Motor Pymes

Por Ariel Aguilar para Mundo Pymes

Es posible un nuevo resurgimiento de las Pymes Argentinas

(Por Ariel Aguilar (Especial para Motor de Ideas)) Si analizamos el contexto actual parece difícil, casi imposible, pensar en un país donde la industria sea el motor de crecimiento colectivo, inclusión y desarrollo.

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Las Pymes han pasado por diferentes etapas que destruyeron cualquier proyecto de incipiente crecimiento industrial. En 1976 nuestro país comienza con la destrucción del entramado industrial en lo que fue el primer esbozo de un proyecto neoliberal en Latinoamérica que ubicaba a nuestro país solo como exportador de materias primas, que iban a ser manufacturadas por las naciones desarrolladas, otorgando a nuestra patria ese espacio como parte de la continuidad histórica en la división internacional del trabajo. Esa continuidad que se vio interrumpida por la llegada en 1945 de un peronismo insolente que llevó adelante un proyecto de industrialización con un proceso de sustitución de importaciones de la industria liviana primero y un desarrollo importante de las llamadas industrias pesadas, luego. En los años siguientes, hasta la llegada del Proceso Militar en 1976, con avances y retrocesos, Argentina mantuvo su industria y el empleo que la misma generaba.

En este primer ensayo neoliberal, que se pone en marcha con la dictadura, la característica sobresaliente fue la apertura indiscriminada de importaciones y la valorización de un modelo financiero que reemplazó al modelo productivo. Primarización, apertura comercial y timba financiera fueron el golpe inicial a la industria nacional.

La segunda etapa del industricidio comienza en los años noventa con la consolidación definitiva del modelo neoliberal en gran parte del mundo, siendo nuestro país uno de los mejores alumnos a la hora de llevar adelante sus políticas. Las consecuencias fueron nefastas generando la pérdida de miles de empresas, una desocupación de más del 25 por ciento y culmina con el estallido social del 2001.

En el año 2003 comienza un nuevo gobierno que entiende que para recuperar el crecimiento era fundamental el fortalecimiento del mercado interno, la administración del comercio exterior y direccionar el crédito hacia la producción antes que a la especulación financiera. Un estado que decide intervenir a favor de la producción y el trabajo generando 200 mil nuevas Pymes, 760 mil en total, más de 6 millones de puestos de trabajo y un índice de desocupación del 6 por ciento.

En 2015 con la llegada del gobierno de Cambiemos comienza una nueva etapa del neoliberalismo que genera una brutal devaluación, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo de la población, eliminación de todo tipo de restricciones cambiarias, apertura de importaciones, tasas de interés que incentivan la especulación, suba de tarifas, combustibles e insumos básicos que dolarizan toda la estructura productiva, reducción del mercado interno etc. Un modelo viejo para un mundo nuevo que ya no abre sus fronteras porque, a diferencia de los ´90, hoy las naciones desarrolladas protegen sus mercados y sus industrias ya que hay un excedente de producción que ingresa a los países que se abren ingenuamente.

Existe un dato que no es menor, este es el gobierno que más daño ha causado a la industria nacional ya que en apenas 33 meses ha generado el cierre de 8 mil Pymes y la pérdida de 85 mil puestos de trabajo solo del sector industrial.

Datos de algunos sectores productivos (relevamiento realizado por la Confederación General Económica de la República Argentina- CGERA)

Manufacturas del cuero:

Caída del consumo en unidades del 2015 a 2018: 50 por ciento.

Suba de importaciones en unidades de 2015 a 2018: 100 por ciento.

Cierre de 80 fábricas y perdida 3000 mil puestos de trabajo.

Uso de la capacidad instalada 55 por ciento.

Curtiembres:

Caída de ventas: 40 por ciento 2015 a 2018.

Aumento del costo energético: 600 por ciento.

Cierre de 25 fábricas y pérdida de 3 mil puestos de trabajo directo.

Uso de la capacidad instalada 60 por ciento

Crecimiento de la exportación de cueros crudos (sin procesar) de 20 mil cueros a 540 mil durante este año.

Calzado

Caída de la producción: En 2015 se fabricaban 120 millones de pares en la actualidad se producen menos de 100 millones.

Suba de importaciones: 60 por ciento de 2015 a la actualidad.

Caída de consumo en unidades 2015 a 2018: 45 por ciento.

Uso de la capacidad instalada: 60 por ciento.

Indumentaria

Caída del consumo en unidades desde 2015: 30 por ciento.

Aumento de importaciones de prendas terminadas en unidades 2015 a 2018: 120 por ciento.

Empleo: 2017 respecto a 2015 32 por ciento menos.

Caída de la producción: 2017 respecto a 2015 17 por ciento, 2018 respecto a 2017: 7 por ciento.

Uso de la capacidad instalada: 53 por ciento.

Sector de herrajes y afines

Caída de la producción: 31 por ciento 2017 respecto a 2015.

Suba de importaciones: 14 por ciento 2017 respecto a 2015.

Aumento de tarifas: entre 2015 y 2017 la tarifa eléctrica represento una suba del 1290 por ciento.

Gas: 1260 por ciento agua 300 por ciento.

Buloneria

Caída de la producción: 2017 respecto a 2015 30 por ciento.

Suba de importaciones: 30 por ciento en unidades 2017 respecto a 2015

Aumento de tarifas: 2017 respecto a 2015 1600 por ciento. La incidencia de todos los costos energéticos en la producción paso de un 2 por ciento a 10 por ciento.

Uso de la capacidad instalada: 65 por ciento.

El Gobierno, lejos de tomar nota de las consecuencias que generan sus medidas, ha decidido profundizar el rumbo político y económico de su gestión. El acuerdo con el FMI exige la profundización del modelo. El objetivo principal es reducir el déficit fiscal y para ello exige más ajuste, apertura y primarización de nuestra economía. Si lo que el Gobierno quiere es reducir el déficit fiscal debería intentar recaudar más, y para eso primero debe solucionar el déficit productivo que generó.

Con más producción, más consumo y menos importaciones podrían empezar a reducir el déficit comercial.

Todos estos problemas tienen salida y es por el lado de la producción y el trabajo. Pero está claro que no es con este modelo y mucho menos con este Gobierno que vamos a volver a encontrar el rumbo de crecimiento colectivo y redistribución, y el ingreso que solo generan los países que apuestan por sus industrias.

El esquema de unidad que hoy plantea la clase política no está claro, ya que solo se habla de nombres y de lo que hay que hablar es de proyectos, de compromisos escritos con la producción, con el trabajo, pero no desde los slogans sino sobre que tipo de medidas se comprometen a tomar para retomar el sendero productivo que nunca debimos haber perdido si queremos una sociedad equitativa.

En ese sentido las Pymes hemos elaborado algunas propuestas. Tenemos que cambiar la matriz productiva y poner la producción al servicio de la Nación y no la Nación al servicio de las grandes corporaciones.

Debemos realizar una clasificación de todo el entramado productivo teniendo en cuenta cuanto empleo generan las empresas, realizar una reestructuración tributaria de sentido progresivo que aumente bienes personales, inmobiliario, impuesto a la herencia etc, que analice como redistribuye cada empresa a la hora de pensar qué tipo de retenciones y reintegros debe tener cada sector productivo. Discutir competitividad y formación de precios no desde la variable salarial, sino desde el trabajo sobre toda la estructura de costos determinando los problemas de concentración sobre los insumos básicos, costos financieros, logísticos y de la cadena de comercialización. También es importante la creación de una comisión de monitoreo de comercio exterior y relaciones internacionales etc.

Claro que es posible un nuevo resurgimiento de las Pymes argentinas pero solo si los empresarios nos comprometemos desde la actividad política con un proyecto de país que construya la unidad basada en la industria, la producción, el trabajo y el crecimiento colectivo. Estamos a tiempo. La responsabilidad de ocupar los espacios es nuestra.

  • Dirigente Industrial. Integrante de CGERA y de la Agrupación Gelbard. Colaborador de Motor Económico.

(*) Fuente: Motor de Ideas 7 "Mundo Pymes"

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