Entrevista exclusiva para Motor Económico / Por Estefanía Cendón
Regalini: "“Hoy podemos hacer negocios sin que nos amasijen con una ola de importaciones indiscriminada o tarifas impagables”
**"El macrismo dejó un poco más que el 50% de la capacidad industrial ociosa: la mitad de las máquinas en nuestro país estaban tapadas con una lona”
( Entrevistas Motor/ Por Estefanía Cendón) El empresario textil e integrante del Consejo Productivo Nacional, Damián Regalini, puso en relevancia el aporte, la capacidad de adaptación y reconversión tecnológica de las PYMES argentinas ante la pandemia. También abordó la necesidad de reconfigurar un esquema impositivo que valore y premie la inversión, así como recuperar el poder adquisitivo de los argentinos. “El 75% del empleo privado en el país lo generamos las PYMES. La industria es vital para nuestra sociedad”, declaró.
Regalini contrapuso la realidad que afectó la matriz productiva argentina durante el macrismo con la actualidad: “El macrismo dejó un poco más que el 50% de la capacidad industrial ociosa: la mitad de las máquinas en nuestro país estaban tapadas con una lona. Tenemos que considerar que durante esos años hubo una demanda reprimida que hoy se está reactivando”. Más allá de las dificultades y desafíos que impone la pandemia, el empresario PYME considera “fundamental” la recuperación del poder adquisitivo de los argentinos para incentivar a la industria local.
El presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Medias destacó los esfuerzos del Gobierno por reperfilar la economía en el aspecto energético, crediticio y la administración del comercio exterior en favor de la producción local, entre otras áreas. Asimismo, se refirió a la necesidad de reconfiguración del esquema impositivo: “No digo que haya que desfinanciar al Estado o eliminar los impuestos. Simplemente hay que reorientar la cuestión impositiva a un esquema que valore y premie la inversión. El Estado puede recaudar bien con un esquema impositivo virtuoso para la industria y la producción”.
En este reportaje exclusivo de Motor Económico las claves para comprender por qué el mundo PYME resulta estratégico en la recuperación económica argentina.
MOTOR ECONÓMICO: ¿Qué diagnóstico puede realizar en relación a la matriz productiva argentina, con especial hincapié en el sector PYME?
Damián Regalini: Si uno hace abstracción de la pandemia, cosa que no es fácil, el sector PYME tiene una realidad mucho mejor que la que teníamos hace dos años con el gobierno anterior. Hay una buena perspectiva, tenemos la posibilidad de hacer negocios sin que nos amasijen con una ola de importaciones indiscriminada o tarifas impagables. También contamos con una mejor tasa de interés, aunque todavía no se logró alcanzar una tasa de interés óptima que nos permita producir, invertir y competir con nuestros colegas en el extranjero. Aún así la cuestión crediticia mejoró. Si en un segundo nivel incorporamos a este análisis el contexto de pandemia la situación es bastante dispar: hay sectores que están creciendo respecto del año pasado o 2019 y hay otros a los que les cuesta mucha arrancar. Esto se debe a que son sujetos de restricción ya que se ven sometidos a las normativas de cuidado que designó el Gobierno con motivo de la pandemia que atravesamos. Estos sectores son aquellos que más mal la pasan tales como los comercios, rubros como el de gastronómicos, la industria cultural o el turismo. En este sentido Argentina no se diferencia en nada de lo que sucede en el mundo. Es la primera vez que tenemos una crisis que proviene de un plano que no tiene que ver con el económico o una política equivocada. Esto es algo serio, universal e inédito.
ME: El sector PYME demostró una gran capacidad de respuesta, adaptación y reconversión tecnológica ante la pandemia. Inclusive, el rubro textil ha desarrollado insumos para el área de Salud. ¿Qué posibilidades nuevas se abren a partir de este contexto en términos de bienes exportables?
DR: Esto que marcás es central: las PYMES en Argentina somos esos guerreros que no se rinden nunca, que se adaptan a todas las condiciones y siguen adelante. A pesar de todo nunca van a dejar de pelear. Tal es asi que mencionaste al sector textil, un rubro muy castigado durante los años de la pandemia macrista a tal punto que recibíamos funcionarios en las cámaras de nuestros sectores diciéndonos que despidamos gente y que nos pongamos a importar. Más allá de ese ambiente cultural, político y social en contra de la producción logramos sobrevivir, seguimos invirtiendo, confiando y apostando en el país. Gracias a esa característica que tenemos los empresarios Pymes comenzó la pandemia y Argentina tenía autoabastecimiento de telas para uso sanitario, para la confección de barbijos, camisones y uniformes destinados al personal de salud. La respuesta fue muy buena en algunos sectores, asimismo en lo que refiere a producción de respiradores. Esto marca no sólo la resiliencia de las PYMES locales, el coraje, el aguante. Debe ser un indicador de la importancia que tiene la industria para una nación. Mientras en otros países hubo faltantes en la provisión de respiradores, escasez de insumos como telas, gracias a esta característica del sector PYME no nos sucedió eso.
ME: Recientemente se anunció la reducción de los derechos de exportación para PYMES. ¿Cómo se debería avanzar en un esquema impositivo orientado al sector PYME y que contemple el momento actual?
DR: Nosotros notamos los esfuerzos del Gobierno por reperfilar la economía en todo sentido. Mencioné el aspecto energético, crediticio, la administración del comercio exterior con la regulación inteligente que se está desarrollando respecto a las importaciones. También es importante mencionar el ajuste en algunas de las tantas cuestiones impositivas que desalientan no sólo la exportación, también la inversión, la generación de empleo y producción en nuestro país. Venimos acumulando hace años un esquema impositivo muy negativo para la industria, la producción en general y para las PYMES. No sólo es una carga pesada, también no premia ni tiene incentivos para seguir invirtiendo, producir, agregar valor y exportar. Por el contrario, muchas veces lo desalienta. No digo que haya que desfinanciar al Estado o eliminar los impuestos. Simplemente hay que reorientar la cuestión impositiva a un esquema que valore y premie la inversión. El Estado puede recaudar bien con un esquema impositivo virtuoso para la industria y la producción.
En ese terreno hay un campo para explorar. Menciono dos impuestos que son extorsivos: uno es Ingresos Brutos y otro es el Impuesto al Cheque. Dos tributos totalmente ridículos y que impactan no sólo en el precio final, también en la posibilidad de tener una buena cotización a la hora de exportar. En un mundo donde hay una oferta excesiva de productos, donde los países se pelean para ver a dónde se instalan las industrias, dónde fabrican las empresas, en el contexto de esa pelea nosotros deberíamos aggiornar nuestro esquema impositivo para que las industrias extranjeras quieran radicarse acá, las industrias argentinas vuelvan a invertir acá sus capitales. Cuando uno compara con países que son potencia industrial hay impuestos que distorsionan esa competitividad. También hay incentivos que no se están considerando al momento de pensar o proyectar un país con exportación de valor agregado y de industria. Tampoco me quiero olvidar de los incentivos. Ciertos países tienen una carga impositiva pesada en términos cuantitativos, pero luego cuentan con una batería de subsidios y de compensaciones para sus industrias exportadoras que termina equilibrando la balanza que favor de quien exporta. Nuestro país debe hacer un balance entre una reacomodación impositiva y un esquema de estímulos/subsidios que son necesarios y se usan en todos los países y economías en el mundo.
ME: Cuando se habla de reconstruir la Argentina se plantea tanto la necesidad de una reactivación productiva como la estimulación de la demanda. ¿Cuáles son los componentes infaltables para alcanzar esa reactivación productiva?
DR: Después de haber vivido 4 años de un desastre económico y de atravesar un año y meses de una pandemia y crisis sanitaria que afectó mucho a la economía, diría que lo primero que habría que pensar para recomponer y seguir alimentando este renacer de las PYMES y la industria es la recuperación del poder adquisitivo de los argentinos. Los precios y la inflación en Argentina le ganaron mucho terreno al poder adquisitivo del salario en todos los niveles. Ese poder adquisitivo es fundamental para una industria nacional que todavía es una industria "mercado internista", aún el 95% de lo que produce lo vende en el mercado interno. El nuevo gobierno encontró a la industria muy golpeada y limitada en su producción. El macrismo dejó un poco más que el 50% de la capacidad industrial ociosa, la mitad de las máquinas en nuestro país estaban tapadas con una lona. Tenemos que considerar que durante esos años hubo una demanda reprimida que hoy se está reactivando. En algún momento si el gobierno actual no hace hincapié en la recuperación del poder adquisitivo, toda esta recuperación se va a detener porque la demanda tracciona con el mercado interno y el mercado interno está vivo en tanto haya un buen poder adquisitivo. Ese es el vector principal. También es importante acomodar la cuestión crediticia, a pesar de cierta mejoría las tasas de interés que se pagan en el país son muy altas. El nivel impositivo y la cuestión energética son importantes: Argentina debe tener a la energía funcionando al servicio de la producción y no al revés. La recuperación productiva e industrial va por ahí, pero fundamentalmente debemos empezar por recuperar el poder adquisitivo y en paralelo ir ecualizando estas variables más técnicas o de competitividad sistémica.
ME: El año pasado planteaba la necesidad de una actualización tecnológica para las PYMES. Esta semana se anunció una línea de créditos para la digitalización de las pequeñas y medianas empresas. ¿Dentro del sector hay un área que se destaque respecto al requerimiento de este tipo de actualización?
DR: Hoy en día con la revolución que vivimos en el mundo la necesidad de actualización tecnológica es transversal a todos los sectores. No hay sector que escape a la necesidad de aggiornarse tecnológicamente. En ese sentido hay un mito muy grande que sostiene que la industria argentina está atrasada, que es obsoleta. Eso es una estupidez, el que lo sostiene nunca pisó una fábrica en el país. Argentina tiene un plantel de industriales destacado y un plantel tecnológico muy importante. Mi sector, el textil, posiblemente sea uno de los más castigados por una parte de la opinión pública que no termina de entender que sin industria no hay nación. Nosotros tenemos fabricantes de maquinaria textil de última tecnología alemana, japonesa e italiana que mandan a sus clientes a ver cómo trabajan sus maquinarias en plantas argentinas que adquirieron esa tecnología y han sido innovadoras en su implementación. Esto es importante de destacar: la actualización tecnológica es importante pero la industria Argentina cuenta con una vocación de actualización e innovación tecnológica que siempre está activa.
ME: Cuando una señal como TN hace "humor político" refiriéndose a la industria nacional como "una industria básicamente de mierda", la mejor respuesta parece ser poner en relevancia el gran aporte del sector PYME a una economía que intenta recomponerse en un contexto de pandemia.
DR: El aporte de las PYMES es el que dicen las estadísticas: el 75% del empleo privado en Argentina lo generamos las PYMES y una parte importante del empleo privado también se genera en la industria. Esto lo dicen las estadísticas locales y la realidad en el mundo. El que no lo quiere entender y no lo ve es porque no quiere o no sabe dónde está parado. Mientras en el mundo hay una guerra comercial por dónde se radican las industrias, acá solo se discute si es conveniente o no industrializar el país. Parece que algunos compatriotas todavía viven en la Edad Media o no sé cómo se informan. Esa visión de la realidad está claramente equivocada. Con esta pandemia hemos visto todo tipo de reacción desde gente que la niega a aquellos que viven como si nada pasara. Probablemente un grupo de argentinos todavía no entienden que la industria es fundamental para la vida, la sociedad, la comunidad. Hay que seguir explicando y mostrando con ejemplos que la industria es vital para nuestra sociedad.
···