Por Daniel Moreira
Menos pymes, más burbuja financiera
(Por Daniel Moreira (Especial para Motor Económico)) La inflación crece, las tarifas aumentan, las importaciones suben y el mercado financiero presiona.
Los inversores le mojan la oreja a un Banco Central sin rumbo (que no puede detener la disparada del dólar, sin metas de inflación) y ya le exigen rendimientos superiores al 60 por ciento para la licitación de Lebac del próximo 18 de julio. La bicicleta financiera parece funcionar a la perfección, mientras cada vez hay más persianas de pymes bajas: ya son más de 7500, en todo el país. Pero las paredes de la burbuja se vuelven cada vez más endebles.
Una situación que parece un horrible déjà vu para los sectores productivos se palpa todos los días cuando nos metemos las manos en los bolsillos: la plata no alcanza y lo poco que producimos se esfuma en gasto corriente. Las tasas de interés de las Lebac, que alcanzaron el lunes un pico de 65 por ciento en el mercado secundario, nos ponen entre la espada y la pared.
Más de un 60 por ciento sin hacer nada es muy superior al trabajo que realiza cualquier pequeña o mediana empresa que, en el mejor de los casos, hoy está empatando la situación, si no trabaja a pérdida.
Es necesario remarcar los efectos que acarrea una tasa de interés tan alta. Por un lado anula las posibilidades de crédito productivo, porque ninguna pyme tiene una rentabilidad tan alta y, por otro lado, facilita la inversión financiera porque, claro está, es hoy en día lo que más rinde.
En este contexto, el panorama se hace cada vez más difícil para el funcionamiento productivo de la economía. La poca efectividad para evitar la dolarización generó una bola de Lebac imparable que se hace más grande y amenaza con llevarse puesto al mercado interno y, con él, a todas las pymes del país.
Transcurrido más de medio mandato de la Alianza Cambiemos, sobran los ejemplos de que a este Gobierno sólo le interesa la timba financiera y la reprimarización de la economía. Lo que deja a las claras, también, lo poco que le interesa el pueblo, al avalar continuamente un modelo económico que sólo ha traído menor consumo y mayor desocupación.
Para salir de la encrucijada en la que este Gobierno nos ha metido será necesario torcer 180 grados el plan económico. De lo contrario, cuando la burbuja financiera estalle, será demasiado tarde y ya no habrá persianas que puedan volver a levantarse.
- Presidente de Asociación Pyme y titular del Frente Productivo Lanús
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