Motor Pymes

Motor de Ideas/ 10

Propuestas para salir del cepo a la producción

(Por Damián Regalini y Mario Sosa (*) Especial para Motor de Ideas) El sector productivo argentino, en particular el segmento de las micro,pequeñas y medianas empresas (mipymes) está atrapado de pies y manos, ha sido puesto en un cepo, el cepo a la producción. Dos partes construyen ese cepo, por un lado una demanda interna en caída permanente desde hace varios meses producto de una regresiva distribución del ingreso, sumado a una demanda externa muy tibia correlato de una crisis global del capitalismo de la que no logra reponerse, dando lugar a medidas proteccionistas de variado tipo.

Por otro lado, desde el lado de los costos, la exorbitancia de las tasas de interés para préstamos o para descubiertos que sirven en gran medida para “financiar” capital de trabajo, como así también los excesos en la tarifas de los servicios públicos, están hiriendo de muerte la rentabilidadde la industria, que a la vez se ve afectada por el diferencial de la evolución de precios en la cadena de valor.

En efecto, los precios de los insumos difundidos pueden defenderse mejor del ataque proveniente de las empresas energéticas y bancos, dado que crecen a un mayor ritmo que el conjunto de los precios que reciben las mipymes. Esos dos lados del cepo productivo, meten al sistema todo en un círculo vicioso, profundizando sus efectos a medida que transcurre el tiempo sin que aparezca el conjunto de medidas necesarias para mitigar las causas. Pues, la caída en las ventas provoca una disminución en el uso de la capacidad instalada y de las plantillas de personal. El empleo eventual desaparece casi por completo y el empleo estable también comienza a mostrar sus bajas repercutiendo nuevamente sobre la alicaída demanda.

A este microclima coyuntural de las mipymes de la órbita de la producción de bienes se acoplan los efectos de las políticas macroeconómicas que en su afán de impactar sobre la inflación y sobre el déficit fiscal provocan un golpe a los ingresos reales de trabajadores y jubilaciones y pensiones y un inevitable suba o mantenimiento en elevados niveles de las tasas de interés para evitar una corrida cambiaria.

Cuando todos estos elementos están jugando por un tiempo considerable, se vuelven los temas más importantes, relegando aun más el ataque a los problemas estructurales. De hecho, la innovación tecnológica se detiene pues los niveles de ventas no justifican ningún tipo de inversión en bienes de capital y los frutos de los procesos de investigación y desarrollo van perdiendo sentido. En un mundo cada vez más interdependiente, el alejamiento del sendero innovativo por la falta de incentivos suficientes, aleja a nuestra empresas en la competencia global de mediano y largo plazo dibujando un escenario severamente preocupante para las generaciones venideras. Mientras tanto el endeudamiento externo creciente para financiar gasto corriente compromete significativamente la solvencia de nuestro país, para los próximos cuatro años, cualquiera sea el gobierno, si no median restructuraciones de deudas tendremos que pagar 3 veces más que lo que este gobierno tenía por compromisos cuando entro en funciones en diciembre de 2015. Propuestas para salir del cepo

Esa sola situación impone una política productiva que pueda poner en movimiento las capacidades de la población y un uso eficiente de todos los recursos disponibles.Las políticas de industrialización y de sustitución de importaciones deben enfocar en el fortalecimiento y desarrollo no sólo de rama alimenticia. Deberá procederse a una inteligente selección de sectores que, siendo generadores de empleo, impacten en la generación de valor agregado. Para ello es imprescindible una coherencia con esta perspectiva de la política de ciencia y tecnología. Tanto la industria como la ciencia y tecnología deberán tener nuevamente sus ministerios.

• La política energética debe cambiar su concepción sobre la energía misma (principalmente en electricidad y gas). No puede ser mercancía en la que se base la obtención de divisas y rentas sin que se hayan solucionado las necesidades para el desarrollo de la industria o la producción en general. Es por ende necesario remarcar que el rol del Estado es imprescindible en materia de planificación en la generación, producción y distribución. El Estado en su rol activo no sólo por su participación en importantes empresas del sector deberá poner en debate la renta del sector y trabajar en el conocimiento de los costos de producción, despegando la política de precios de los valores internacionales.

*La política financiera en lo estructural deberá encarar una reforma de la Carta Orgánica del Banco Central donde privilegie la política de desarrollo interno subordinando a ella, incluso, la política de estabilización de precios. En lo coyuntural deberá analizarse la obligatoriedad de los préstamos al sector productivo a tasas reguladas.

*La política de ingresos deberá poner al empleo en el centro y la existencia de paritarias libres, como así también niveles de asignación universal y de jubilaciones y pensiones acordes con los valores de la canasta básica alimentaria y la canasta básica total. Solo sobre la base de la recuperación del poder adquisitivo de los argentinos podrán construirse las políticas de recuperación productiva. Un “shock de demanda” es indispensable y urgente para luego forjar las bases más amplias de un proyecto de desarrollo.

*La política tributaria deberá hacer foco en el desarrollo productivo más que en su énfasis en el ingreso fiscal.

¨*La política comercial externa deberá ir hacia medidas inteligentes de administración del comercio y de mayor reciprocidad en los intercambios.

*La dirección de las políticas mencionados en cuanto a su orientación general requerirá de una revisión de los acuerdos internacionales de cooperación que hagan consistente sus objetivos con los escenarios de la geopolítica actual

Es obvio que se contraponen visiones diferentes del estilo o modalidad de desarrollo que en parte son expresados por los partidos existentes en función de gobierno y en oposición, pero sólo en parte. El debate sobre el modelo de desarrollo implica la reconsideración del Estado mismo. Sus capacidades perdidas a lo largo del tiempo en materia de concepción de la política pública, del diseño y de la gestión. Un Estado fortalecido en sus capacidades de planificación y de ejecución es el desafío de la época a condición de admitir que la Argentina busca aun sus objetivos de justicia, independencia y soberanía.

(*) Damián Regalini / Mario Sosa Miembros del Consejo Productivo Nacional

···