Manuel E. Yepe
Cuidado con la paciencia china
(Por Manuel E. Yepe) Hace mucho rato que Estados Unidos viene presionando a China y que sus más influyentes políticos fustigan reiteradamente al gobierno de la gran potencia asiática, pero ésta, en cambio, se mantiene en calma, con serena moderación ante las provocaciones.
“Hemos notado que altos funcionarios estadounidenses han emitido declaraciones sobre China con una retórica que semeja la zanahoria sostenida por un garrote. Creemos que Estados Unidos está ansioso por llegar a un acuerdo con China lo más pronto posible. La parte china comprende las consideraciones políticas que están detrás de esa retórica y que estos funcionarios pretenden con estas conversaciones adelantadas con China, lograr ventajas políticas tácticas de carácter nacional que a su vez incrementen la presión sobre China, pero están claramente equivocados.
Así lo manifestó la revista digital china Global Times (GT) en un editorial del 18 de octubre, referido a una conversación telefónica que sostuvieron el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping a inicios de octubre, con relación al futuro de las relaciones entre sus dos países.
Ejemplo concreto de ello fue igualmente cómo el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó en una entrevista radial a China de sustraer propiedad intelectual de Estados Unidos, en la que llamó a China a que comportarse como “una nación normal en materia de comercio".
China pagó 28.600 millones de dólares por concepto de utilización de propiedad intelectual extranjera en 2017. El pago de la propiedad intelectual a Estados Unidos ha crecido desde entonces un 14% de un año en otro. ¿Puede haber algún robo de propiedad intelectual por una nación que realice tales pagos masivos?
En general, China ha mantenido un perfil bajo desde que EEUU lanzó la guerra comercial, lo que hace que algunos crean que una mayor presión obligaría a China a concesiones. China no quiere escalar los conflictos bilaterales, pero mantendrá sus principios a cualquier precio, por lo que más vale que EEUU no juzgue a partir de cálculos erróneos, dice el editorial.
Es absurdo que EEUU pretenda terminar como único ganador en la desescalada o terminación de la guerra comercial. El pueblo chino espera que la guerra comercial termine, pero está preparado mentalmente para tensiones prolongadas. Esperamos que Washington muestre su sinceridad, subraya Global Times.
Es evidente que el presidente estadounidense Donald Trump ha recurrido al unilateralismo para cambiar la posición estratégica de Estados Unidos en relación con otras grandes potencias cuando amenazó con sanciones a toda nación que continúe comprando petróleo iraní después del 4 de noviembre y anunció que Estados Unidos se retirará del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) de 1987, conmocionando a sus aliados europeos.
Trump llegó a su cargo con las consignas de poner a "América Primero" y "América volverá a su grandeza", pero la mayoría de los países están encontrando que la meta de Trump, realícese o no, lo hará a su propio costo. Su unilateralismo impuesto por EEUU al sistema de comercio mundial ha obligado a las demás grandes potencias a ajustarse a las ineptas imposiciones de Washington.
La India es una de esas potencias frustradas. Existen muchas razones para suponer que a India le preocupa el rápido crecimiento chino y pudiera estar dispuesta a unir fuerzas con EEUU.
Todo indica que a Nueva Delhi le inquieta, más que el ascenso de China, el unilateralismo estadounidense. Es cierto que la India ha fortalecido sus lazos estratégicos con Estados Unidos y ha firmado acuerdos de defensa para expandir la cooperación en la región indopacífica, pero la India también está restableciendo sus vínculos con China desde que India conoció que no estaría exenta del aumento aranceles al acero y el aluminio dispuesto por Trump.
Las medidas unilaterales de la administración Trump para cambiar el sistema de comercio internacional han afectado a India causando la depreciación de la rupia india y Nueva Delhi también ha sufrido una pérdida en su autonomía política cuando Estados Unidos amenazó que sancionaría su comercio de armas con Rusia y le advirtió que debía reducir las importaciones de petróleo de Irán.
Japón enfrenta un dilema similar. Sus lazos tradicionales de seguridad con EEUU enfrentan desafíos, y Tokio está encontrando cada vez menos flexibilidad para ajustar las relaciones con EEUU desde que el primer ministro Shinzo Abe llegó al cargo en 2012.
Tanto India como Japón muestran gestos de cooperación y el deseo de acercarse a China, para protegerse de la incertidumbre en su relación con Estados Unidos.
El impredecible régimen de Trump ha cambiado la percepción de la amenaza de las grandes potencias. Para los países que son más dependientes de Estados Unidos, China es una fuente obvia de amenaza porque les preocupa que el ascenso del gigante de Asia cambie el statu quo. Y más aún, que India y Japón no sean los últimos, ni los únicos que opten por equilibrar a Estados Unidos.
(*) Fuente: http://manuelyepe.wordpress.com/
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