Las Pymes textiles en caída libre
El informe desarrollado por la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) y la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA) es claro: el sector más afectado por la crisis económica es el textil, cuyas ventas en mayo registraron una disminución interanual del 8,6%.
La fabricación de productos textiles arrojó una caída del 8,6% en el mes de mayo de 2018 respecto de igual mes de 2017, mientras que la utilización de la capacidad instalada se ubicó en 60%, 13 puntos por debajo de 2015.
Así lo expresa el informe desarrollado por FEBA y ADIBA. “La mayoría de las ramas muestran una tendencia decreciente o menor dinamismo en sus crecimientos, y esto es más notorio en el sector textil que desde hace tiempo viene siendo golpeado”, señala Camilo Alberto Kahale, Presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA).
“El panorama es cada vez más complejo para la industria textil. Según estadísticas del Banco Central de la República Argentina, la financiación en cuenta corriente para las pymes en indumentaria trepó al 46,7% anual. De este modo se complica la cadena de pagos y se suma otro factor que resta competitividad al sector”, agrega.
Presión sin tregua
En julio de 2018 se registraron nuevos aumentos que afectan en forma directa a las pymes textiles. Un 48,2% con relación a julio de 2017 en el valor de la nafta, clave en los costos logísticos que maneja el sector. Por otro lado, la energía eléctrica se encareció 67,5% en la Ciudad de Buenos Aires entre junio de 2018 e igual mes de 2017, según el Instituto Estadístico de la Ciudad, otra variable que impacta de lleno a la producción textil.
“Las expectativas del Gobierno con relación a la inflación estimada para 2018 se disuelven, todo indica que con suerte se ubicará en un 30% al finalizar el año. No lo digo yo, sino una encuesta realizada por la Universidad Torcuato Di Tella. Y si a esto le sumamos que según el INDEC los precios de las prendas de vestir tuvieron un aumento de 18,3% en junio de 2018 respecto al mismo mes de 2017, la situación se agrava cada vez más porque está claro que en un contexto de crisis económica la gente cuida su bolsillo y el consumo disminuye”, explica el presidente de FEBA.
Contexto desfavorable
Según datos del INDEC basados en los registros de la Aduana, las exportaciones de ropa cayeron 6,4% en el primer semestre de 2018 respecto a igual periodo de 2017. En este sentido, cabe destacar que el rubro textil quedó exento de los recientes recortes en los reintegros a la exportación que oficializó el Gobierno el 21 de agosto a través del Decreto 767/2018.
Pero este paliativo no parece ser suficiente. A principio de año, entidades como la Asociación de Curtidores de la Provincia de Buenos Aires, la Fundación PROTEJER, la Federación de Industrias Textiles Argentina y Asociación Obrera Textil, advertían que la caída del poder adquisitivo, el aumento de las importaciones y la fuga hacia el consumo externo, ponía en peligro más de medio millón de puestos de trabajo en el sector textil.
“El costo para los trabajadores textiles es cada vez más alto y la presión más fuerte, lo que lleva a una pérdida de competitividad en el mercado provocando cierre de empresas, suspensión y despidos de personal textil”, expresa Camilo Alberto Kahale. “Desde FEBA y ADIBA consideramos necesario un tratamiento impositivo que estimule el fortalecimiento de las pymes. Y en el caso particular del rubro textil, resulta clave atender cada uno de los indicadores negativos que reflejan el duro presente que atraviesan fabricantes, comerciantes y exportadores,” asegura Kahale
(*) Fuente: Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires.
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