplir con el FMI y sus metas que bien sabemos por experiencia a donde nos llevan.
REACCIONEMOS AHORA. El espanto nos une, hace que desaparezca la grieta. Este modelo nos mata a todos por igual: trabajadores, comerciantes, pequeños productores del campo o Pymes. Por eso proponemos poner en marcha la “ALIANZA ENTRE EL TRABAJO Y LA PRODUCCION” Para terminar con esta lenta agonía. Seamos parte del paro general, que se debe hacer ya, y que debe llamarlo el movimiento obrero organizado.
LLAMEMOS A UN LOCK-OUT PATRONAL para que nuestros reclamos suenen a lo largo y ancho de la patria.
EXIGAMOS A NUESTROS REPRESENTANTES EN EL CONGRESO QUE NO VOTEN EL PRESUPUESTO DEL AJUSTE. Es como condenarnos a la más terrible de las tragedias.
De esta crisis solo se sale con producción y trabajo y no con mayor pobreza y desempleo y para ello necesitamos convocar a esta gesta de re-construcción al 70 por ciento de la población, porque ya no se aguantan los silencios, ya no se tolera la tristeza y porque “no nos daremos por vencidos, ni aun vencidos”.
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