Por Alfredo Moreno/ Motor Económico
Las perlitas del 2020 de Motor Económico: SAOCOM satélites argentinos en el camino de la soberanía tecnológica
El ingeniero de Tecnologías en Informática y Comunicaciones (TIC) en Arsat, Alfredo Moreno, analiza la importancia estratégica del lanzamiento del SAOCOM 1B para la soberanía tecnológica de nuestro país.
(Por Alfredo Moreno) A fines de los ´90 el proyecto comenzó siendo un aerotransportador, donde se montó un SAR (un instrumento de apertura sintética) que no era proyecto de satélite. En CONAE lo que se hace tiene que tener impacto socioeconómico y satisfacer las necesidades productivas del país. Ese es el marco en el que se desarrollan las misiones satelitales. En reuniones con usuarios, para conocer las necesidades y satisfacerla mediante el instrumento. Así se identificó que el área agrícola era la que demandaba y conocer la humedad del suelo. Ese fue el objetivo de misión: generar mapas de humedad de suelo.
Fabricado por la Comisión Nacional Aéreo Espacial (CONAE), junto con las empresas pública y privada Invap y VENG respectivamente, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y en colaboración con la Agencia Espacial Italiana (ASI), la misión SAOCOM (Satélite Argentino de Observación Con Microondas) consta de dos satélites de 3.000 kilos cada uno que orbitarán a 600 kilómetros de altura.
El proyecto exigió una inversión de 600 millones de dólares y comprende un horizonte de trabajo a 30 años que incluye a otros satélites a futuro. Con esa inversión se logró, además de los dos SAOCOM 1 A Y 1 B, la instalación de la nueva estación terrena de Tierra del Fuego, que brinda servicios de recepción y telecomando de satélites de observación nacionales y de otros países, con una ubicación estratégica única en el mundo.
“La Comisión de Energía Atómica elaboró y desarrolló laboratorios que nacen de la necesidad de generar materiales para desarrollar cosas como las antenas de los Saocom. Empresas privadas de software también llevaron adelante desarrollos propios. Invap desarrollo más de 100 radares que están instalados y operando. Todas cosas que quedan como legado y que nacieron de las necesidades de este instrumento”, afirma Josefina Pérès, jefa del proyecto SAOOCM, es Ingeniera, trabaja hace 15 años en CONAE y, desde 2019, es la subgerenta de la Jefatura de Proyectos de la Gerencia de Proyectos Satelitales.
“Es el primer satélite que Argentina construyó desde cero. No teníamos apoyo de nadie, porque afuera había experiencias en radar y en microondas, pero no en banda L. Hubo que partir de cero, estudiar, aprender, equivocarse y volver a empezar. Esto nos deja un gran crecimiento, el gran precedente de que somos capaces de hacerlo”, concluye Laura Frulla que es Doctora en ciencias físicas, trabaja en CONAE desde 1999 y, desde 2019, tiene a su cargo la Gerencia de Observación de la Tierra.
La banda L, es la que permite penetrar hasta dos metros por debajo de la superficie del suelo, independientemente de las condiciones de luminosidad o atmosféricas, pudiendo observar de día o de noche, con cielos despejados o nublados. Eso los hace útiles para detectar la presencia de napas, el riesgo de incendios, inundaciones, plagas en agricultura o el momento ideal para hacer siembra o cosecha, información esencial para el agro. Además, sirve para obtener mapas de desplazamiento de glaciares, pendientes y alturas.
Solo Japón tiene satélites radar con banda L. La Agencia Espacial Europea y la NASA quedaron sorprendidos con el desarrollo argentino ya que están en proyecto de desarrollar este tipo de instrumentos.
El satélite japonés es muy parecido al Saocom, pero tiene dos diferencias. Primero que no tiene la misma sensibilidad que el instrumento argentino. Puede identificar muchas cosas, pero las pequeñas variaciones de humedad en el suelo no, eso es debido a la antena. Por otra parte, se existe una planificación de misión flexible. La capacidad del satélite destinada a las captaciones fijas (calibración y humedad del suelo de la región pampeana, que son 83 millones de hectáreas), pero se reserva una parte de capacidad del satélite para poner los pedidos de los usuarios. El satélite japonés lo que hace –es la tendencia en todas las agencias– es planificar de acuerdo a como lo consideran. Entonces el usuario va al catálogo y mira lo que hay: si le sirve, lo toma, y si no lo deja. Desde ese punto de vista, la misión argentina es ventajosa.
En 2005 Néstor Kirchner firmó un acuerdo para hacer el actual sistema satelital para gestión de emergencias que involucraba a los italianos. Fue volver a poner al país en el escenario latinoamericano como líder en material espacial y satelital.
Los SAOCOM y la Ciencia de Datos Los satélites SAOCOM 1A y 1B poseen una compleja tecnología de observación de la Tierra con importantes mejoras respecto de los sensores ópticos usuales. Se trata del Radar de Apertura Sintética (SAR, por sus siglas en inglés), capaz de atravesar las nubes, la vegetación y parcialmente el suelo, y obtener datos con grandes beneficios para la producción agropecuaria. Ahora los datos van a ser medidos pixel a pixel, de un modo preciso. La seguridad que brinda la certeza de estos datos, permite organizar los procesos aplicados por la Ciencia de Datos y obtener resultados que ayudan a mejorar las decisiones de los productores para sembrar, fertilizar, cuidar la sanidad de los cultivos y gestionar el agua.
La producción de datos mediante sensores óptico SAR de los SAOCOM, permitió a CONAE construir sistemas de información para la toma de decisiones (SSD). Estos productos Mapa de Humedad del Suelo, Índice Radar de Vegetación, Máscaras de Agua integran el SSD para formar un modelo que permite visualizar los escenarios probables de rendimiento de cultivos en base a la fecha de siembra, al conocimiento de las lluvias y la humedad de suelo variables medidas por los SAOCOM.
Los SAOCOM y el ASADO Ambos satélites se comenzaron a construir durante el gobierno de Cristina Fernández, una política que fue interrumpida durante los cuatro años que duró el gobierno macrista. Por la única razón que el 1A se lanzó en 2018 fue porque se trató de un proyecto de cooperación con Italia y el presidente no quería asumir el costo político de abandonar el pacto. Macri no entendía por qué se gastaba tanta plata en satélites. Su ministro de Agricultura, Luis Etchevehere, solía comentar que nadie quería gastar en tecnología argentina. Decía que solo querían nuestros porotos de soja.
Los SAOCOM son satélites argentinos, hecho por argentinos para argentinos. Es tan argentino que el asado. En la sobremesa tecnológica y gastronómica nos preguntamos el domingo del lanzamiento del 1B, que habrá querido decir con lo del “lavarropas” no parece una evaluación de la Ingeniería Argentina ¿no?
Alfredo Moreno, es ingeniero de Tecnologías en Informática y Comunicaciones (TIC) en Arsat y profesor TIC en Universidad Nacional de Moreno
@TICDATA2
Fuente: Infonativa
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