Opinión

Por Nicolás Canosa

Las coplas culturales del bloque neoliberal

(Por Nicolás Canosa (Especial para Motor Económico) El sistema de poder mundial, sostenido en los pilares financieros, culturales y militares, que tiende a agudizar las desigualdades sociales, fomentar las guerras y producir el saqueo de recursos naturales, entre tantas otras cosas que nos acercan al abismo como civilización, tiene un proyecto estratégico para la Argentina y lo está llevando adelante el macrismo sin improvisaciones. Desde el cambio en el rumbo económico que se centra en la especulación financiera, Lebacs mediante, junto al sometimiento a una deuda externa creciente, pasando por los acuerdos militares y de seguridad con la potencia norteamericana –que nunca traen soluciones a problemas reales de nuestros pueblos, sino miremos la realidad colombiana o mexicana-, hasta la ofensiva mediática-judicial contra todo aquel que ose enfrentarse al proyecto neoliberal, dan muestra de ello. En estas reflexiones, quisiéramos detenernos en un aspecto central que permite acercarnos a la comprensión del entramado de relaciones y articulaciones políticas que conforman al bloque neoliberal no solo en argentina y América Latina sino en el mundo.

En este sentido, es primordial desmenuzar y visualizar las diferentes tácticas que las fuerzas del neoliberalismo llevan adelante para consolidarse como un bloque de poder, cuáles son los modos de desgastar a quienes son obstáculos para ello y como construyen sentido entre sí. Para ello, es imprescindible introducirnos en el conocimiento acerca del rol que juegan las Ong´s que funcionan como tanques de pensamiento (think thank) y contribuyen a la formación de cuadros técnicos y políticos para el bloque neoliberal; la cooptación de dirigentes; la creación de un marco conceptual y de interpretación de la realidad, tanto en las dirigencias políticas que promueven el neoliberalismo desde el gobierno del Estado, como en quienes tienen una tarea central y permanente en la construcción de hegemonía cultural que, en términos gramscianos, implica la generación de consensos para ejercer la dirección moral e intelectual de la sociedad civil, haciendo pasar los intereses particulares de un sector como universales. Es decir, quienes construyen opinión pública y sentido común desde las múltiples plataformas que componen a las corporaciones mediáticas. Todo lo dicho refuerza lo que venimos sosteniendo acerca del neoliberalismo como proyecto de dominación cultural y no sólo económico. Como afirma uno de los más influyentes estrategas de la geopolítica norteamericana, Zbigniew Brzezinsky, “el sistema global estadounidense pone un énfasis en la técnica de la cooptación (…) la dominación cultural ha sido una faceta infravalorada del poder global estadounidense (…) los ideales democráticos asociados con la tradición política estadounidense refuerzan aún más lo que algunos perciben como el imperialismo cultural estadounidense” .

En el II Foro por la construcción de una mayoría popular realizado en la Facultad de Medicina, Héctor “el Gallego” Fernández introdujo en el debate el trasfondo filosófico de los bloques en disputa a nivel nacional, ligándolo a la importancia que guardan en ello los “tanques de pensamiento”. El candidato a diputado nacional por Unidad Ciudadana, planteó esta cuestión en su interrelación con la actual alianza de gobierno, así como relacionándolo con el Congreso por la Libertad de la Cultura , creada en Berlín en 1950 y financiada por la CIA , tal cual se develó en 1967 y fue reconocido “con profundo dolor” por la Asamblea General de este Congreso, para luego ser financiada únicamente por la Fundación Ford . Allí convergían intelectuales y artistas de todo el mundo y que en particular en Argentina la conformaron sectores abiertamente antiperonistas, que sostenían la proscripción del justicialismo y el exilio del líder de las mayorías populares de aquel entonces.

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De acuerdo a esta advertencia, nos llamó la atención la siguiente conferencia que nos sirve como enlace concreto para analizar este fenómeno en su dimensión general. El lunes 18 de septiembre la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el Ministro de Justicia Germán Garavano y el Canciller Jorge Faurie, disertarán en la presentación de la propuesta de estatuto para la creación de una Corte Penal Latinoamericana y del Caribe Contra el Crimen Transnacional Organizado (COPLA) , junto a Fernando Iglesias, director de la Campaña para la creación de esta Corte y Christian Cao, quien redactó la propuesta. COPLA, a su vez, depende de la ONG Democracia Global .

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Antes de continuar analizando el carácter de esta próxima actividad, detengámonos en una matriz común que subyace en los nombres de las propuestas y fundaciones que es una característica general para nada inocente de este entramado de relaciones de construcción de poder cultural: la intención de apropiación ideológica y tendenciosa de temas políticos, jurídicos y sociales de interés general. Pero lo que hay que observar, es el fondo de estas relaciones sociales y geopolíticas que las constituyen y no sólo la forma y apariencia. De esta manera uno puede comprender que, por ejemplo, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que según informa la BBC “Hasta 2016, USAID tenía presencia en 19 países de América Latina (de Bolivia fue expulsada en 2013) con un presupuesto de cerca de más de US$1.111 millones” y tiene en su Curriculum Vitae la intervención y desestabilización en numerosos países de América Latina (ejemplos clave Venezuela y Bolivia, de ahí su expulsión) y de modo grosero en el intervencionismo en los países de los Balcanes luego de la desintegración soviética, lo cual fue articulado entre el FMI, el Banco Mundial, la OTAN y esta Agencia bajo el auspicio de Bill Clinton, lo cual se puede constatar en el documental El peso de las cadenas . Más aún, como sostiene el periodista Héctor Bernardo, están imbricadas tanto la USAID como la Fundación Nacional para la Democracia (NED) con los tanques de pensamiento vinculados a dirigentes de peso del gobierno de Cambiemos:

“Los vínculos de la NED y la USAID con entidades argentinas son numerosos. Entre estas organizaciones se puede señalar: el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), la Fundación Libertad, Crecer y Crecer (antecesora de la Fundación Pensar, del PRO), el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), el partido Unión por Todos de Patricia Bullrich (vinculado al grupo UnoAmérica) y la fundación Voces Vitales de la diputada macrista Laura Alonso (entidad vinculada al fondo Buitre del Paul Singer)” . Volviendo a Democracia Global, entidad que conduce la propuesta COPLA, podemos verificar, revisando su resumen de actividades del 2009 al 2015 durante los años previos a la llegada al gobierno del macrismo, una tarea de articulación entre periodistas, políticos y académicos de “primer nivel” del país y una acentuada relación con fundaciones europeas y norteamericanas, embajadores, diplomáticos y universidades de Europa. También, se destaca la participación en simposios académicos, presentaciones de libros y conferencias organizadas por la fundación, en la cual Fernando Iglesias sobresale en la organización y coordinación de los eventos de todos esos años. Como figuras relevantes del país, han participado de ellas Jorge Lanata (Clarín), Carlos Pagni (La Nación), Elisa Carrió, Julio Cobos, Patricia Bullrich, Gabriela Michetti, Luis Etchevehere (Pte. Sociedad Rural), José Luis Romero (historiador, columnista La Nación), entre otros. Democracia Global ha estrechado vínculos a lo largo de su historia con organizaciones como World Federalist Movement, Consorcio Universitario Italiano Per´la Argentina, Catedra Altiero Spinelli y Avina. Esta última, según figura en su portal oficial , recibe inversiones de la Fundacion Ford; Citi bank; Coca Cola; Pepsico; Open Society; la ONU y el BID entre otros.

Por su parte, la propuesta de creación de una Corte Penal Latinoamericano Contra el Crimen Organizado (COPLA) está conformada por diecisiete fundaciones de distintas partes del mundo. También, constituyeron un grupo de parlamentarios entre los que se destacan Pedro Bordaberry, del Partido Colorado de Uruguay, Ricardo Alfonsín (UCR), entre otros; y reciben la adhesión de grandes empresarios como Gustavo Grobocopatel, el cineasta Juan José Campanella y el furibundo escritor neoliberal Mario Vargas Llosa.

Cabe interrogatorse entonces, ante el ritmo común que resuena en Argentina de estas coplas culturales del poder mundial: ¿Hay verdadera democracia si vivimos en un mundo que nos conduce día a día a reproducir las desigualdades e injusticias sociales? ¿Realmente podemos creer que estas fundaciones y los actores políticos e intelectuales mencionados actúan por una “democracia global”, siendo que adhieren y promueven un modelo societario que conduce al mundo hacia una financiarización acelerada de la economía, generando una concentración de la riqueza en la cual el 1% más rico de la población tiene el mismo dinero que el resto de las personas? ¿Podremos resolver estos problemas como el crimen organizado si se deja en mano de quienes cimientan las ideas fuerza que legitiman el accionar de quienes apuntan desde el gobierno del Estado a la destrucción del trabajo y desmantelar la organización de los trabajadores, junto a la confiscación de derechos conquistados por nuestro pueblo?

La respuesta de este escriba es, evidentemente, que no. Sin embargo, estamos siendo gobernados por un entramado de poder, como se vio con estos casos de las fundaciones, que tiene proyección estratégica y quiere construir una nueva hegemonía para que estas transformaciones perduren por muchos años. Ante lo cual, tomando conciencia de la naturaleza del poder al que nos enfrentamos y el carácter destructivo de su proyecto a largo plazo, desde el campo popular que sufre las consecuencias debe convertirse en acción urgente la indispensable unidad de los múltiples actores que lo componemos, porque de continuar en este camino nos subordinaremos estructuralmente al modelo civilizatorio injusto e inhumano que propone el neoliberalismo. Para ello, a diferencia de otros lugares del planeta donde impera este orden, contamos con una gran ventaja objetiva: un proyecto cercano en el tiempo que navegó y construyó en contra de esta corriente mundial y la vigencia del liderazgo de Cristina Kirchner, una mujer que representa esa vivencia colectiva contrapuesta al modelo cultural y societario neoliberal, por estas razones vilipendiada sin descanso y sin piedad por las corporaciones mediáticas del poder dominante, pilar fundamental en la avanzada neoliberal. A su vez, debiéramos tomar conciencia de que no es momento para exacerbar las diferencias de criterios y discusiones válidas acerca del pasado reciente, considerando siempre el ámbito y la oportunidad para la crítica. Y en caso de que el ciclo abierto de la disputa que vivimos en toda la región decante en que el bloque nacional-popular recupere el gobierno del Estado más temprano que tarde, aprender a conducir esas diferencias comprensibles y constitutivas de los movimientos nacionales de liberación, en el marco de un “conflicto convivencial” como diría el filósofo Alejandro Romero, sabiendo que desde nuestro espacio también tenemos un proyecto estratégico continental que implementar en función de la felicidad de los pueblos y la justicia social.

Es una disputa por la vida y el sentido de la misma. Trabajemos para que estas ideas fuerza que promueven el individualismo, la despolitización y el “sálvese quien pueda” desde los tanques de pensamiento del neoliberalismo, al decir del poeta Antonio Machado, “no vayan al Pueblo a parar” y fundemos e irradiemos nuestras propias coplas de un sentido solidario, que conciba a la política como un servicio a la Patria y de compromiso con el prójimo, y “se fundan en el alma popular”, predicando con el ejemplo y “pensando con los brazos”, cómo diría el siempre gigante Manuel Ugarte.

  • Director de Relaciones Internacionales del Centro de Estudios Nuestroamericano Chávez Kirchner (CENACK-Peronismo Militante)

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