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PARA REVERTIR LA INFLACIÓN, DEBEN ATACARSE LAS CAUSAS REALES
*(Por Raúl Hutin ) No hay duda que la inflación provoca mucha incertidumbre y alteraciones tanto en el desempeño económico general del país como, y mucho más grave, en la situación social. La mayoría del país, los que tenemos nuestros ingresos y gastos en pesos somos los perdedores. Los ganadores siempre son solo una minoría: los oferentes de productos y servicios que tienen posición dominante con demanda cautiva para fijar precios sin relacionarlos con costos o la competencia y trasladarlos a los consumidores, los que tienen fuentes de ingresos prevalentes o alternativas fuera del mercado local (exportación) y los que juegan con maniobras financieras especulativas en particular con la deuda pública o divisas. **
Lo irónico es que suele responsabilizarse al gasto público, o, notablemente, en particular a los propios damnificados, como causantes: ¿ es así?
El déficit fiscal viene en descenso significativo en el último período. (Último trimestre 2.020 y primer semestre 2.021). Esto está siendo logrado por una mayor recaudación en pesos (también como efecto de la propia inflación), pero sobre todo por la contención del gasto público por debajo del aumento de precios que, por cierto, tiene también consecuencias negativas a no desestimar (caída de ingresos reales por salarios públicos y jubilaciones, entre otros).
En tanto, otros motivo que suele esgrimirse es el de "calentamiento de la demanda".- es decir que la presión de los compradores desborda la oferta de productos- y ello, además, se lo suele vincular con el "exceso en los aumentos de salarios y jubilaciones". Bien claro es que no es así. La recuperación económica es hasta el momento parcial y muy desproporcionado para los distintos sectores y regiones.
Los salarios han quedado muy retrasados en relación a la inflación. Existe aún una muy significativa capacidad productiva del país no utilizada. Recién este último junio se llegó a disponer del 63% de la capacidad instalada de las empresas
Industriales, siendo la más significativa de ellas sin duda la imposibilidad de lograr trabajo para centenas de miles de desocupados con necesidad, potencialidad y voluntad de tenerlo, en muchísimos casos en forma desesperada. De hecho, tomando el mismo mes, entre la desocupación y la sub-ocupación, rondamos el 25% de la masa en condiciones de trabajar.
La inflación debe combatirse enfrentando sus causas reales y no sus efectos y damnificados. Son medidas en relación a ellas que, entiendo, podrá revertirse en forma virtuosa, no regresiva. No lo hará el mercado en forma automática como "mano invisible". Se requiere la acción pública y social.
Son medidas posibles, necesarias pero también urgentes ya que la inflación corroe la estructura y las condiciones de la actividad económica y el tejido social. Para ello entiendo necesario:
a) Establecer medidas y mecanismos de control púbico/social y transparencia de costos y precios de productos con concentración de oferta monopólica o excesivamente concentrada, de forma que los precios sostengan una relación razonable con los costos y los beneficios. Ello puede comenzarse, en un principio, en relación productos básicos de consumo hogareño e insumos difundidos (acero, petroquímica, cemento, harinas, aceites, lácteos, etc.)
b) Diferenciar precios del mercado interno de los internacionales de exportación. Paso imprescindible para que deje producirse la paradoja que se observa hoy en nuestro país que suele vanagloriarse que produce alimentos para 400 millones, mientras que más del 10% de la población se encuentra en condiciones de indigencia ( falta de capacidad para sobrevivir) y , en total, más del 42% lamentablemente vive en la pobreza (sin ingresos suficientes).
c) Necesidad de impulsar el mercado interno reafirmando en forma activa y no solo teórica, que los ingresos de la población no deben ser la variable de ajuste y que estos superen la inflación en línea con los mejoramientos de producción y productividad. Los salarios no pueden "seguir yendo por la escalera y los precios por la ascensor".Estos no son causales de la carestía.
d) Cuidar y proteger la moneda nacional y las divisas del país, protegiendo el ahorro nacional y apuntalando la producción y el trabajo, Para ello es imprescindible combatir la especulación financiera, las maniobras especulativas con divisas (esencialmente carrytrade, fuga de capitales, subfacturación de exportaciones y sobre facturación de importaciones) que bien puede realizarse con la legislación existente y mecanismos de control con mayor transparencia. En paralelo la confianza en la estabilidad debe basarse en garantizar la preservación del valor de los ahorros en pesos de los ahorristas.
Debemos confiar en las cualidades y potencialidades de nuestro país y su gente. Trabajar transparentemente de cara a la sociedad, mostrándole el camino a recorrer y periódicamente las metas alcanzadas. De esta manera recuperaremos la confianza de la sociedad en la gestión y la esperanza de llegar en un lapso mensurable a un destino digno para todos y todas.
(*) Secretario de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN)
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