Opinión

Moisés Solorza

Petróleo, gas y desarrollo fueguino

(Por Moisés Solorza) Sostengo que es posible plantear -con las producciones de petróleo fueguino- plantas de refinamiento y fraccionamiento de estos combustibles; no tan solo para el abastecimiento interno, sino también, para una real generación de empleo, con arraigo permanente para el crecimiento y desarrollo sustentable.

Debemos analizar desde Tierra del Fuego, cómo será el impacto de las modificaciones planteadas por el ministerio de Energía y Minería de la Nación y su equipo económico en nuestra provincia. De esta manera, podremos evaluar si realmente estamos en el camino correcto con la política energética fueguina (inexistente a mi criterio), y si es necesario plantearnos las posibilidades de agregarle valor a nuestros recursos naturales, industrializarlos y refinarlos para abaratar costos en la cadena de transportes de alimentos, generación eléctrica, tarifas de luz y gas y de empleo.

¿De qué otro modo podríamos analizar la situación energética nacional y los impactos sobre la provincia, si no es desde la mirada fueguina? Si no lo hacemos desde nuestro lugar, jamás comprenderemos que tenemos en Tierra del Fuego la posibilidad real de solucionar muchos de nuestros males. Pero nunca lo haremos si no ponemos en valor real y efectivo la explotación de los recursos naturales y su refinamiento en combustibles líquidos y gaseosos. Alto valor agregado en procesos productivos tendientes a auto-abastecernos y generar empleos genuinos y permanentes en nuestra isla.

Claramente, la pregunta encierra la respuesta: desarrollar e industrializar nuestros recursos naturales, agregarle valor en la cadena de producción, fraccionamiento, refinación, industrialización de derivados del petróleo y del gas, transporte y distribución interna, comercialización y exportación de saldos. En este sentido, creo que debemos despertar la conciencia colectiva que implica defender nuestros recursos naturales de la extranjerización. Debemos ser capaces de pensar en un “Polo Energético Fueguino”, en la zona norte de nuestra provincia, fomentar las inversiones público-privadas para resolver estas cuestiones de fondo y presentar a la sociedad, soluciones estructurales, de manera concreta para hacer frente a la pobreza que tenemos instalada en la región.

Sostengo que es posible plantear -con las producciones de petróleo fueguino- plantas de refinamiento y fraccionamiento de estos combustibles; no tan solo para el abastecimiento interno, que es sumamente necesario, sino también, para una real generación de empleo, con arraigo permanente para el crecimiento y desarrollo sustentable de nuestros hijos y nietos, en pos de reafirmar nuestra soberanía en la zona austral de la patria.

Un ejemplo de las posibilidades que podemos desarrollar los fueguinos se encuentra claramente en nuestras cuencas productoras de gas, nuestras áreas ricas en hidrocarburos con extensa posibilidad de desarrollo genuino y sustentable que nos da la Pachamama. Para ser más específico, menciono al consorcio que integran las petroleras Total Austral, Wintershall y Pan American Energy que inauguró oficialmente en el año 2016 el yacimiento costa afuera Vega Pléyade. El yacimiento entró en operación a comienzos del año pasado y ya produce unos 10 millones de metros cúbico al día, lo que representa cerca de un 8 por ciento del total de la producción gasífera del país, incrementando así casi en un tercio la producción de gas en Tierra del Fuego. Esta operación es una pequeña muestra de lo que se puede pensar en política energética en nuestra provincia. Es necesario analizar estos ejemplos, valorarlos y ponerlos en permanente contraste con la realidad que vivimos en las tres ciudades de nuestra Isla. Simplemente para buscar soluciones posibles, factibles y realistas.

Vega Pléyade es parte de la concesión Cuenca Marina Austral 1 (CMA-1) que es operada por Total Austral con una participación de 37,5%, junto a sus socios Wintershall Energía (37,5 por ciento) y Pan American Energy (25 por ciento). El desarrollo de Vega Pléyade consistió en la construcción e instalación de una plataforma en el mar, en una zona con una profundidad de agua de 50 metros, que se conecta a través de un gasoducto submarino de 77 kilómetros a las plantas de tratamiento de gas de Rio Cullen y Cañadón Alfa también operadas por Total Austral. Todo ello fue realizado en dos años y medio.

Actualmente el Consorcio CMA-1 tiene en producción los yacimientos on shore y off shore: Hidra, Kaus, Ara-Cañadón Alfa, Argo, Carina y Aries. En conjunto estos yacimientos proveen diariamente más de 20 millones de metros cúbicos de gas para el mercado argentino, que el año pasado demandó unos 130 millones de m3 día. También es necesario aclarar que estas producciones son simplemente de una sola concesión sin contar con las que están en producción por parte de otras petroleras como son, Roch S.A, YPF en Lago Fuego y San Sebastián, donde nace el gasoducto General San Martin.

Imaginemos, por un instante, la posibilidad de abastecimiento de combustibles refinados por trabajadores fueguinos para las campañas antárticas y cruceros de todo el mundo que nos visitan; sería maravilloso y es posible. Imaginemos que podemos proveer de combustibles a los camiones que transportan los alimentos por vía terrestre para abaratar costos de bienes de consumo, sería extraordinario. La economía crecería de manera exponencial en nuestra isla. El mundo energético y el mercado asociado verían en Tierra del Fuego, una plaza de colocación de divisas sin igual, y de esta manera, podríamos crecer en la independencia económica, complementando y diversificando nuestra matriz productiva actual.

A simple vista, la magnitud de las riquezas del suelo fueguino demuestra irrefutables posibilidades de desarrollo para nuestros habitantes, y sin embargo no es así. Un ejemplo clarísimo de falta de políticas energéticas en nuestra provincia, es la generación eléctrica. Es cara y dolarizada, ineficiente, defectuosa, manipulada políticamente por los gobiernos de turno y dependiente de políticas empresariales extorsivas con nuestros propios recursos como el gas.

Sabido es que necesitamos el gas como combustible para la generación eléctrica en las tres ciudades de nuestra provincia, sin embargo, las políticas públicas hasta el momento no supieron, no pudieron, no quisieron, solucionarlo de raíz. Digo esto ya que, como di un ejemplo de producción de gas, debería ser correspondido con el abaratamiento tarifario, para la industria, los habitantes y hasta el propio Estado, y sin embargo es absolutamente inverso.

De manera asombrosa, la Cooperativa Eléctrica de Río Grande y la Dirección de Energía en Ushuaia no cuentan con gas “barato” para la generación eléctrica industrial y domiciliaria. Por el contrario, hasta no hace mucho tiempo atrás, el Estado Nacional le cobraba el 21 por ciento del IVA en la facturación del gas que suministra Cammesa (Administradora del Mercado Mayorista de Gas) cuestión que se resolvió en lo administrativo, pero que no se notó en absoluto en las facturaciones.

La energía que necesitamos los fueguinos la tenemos “bajo nuestros pies”, sin embargo, pareciera no pertenecernos. La lógica inversa que actualmente es aplicada en materia hidrocarburífera por los gobiernos fueguinos desde el retorno a la democracia nos trajo hasta aquí y fracasó.

Creo que es necesario un cambio radical estratégico a la mirada actual en materia energética. Una política orientada al desarrollo interno como prioridad y en este sentido las propuestas son concretas para revertir estos años de desidia y condicionamientos permanentes, solamente para pagar salarios con “adelantos de regalías”. Seré breve y concreto.

1 - Necesitamos una Ley de Hidrocarburos para nuestra provincia. Somos la segunda provincia productora de gas del país. Tenemos un enorme camino de desarrollo por delante. No podemos seguir con la lógica del corto plazo que nos propusieron hasta hoy, simplemente para el cobro de regalías de materias primas, Petróleo, gas y GLP exportadas a países limítrofes por empresas extranjeras como se está realizando hoy.

2 – Necesitamos re-negociar los contratos petroleros con las operadoras existentes y determinar una estrategia en conjunto que salvaguarde patrióticamente los intereses de los habitantes fueguinos para mantener como principal objetivo, el asentamiento poblacional, desarrollo económico, social, cultural e industrial con nuestros propios recursos naturales, donde las empresas sean nuestros socios estratégicos, garantizando el abastecimiento interno con costos de producción para los fueguinos, con mano de obra fueguina, para el crecimiento y el engrandecimiento de la patria, exportando al mundo productos, sub productos, refinados y derivados del gas y del petróleo a través de nuestros puertos en Rio Grande y Ushuaia. 3 – Desarrollar con energía fueguina la creación de un “Polo Energético” en la zona norte de nuestra provincia, donde se creen condiciones especiales para el desarrollo de todos los procesos industriales necesarios para que nuestros habitantes piensen en un arraigo duradero por generaciones, sin pensar en la migración permanente.

Los habitantes de Tierra del Fuego, estamos asistiendo a una estafa tarifaria, un saqueo de los bolsillos de usuarios y consumidores hacia las empresas generadoras transportistas y distribuidoras de los servicios públicos, y los representantes políticos de turno, continúan saciando los incansables intereses extranjeros en lugar de defendernos. ¿Saben por qué? Les dejo un simple y clave interrogante que deberían responder las petroleras: ¿Cuánto cuesta producir en Tierra del Fuego el millón de BTU en boca de pozo?

La respuesta a esta simple pregunta, cambiará nuestra realidad para siempre.

Necesitamos dirigentes a la altura de las circunstancias en materia energética, y una clase política comprometida con nosotros, los de a pie. Con firmeza y convicción, con la firme decisión de defender nuestros recursos naturales de nuestras islas Malvinas, la Antártida y el Atlántico Sur, generando arraigo para defender la soberanía territorial y marítima, pesquera y de las aguas circundantes de intereses internacionales porque vienen por ellos. Los fueguinos, necesitamos comprender que necesitamos una mirada a largo plazo, políticas revolucionarias en materia energética, asumiendo que lo conocido hasta hoy, nos trajo hasta acá.

“Entregar nuestro petróleo y gas, es como entregar nuestra bandera”. General Enrique Mosconi.

(*) Fuente: Dar la palabra

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