#MotorDomingo / Nota Opinión
La urgente necesidad de lograr al autoabastecimientos de insumos para la salud
*( Por Raúl Hutin ) Los requerimientos para la atención de la salud han aumentado enormemente a partir de la pandemia y es previsible que sigan siendo muy significativos en los próximos años.Una parte sustancial y central de la atención de la salud es y será asumida por el sector público. Es de prever que se requerirán en los próximos años significativos esfuerzos y recursos para garantizar la continuidad y fortalecimiento de la planificación y programas/campañas para la atención de la salud, incluyendo la necesidad de garantizar infraestructura y recursos sanitarios acrecentados y esfuerzos permanentes, sistemáticos y eficientes tanto de prevención como de vacunación universal.**
Argentina tiene una significativa capacidad productiva y humana para la generación de un espectro importante de productos, insumos y equipamiento para la salud para satisfacer la demanda local y generar exportaciones (sobre todo, a países de la región). Se cuenta con una industria nacional de 400 empresas con capacidad de producir y abastecer requerimientos significativos, aunque parciales, de la demanda de productos médicos tanto de alta tecnología -que requieren altos niveles de inversión, recursos humanos e Investigación y Desarrollo-, como de tecnología menor y accesible, que de todas formas requiere altos niveles de calidad y confiabilidad.
De acuerdo a un estudio oficial el sector representaba en 2019 el 0,7% del valor agregado bruto generado y el 0,6% del empleo privado (4.400 personas) del total de la industria Argentina. Aun siendo que no se cuenta con datos oficiales actualizados , se estima que a lo largo del 2020 y 2021, en el marco de la emergencia de abastecimiento planteada por la pandemia, el sector creció significativamente utilizando al máximo su capacidad productiva y aumentando más del 25% su personal empleado (5.500 directas y más de 20.000 indirectas).
Previo a la pandemia el sector exportaba anualmente productos por USD 58 millones (años 2017/2018), pero el país requería importaciones en el rubro de USD 701 millones -incluyendo productos finales y partes- . Por lo tanto, el país ya observaba en años sin crisis sanitaria un déficit de USD 543 millones anuales.
En el marco del flagelo por COVID 19, desde el 2020 el déficit de la balanza comercial sectorial ha pasado a ser mucho mayor, estimándose superar los USD 1.000 millones. Ha aumentado, por lo tanto, el requerimiento para el país de divisas para atender una creciente demanda.
El sector equipamiento médico está poblado por PyMEs que utilizan intensidades tecnológicas variadas. Como ha ocurrido en general con la industria argentina, ha atravesado períodos de fuertes altibajos de actividad. Lamentablemente, además, procesos de apertura indiscriminada de importaciones y fuerte caída de inversiones de presupuestos públicas e inversiones en salud (por ejemplo, a lo largo del gobierno anterior 2015-2019) llevaron al cierre de valiosas empresas con una larga y prestigiosa trayectoria que fabricaban productos esenciales para la atención de la salud. De tal forma, muchos requerimientos que solían ser abastecidos con producción nacional debieron pasar a ser comprados en el exterior.
Ante esta situación se vuelve urgente la necesidad de ampliar la producción y ahorrar divisas. Para lograr resultados plausibles y mensurables, resulta imprescindible la puesta en marcha de una estrategia general que apunte a resultados cuantificables en base a objetivos y compromisos imprescindibles tanto del sector público como el privado.
En mi rol de precandidato a Diputado Provincial por la Provincia de buenos Aires, comencé a desarrollar con mi equipo técnico una propuesta que apunta a generar el tan preciado autoabastecimiento de insumos para la salud. Los puntos iniciales de la propuesta son los siguientes:
● Convocar a todos los sectores responsables de políticas y programas de salud públicos, instituciones públicas y cámaras privadas representativas de la producción nacional especializada, ámbitos relacionados a investigación y desarrollo científico-tecnológico, para analizar la demanda y oferta de productos e insumos para la elaboración de un programa integral estratégico.
● Establecer una instancia participativa permanente para el monitoreo con la participación de todos los sectores. Determinar sistema de premios antes resultados y sanciones ante incumplimientos, desvíos, adopción de cambios tecnológicos, mejoramiento de productividad y condiciones laborales, formación educativa, I & D, y otras variables mensurables a determinar.
● Definir no solo obligaciones del sector público (preferencia de compras públicas, apoyos crediticios, incentivos para la I y D, impositivos) sino compromisos explícitos y verificables del sector privado (producción por producto, inversión propia, cantidad de trabajadores, programas educativos, exportaciones, I y D, mayor valor agregado local, etc.) a través de un plan con metas cuantitativas y cualitativas claramente establecidas.
No hay tiempo para perder, debemos enfocarnos en lograr el autoabastecimiento de insumos para el sector de la salud. No podemos gastar los dólares que el país necesita en productos que con la fuerza conjunta de los trabajadores, las PyMES y el Estado podemos producir.
Raúl Hutin – Dirigente y Empresario Pyme
Precandidato a Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires – Frente de Todos
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