Por Raúl Hutin
Necesidades imperiosas
Bienvenida la emergencia alimentaria. Es necesario apagar el hambre que puede terminar encendiendo la mecha de la discordia ciudadana y la paz social. Que resulte urgente y eficiente su puesta en valor, que la distribución de alimentos sea equitativa, justa y necesaria. Pero debe quedarle claro a este des-gobierno y a la sociedad toda, que esto es solo un paliativo circunstancial. Que se mitiga la desnutrición que alcanza valores inverosímiles, pero no se atiende la dignidad del ser humano, está se consigue sólo con trabajo genuino y para ello es necesario poner en marcha el aparato productivo, donde las PYMES cubrimos el 75% de la mano de obra privada. Entonces nos toca un rol preponderante en el armado social: crear las condiciones necesarias para que nuestro pueblo pueda ganarse el pan. Para ello es menester contar con una LEY DE EMERGENCIA PYME que nos permita escapar del yugo de la AFIP, hoy hay 400.000 millones de pesos en juicios y obligaciones impagas. Que nos permita acceder a créditos pagables y no a tasas del orden del 80 al 100%. Que nos desdolarice las tarifas que hacen imposible la producción y la competitividad. Que recupere el salario real, tanto de los activos como de los pasivos para que pueda resurgir de las actuales cenizas el mercado interno.
Sin esta medida de EMERGENCIA, la alimentaria será un mendrugo más, una dádiva que este Estado insensible le tira a nuestro pueblo como de última. Pero no es el camino, nosotros exigimos una senda de trabajo y producción, de respeto y compromiso con el desarrollo económico del país y en este camino estamos comprometidos, en la resistencia heroica todas las PYMES.
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